▶ Imagine One Shots ◀

( 13RW ) Clay Jensen

Narra T/N:

Lo sueño, lo pienso. Tengo la remota necesidad de que esté cerca mío, apenas pasan un par de minutos y siento que la vida se me escapa. Todo el tiempo siento que ya está conmigo y al voltear a mi costado: la ilusión de encontrarme con sus bellos ojos azules desvanece por completo.

¿Así se siente estar enamorado? ¿Piensas en esa persona todo el tiempo? ¿La extrañas a cada rato? ¿Quieres que él o ella se quede para siempre? ¿Temes a que otra persona haga de las suyas? ¿Constantemente hay una rara sensación en tu estómago que no te deja en paz? ¿Los sentimientos te alteran y te distraen?

Demasiadas preguntas con una sola o sin respuesta alguna.

(...)

Es invierno. Los copos de nieve gobiernan la pequeña ciudad, congelan el cuerpo entero, cierran las carreteras y sobre todo (por suerte) cancelan las clases. Sin embargo a veces hay excepciones.

Mi madre de costumbre siempre me deja en la parada del autobús, aunque hizo el merito de llevarme ella misma. La radio con música sumamente relajante (que hace que el sueño que una vez había quitado de mi ser regrese), en el transcurso hay silencio. No solemos hablar de muchas cosas, simplemente me pregunta lo normal “¿Cómo te va en la escuela?” “Bien, nada interesante ” “¿Qué tal con los exámenes?” “Muy simples ”.

Llego a la preparatoria. Me despido de ella. Camino hasta entrar e ir a mi casillero, pronto veo que Clay se posa a mi costado derecho, se concentra demasiado en lo que hace. Adoro verlo así. Tan serio, tan franco.

Aparto esos pensamientos como si sacudiendo la cabeza ayudara, sigo en lo mío y empiezo a caminar por los pasillos. Sólo que un agarre firme en el antebrazo me impide seguir. Volteo sobre mis talones, mis ojos se encuentran con los suyos y sonrío debido a los nervios.

— Hola — saluda, suelta su agarre. Me llevo un mechón de cabello detrás de la oreja —.

— Hola — respondo —.

— ¿De casualidad no vamos en la misma clase de la señorita Morphy? — mi sonrisa se desvanece y mi gesto se frunce —.

— Creo que sí... ¿P-Por qué? — niega con una sonrisa —.

— No lo sé. Ando muy distraído estos últimos días — asiento —. ¿Puedo hacerte compañía? — vuelvo asentir —.

(...)

En clase en vez de prestar atención lo único que hacíamos era cuestionarnos sobre cosas que queríamos saber uno sobre el otro. Desde luego no se hicieron esperar algunas risas (las cuales disimulamos sonriendo alegremente ocasionando un leve arqueamiento de ceja en la profesora Morphy).

Después fuimos a la clase de química. Ahí restaron los chistes o sarcasmos de la materia. Estar con Clay Jensen hace de mis días los mejores, desde luego, me sorprende el hecho de que no tiene amigos (hasta donde sé).

Sin más es la hora del almuerzo. El cielo está nublado, llueve y lo único que hago es aspirar el olor que hemana la tierra húmeda. Clay está enfrente mío dando su perfecto perfil,  mirando un punto en específico mientras yo me abrazo a mi misma recargada en una pared.

Suelto un suspiro. Me poso a un costado suyo.

— Hace mucho no reía — masculla —.

— ¿Por qué? —.

— ¿Recuerdas a Hannah Baker? — si bien recuerdo a Hannah Baker, escuché su trágica historia. Sobre todo tuve el honor de escuchar las cintas sin que yo estuviese involucrada en su suicidio. Por supuesto me compadecí y me arrepiento tanto que no fui capaz de ofrecerle ayuda en el momento adecuado. Aún así, tengo la severa intuición de que era un gran persona, hasta donde sé, inocente —.

— Si — respondo —.

— Ella era mi mejor amiga. A ella no le importaba quedar en ridículo — sonríe, en instantes se desvanece de su rostro —. Hasta que la depresión apareció y... Dejó de brillar — se pone cabizbajo —.

— Lo lamento — me limito a decir —.

— Eso no importa — alza su cabeza y continua mirando hacia enfrente —. Ella me dijo que en cualquier momento encontraría a una persona que me quiera, que se preocupe por mí y me haga feliz — asegura —.

— ¿Y ya la encontraste? — voltea a verme. Me dedica una sonrisa de oreja a oreja, hacemos contacto visual. Sujeta mi rostro y planta un beso en mis labios —.

Uno lento pero deseoso. Lo mejor que pude pedir.