Parte 59

287K 26.1K 2.8K
                                    

¡EL PRÓXIMO CAPÍTULO YA SERÁ PRIVADO BELLAS FLORECILLAS!

Si no me sigues no lo leerás...

¡¡Que disfrutéis del capítulo bellas florecillas!!

El avión aterrizó tres horas después de despegar del aeropuerto

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.




El avión aterrizó tres horas después de despegar del aeropuerto. Las tres horas más horribles y agonizantes de mi vida pensando en lo que me esperaba cuando llegase.

«Por favor no te lo lleves» rogaba mientras mi mano se aferraba entrelazada a la de Bohdan que no me dejó ni un minuto a solas. «Me casé o no, él tiene que llevarme hasta el altar» pensé mientras buscaba mil excusas que mi padre tenía que hacer antes de abandonarme.

No se podía ir... él no se podía marchar y menos aún sin verlo de nuevo, sin decirle cuánto le quería y agradecerle todo lo que había hecho y hacía por mí.

—Excelencia, aterrizaremos en menos de media hora pero vamos a comenzar el descenso por lo que le rogamos que se coloquen el cinturón de seguridad.

—Por supuesto. Gracias —escuché decir a Bohdan mientras momentáneamente soltaba su mano y me abrochaba el cinturón colocándome erguida e inmediatamente volvía a apretar su mano con fuerza.

—No me sueltes —dije sin mirarle mientras cerraba los ojos—. Nunca me gusta el momento del despegue y aterrizaje —me sinceré.

—No te soltaré —le oí contestar y noté como alzaba mi mano y me daba un beso en el dorso de la mano tan suave que me conmovió.

—¿Dónde aterrizaremos? —pregunté por matar un poco el tiempo y apoyándome sobre su pecho de nuevo.

No sabía si el avión aterrizaría en Madrid o se desplazaría a un aeropuerto más cercano.

—En Córdoba —contestó y le miré repentinamente extrañada—. ¿No está en ese hospital? Porque un hombre con el nombre de tu padre sí que fue ingresado en ese hospital.

—No, no —comencé a negar—. Quiero decir que sí que es ese hospital, pero ¿Dónde vamos a aterrizar? —pregunté pensando que no había aeropuerto en mi ciudad.

—En el aeropuerto por supuesto —afirmó serio.

Bueno, en realidad sí que hay una especie de "aeropuerto" ahora que lo pensaba. Solo que ni admite vuelos comerciales y en ese momento me enteraba que sí aceptaba vuelos privados.

—Gracias —dije mirándolo a los ojos directamente—. Si él no fuera quien era, no habría podido llegar tan rápidamente.

—No hice nada —susurró y se acercó para darme un beso en la frente—. Era lo menos que podía hacer por ti.

Pero hizo más... hizo mucho más, porque nada más bajar del avión nos esperaba un helicóptero en marcha al cual nos subimos inmediatamente y despegó, evitando así el tráfico de la ciudad y haciendo el recorrido hasta el hospital en apenas diez minutos. En cuanto bajamos desde el mismísimo helipuerto del hospital donde se debía encontrar mi padre alguien nos esperaba y tras saludarnos formalmente, nos condujo inmediatamente hasta la habitación donde se debía encontrar mi familia o al menos eso esperaba.

De Plebeya a Princesa Where stories live. Discover now