Parte 57

240K 23K 2.1K
                                    

¡Mis bellas florecillas!

(Sorry chicas, el de hoy es cortito porque no tengo tiempo y no os quería dejar sin actualización)

¡Que lo disfrutéis!

—Podría —escuché de sus labios con una sonrisa que me hizo darme cuenta de que mis pensamientos habían tomado forma—

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.


—Podría —escuché de sus labios con una sonrisa que me hizo darme cuenta de que mis pensamientos habían tomado forma—. Pero más bien es otro tipo de locura —alegó con aquella voz inigualablemente ronca tan cerca de mis labios que mi autocontrol se fue a freír espárragos con viento fresco y me lancé sobre aquella boca nacida para pecar.

Saber que no le era indiferente, conocer de primera persona que yo le gustaba no hacía sino deleitarme aún más en mi propio regocijo. Le atraje con mis manos colocadas en su cuello de forma que su lengua se adentró en mi paladar y ante aquella invasión no pude sino jadear del placer que aquello me provocaba.

Me gustaban sus besos, me deleitaba en su sabor y desde luego ¡Moría de agonía con cada uno de sus roces por desear más y más de ellos!,

«¡Este hombre es una droga!», ¡Definitivamente es peor que la nicotina del mono que creaba en mi fuero interno por anhelar su contacto!

—Debemos volver —susurró levemente tras interrumpir aquel beso.

¿Volver infierno después de estar en el cielo? La triste realidad, pero entendía que Bohdan se debiera a sus obligaciones.

—Está bien —dije con pesar.

—Ey —susurró mientras su mano tocaba delicadamente mi mentón para obligarme a mirarlo—. Te prometo que solo bailaré contigo el resto de la noche.

—¿De verdad? —gemí pensando en que las garras de aquella rubia maldita no se aferrarían de nuevo a mi príncipe.

—Te lo he prometido y nunca incumplo mis promesas —alegó en su defensa y yo sonreí.

«Si eso... tu échate más flores para que me derrita más de lo que estoy»

—Ay de ti como lo hagas —le amenacé con el dedo y para mi sorpresa lo cogió y se lo llevó a sus labios con dulzura.

—Si me provocas así, tendré la tentación de hacerlo —jadeó.

¡Ay por dios!, ¡Ay por dios!, ¡Este hombre me quiere llevar a ese salón con la amargada de su madre y la endemoniada de su prima para privarme de los manjares del pecado!, ¿Es que no ve que echo chispas?, ¡Que chispas!, ¡Fuegooooooooo!

—¿De verdad tenemos que volver? —gemí porque ni la saliva cruzaba por mi garganta.

—Lamentablemente si —escuché y pude notar el dolor en su voz y su mano rodeó mi cintura para acercarme hacia la puerta—. Vamos...

«Al menos no soy la única que sufre, pero saberlo no sabía si era aún peor»

Suspiré.

—No te he dado las gracias por el vestido —dije de pronto al sujetármelo mientras caminaba a pesar de no tener necesidad de hacerlo.

—No me las des ahora —contestó serio y entonces me volví con el gesto fruncido extrañada.

—¿Y cuándo quieres que te las de? —pregunte sin añadir "si es que puede saberse".

—Cuando termine este vals y te tenga de nuevo solo para mi —contestó igual de serio—. Desnuda —añadió guardando silencio—. Y en mi cama.

«Vale... calmémonos un poquitooooooo» le dije a mis hormonas revolucionadas ante la promesa de aquellas palabras.

—¿En tu... cama? —pregunté para estar segura.

Yo desconocía totalmente donde estaba esa cama —porque de saberlo me habría colado varias veces para olfatear su almohada y de paso saber que perfume usaba y probablemente robarle alguna de sus corbatas para andar esnifando todo el día—, quizás me he pasao... pero que me habría puesto a cotillear ¡fijo!

—He reservado una suite presidencial cerca de aquí —dijo acercándose a mi oído—, para nosotros.

¿Tan seguro estaba de que le acompañaría?

Celeste hija mía... si solo te falta el letrero en la frente que diga «¡Tómame!, ¡Hazme tuya ahora mismo!» Desde luego a predecible no me gana nadie.

—¿Nosotros?, ¿Y si te dijera que no? —pregunté solo por ver su reacción.

—Tendría que aceptar tu decisión. Siempre respetaré tus deseos —contestó sin un atisbo de duda y no sabía que me gustaba más, que respetara mis decisiones o que fuera tan sumamente atento.

¿Cómo no se iba una a enamorar de un hombre así?, ¡Y encima príncipe!, ¡Y para más inri guapísimo!, ¡Ay madre... tiene el kit completo de hombre perfecto!

«Yo de aquí salgo directamente hacia el loquero, esto no es ni normal...»

—Me alegra saberlo, pero en este caso mis deseos coinciden con los tuyos —contesté y guardé unos segundos de silencio—. Quiero estar en tu cama. Completamente desnuda y solo para ti —sentencié.

En ese instante le vi acercarse. Pensé que me besaría, es más, anhele ese contacto dulce y suave a la vez que frenético de nuevo, pero para mi sorpresa solo unió su frente con la mía, como si aquello le tranquilizara o tratara de calmarse.

—En este momento estoy luchando para no raptarte y salir de aquí sin que nadie nos vea a pesar de que incumpliría con mi deber —alegó mientras notaba el sufrimiento en su voz.

«¡Hazlo, hazlo, hazloooooooo!» quise gritar.

—¿Qué son unas horas, cuando tenemos toda la noche para nosotros? —exclamé rozando sus labios y vi su amago de sonrisa.

—¿Qué son unas horas, cuando tenemos toda la noche para nosotros? —exclamé rozando sus labios y vi su amago de sonrisa

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

¡Os cuento qué el capítulo del domigo será hot, pero HOT, HOT, HOT!

(yo advierto para personas pulcras hahahaha, así que ya sabéis, estad pendientes en la obra Capítulos hot porque se actualizará a la vez que cuando suba capítulo
tirititiiiiiiiiiiiiii)


(yo advierto para personas pulcras hahahaha, así que ya sabéis, estad pendientes en la obra Capítulos hot porque se actualizará a la vez que cuando suba capítulo tirititiiiiiiiiiiiiii)

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
De Plebeya a Princesa Where stories live. Discover now