special trainee « bts

012.

Después de la cita con JiHeo me dirigí hacia mi casa, allí llamé a Taemin ya que me estaba mandando mensajes, los contesté y le pregunté si quería que le llamase ya que no paraba de escribir.

—Hey Taemin.

—¡_____!, ¿que tal el photo shoot? ¿Y la cita con JiHeo?

—El photo shoot genial, tengo fotos para enseñarte. JiHeo ha vuelto a cambiarme la dieta, y sigo con el castigo.

—¿Es mejor esa dieta?

—¿Conoces la antigua dieta de IU?

—¿Cómo piensa ese bastado que vas a poder rendir con esa dieta y con el castigo?—se le escuchaba un poco alterado.

No le iba a decir que estaba amenazada, sería como seguir echando agua a un vaso lleno.

—Tengo día libre, y los chicos se han ido a aprovecharlo—dijo tras suspirar—, ¿recuerdas donde está mi casa? Hablamos y más tarde pregunto a Jimin si viene.

—¿Seguro que a Jimin no le molesta que esté siempre que quedáis?

—No, ¿lo recuerdas?

—Creo que si.

—Vale, voy a hablar con Jimin, te quiero en mi casa en nada.

—¿No hay que avisar al CEO?

—No, tranquila.

—Está bien.

Seguía con el último maquillaje que habían usado y no iba a volver a casa a cambiarme, así que me dirigí directamente a casa de Taemin. Por el camino pase por un supermercado y compré tres cubos de ramen, uno de sobra por si venía Jimin. Al recordar eso, mientras pagaba al encargado me recorrió un escalofrío, pensar que últimamente lo veía casi seguido era realmente fascinante, pensando que yo soy su fan. Después de ese pequeño inciso volví al camino hacia casa de Taemin y una vez llegué a la calle le pedí por mensaje si podía salir aunque sea a la puerta, o que me dijese el número.

—Estás justo delante de mi portón.—me contestó.

Miré a la izquierda y seguido la puerta se abrió por lo que dí por hecho que era esa casa y me dirigí a ella y entré.

—He traído ramen.—dije sonriendo mientras me quitaba los zapatos.

—Los llevaré a la cocina.—dijo cogiendo la bolsa y la llevó a la cocina.

Una vez me acabé de quitar los zapatos y colocarlos en un lugar donde no molestaran, me coloqué las zapatillas que me dió Taemin y me dirigí a la cocina.

—¿Has traído tres?

—Habías dicho que avisarias a Jimin, así que traje uno de más por si acaso.

Él sonrió.

—Vendrá.

Intenté ocultar mi sonrisa, estaba feliz de verlo seguidamente, Jimin era del tipo de personas cálidas, y eso me gustaba.

—Entonces no lo he comprado en vano.

—Antes de que venga, que no tardará demasiado... Vamos a hablar–se dirigió al salón y lo seguí hasta allí, ambos nos sentamos en el sofá—. ¿Que vas a hacer con JiHeo? Dime que sabes que no es sano.

—Lo sé, y no creo que deba perder mucho más peso.

—Menos mal. JiHeo suele conseguir que los demás vean correcto esas dietas tan estrictas. Tienes que hablar con el CEO y contarle que tan extremo está llegando a ser.