▶ Imagine One Shots ◀

( I T ) Richie Tozier

Richie Tozier; es el típico chico bocazas con un gran humor negro y con algo de sentido, siempre es el entusiasta que trata de hacer reír a los demás ante cualquier situación sin importar qué, casi nunca le teme a nada, le da igual si sobrevivió a lo de It. Es algo cobarde, patán, pervertido y demás. Pero en realidad es amable, humilde, muy cariñoso, celoso y siempre defiende lo que es suyo. Me encantan sus pecas, sus ojos y su cabello. Lo considero alguien tierno. Él y yo llevamos años de amistad, tanto que nos conocemos perfectamente. A veces está ahí para mi en los momentos difíciles de mi vida, como mis rupturas amorosas, pérdidas de mis seres queridos, depresión, tristeza, desánimo, en cualquier momento él está para mi y siempre logra sacar me una sonrisa de oreja a oreja. Actualmente tenemos quince años, vamos en preparatoria, seguimos siendo mejores amigos y no nos preocupamos de nada — ¿Y cuándo vas a invitarla? — le pregunté. Ya que salimos de clases, nos fuimos a sentar cerca de un árbol de cerezos y a disfrutar del viento, claro que yo no me senté, me recoste en sus piernas mientras leía un libro y él juega con mi cabello — No sé. A parte, ¿qué caso tiene? Sé que de todas formas me va a decir que no. Soy horrible, no soy como el chico que le gusta — río un poco, dejo mi libro a un lado — Tú no eres horrible. Eres más guapo que el chico que le gusta, sobre todo ¿quién es? — suspira — Stan — responde frustrante — Por favor, él ni siquiera te llega a los talones — se pone cabizbajo y cubre su rostro con sus manos — Es que por qué todas las chicas son así. Les gustan los atléticos, les gustan los rubios rizados, altos, delgados y con músculos. ¿Por qué no hay alguna chica que no sea como las demás? — sonrío de lado — Richie, no todas son así — se retira sus manos y por lo que veo se ruboriza, logrando que llegue a notar unas leves mejillas rosas de la vergüenza y timidez — Pero todos los novios que haz tenido han sido atléticos — río — Ni siquiera te fijaste bien, no eran guapos como Stan, eran como tú, tiernos, humildes, bocazas. Pero de todos ellos tu ganas — halago, a lo que él se ríe nerviosamente — Hay que irnos, mi madre seguramente me matará por llegar tarde a la casa —  me enderezo, tomo mi mochila, guardo mis cosas, me la llevo a los hombros. Nos alejamos del árbol de cerezo, Richie toma su bici, me monto detrás suyo, enrosco mis brazos alrededor de su cintura. No tardamos en llegar y me desmonto de su bici — Nos vemos bocazas — me detiene sosteniendo de mi muñeca: