special trainee « bts

061.

Aquella inocente pregunta logró exhaltarme más de lo que lo hizo aquella canción. Obviamente él no sabía nada del estado actual de la relación entre Yoongi y yo, y estaba debatiendo conmigo misma sobre qué responder.

—¿A qué te refieres?—acabé preguntando.

—Escuché que estáis haciendo una colaboración, ¿cómo surgió?

Casi solté todo el aire que se encontraba en mis pulmones, los rumores entre empresas volaban. No era la primera vez que escuchaba que "x" persona de tal grupo estaba "de rollo" con "x" persona de cual grupo, y si alguien había especulado sobre las últimas veces que Yoongi había venido a mi estudio o yo al suyo, íbamos a tener un problema. Ni siquiera nosotros sabíamos por qué camino íbamos a llevar todo lo que estaba pasando, sería un problema tener que contestar a preguntas sin saber la respuesta.

—A ambos nos gusta el trabajo del otro—sonreí—, lo hablamos y decidimos trabajar juntos.

Sehun asintió, aquello era muy común, y sabía que, técnicamente, no tenía ningún interés en involucrarme de ese modo con alguien, así que simplemente siguió hablando mientras me daba todas las pasas con las que se cruzaba tras hundir su mano en la bolsa de ganchitos. Aunque mi teléfono volvió a sonar durante unos segundos.

—Tal vez deberías ver qué pasa.

—Hace tiempo que no nos vemos Sehun.

—Mandale un mensaje entonces, aprovecharé para sacar todas las pasas, no entiendo cómo te gustan...—musitó mostrando su asco hacia las nombradas con una mueca, haciéndome reír.

Cogí el teléfono para buscar la conversación de Yoongi, entonces ví que había recibido algunos mensajes de su parte:
«—Ha surgido algo. Iremos a Estados Unidos durante al menos una semana a partir de mañana.
—Según me dijiste deberías estar a punto de acabar tu agenda de hoy así que... ¿Qué tal si adelantamos esa cena?
—Y...
*mensaje eliminado*»

Fruncí el ceño, tanto por que tuvieran que añadir a la fuerza ese tipo de cosas a su agenda, como por aquel mensaje borrado.

—Me parece bien, ¿están los chicos de acuerdo? Tal vez quieran descansar.

Como acostumbraba, Yoongi contestó rápido, pero no lo suficiente para haberlo hecho antes de dejar el teléfono sobre el suelo de nuevo, así que cuando salió la notificación de aquel mensaje, Sehun pudo alcanzar a leerlo.

—Pensaba en cenar los dos solos.

El corazón se me paró por un segundo. Quedé estática mirando el teléfono mientras tragaba saliva.

—Tal vez hay algo más que trabajo entre vosotros—dijo Sehun casi sonriendo, acabando de tirar a su boca el ganchito que se encontraba en su mano—, ¿me equivoco?

—Es para hablar sobre—trate de arreglarlo casi con tono de interrogación, pero Sehun negó con la cabeza confirmando que ya era tarde—... Es una historia larga, Sehun.

—Diría que tenemos todo el tiempo del mundo pero deberías prepararte para esa cena, porque irás, ¿no?—dijo casi amenazante.

—En cualquier caso no pensaba cambiarme—junté mis cejas mientras miraba mi ropa.

Ya que me iba a tirar la gran parte del tiempo sentada en el estudio, me puse algo con lo que podía estar cómoda, combiné unos vaqueros bastante anchos decorados con rotos, las balenciaga que tanto me costaron comprar en su momento, una camiseta de doble manga metida en el pantalón acompañandolo la primera chaqueta con la que topé, la negra de cuero.

—¿No es una cita?—levantó una ceja.

Aquello hizo que se me pusieran los pelos de punta. Sehun debió notar mi sorpresa, así que después de reír, volvió a hablar.

—Levanta, eres muy inocente, voy a ayudarte a elegir algo mejor que eso.

Casi no me moví, pero cogió mis manos para ayudarme a levantarme del suelo, cogí mi teléfono y lo desbloqueé, pero antes de responder miré a Sehun.

—Creo que él tampoco tenía pensado en esto como una cita...

Sehun rió.— ¿Y porqué prefiere que estéis solos? Si te sientes mejor sin ponerle etiqueta, está bien.

Traté de ignorarlo para responder a Yoongi mientras que enredaba nuestros brazos para así poder guiarme.

—¿Es por lo del sushi?—escribí.

—¿Y dónde iréis?—preguntó.

—Seguramente a mi casa, vivimos muy cerca y ya sabes lo complicado que es ir fuera.

No tardé en recibir la respuesta de Yoongi mientras que Sehun se quejaba por no haberle tenido al tanto de la situación.

—Puedes tomarlo como eso, es una excusa para despedirme, aunque solo sea una semana.
»Sé que estando los chicos no estaré lo cariñoso que a lo mejor me gustaría. Pero podemos ir con ellos un rato, así también puedes despedirte.

De nuevo la sinceridad de Yoongi me explotaba en la cara, y debió de salpicarle aquello a Sehun ya que quedó completamente callado después de aspirar un poco de aire.
Guardé mi teléfono en el bolsillo de mi pantalón tras darle una respuesta afirmativa y miré a Sehun aguantando mi risa, aquel chico parecía haber visto un fantasma.

—Trata de ser todo lo sincero posible, es su modo de demostrar confianza y afecto...—dije casi convenciendome a mí.

En cambio, en vez de recibir una respuesta, Sehun paró en seco y rebuscó algo en sus bolsillos, no tardó en sacar su teléfono vibrando para contestarlo rápido.

—¿Si?—sus cejas bajaban conforme escuchaba a quien se encontrara al otro lado de la línea—... Está bien—contestó para colgar—. No puedo, reunión de última hora...

—No te preocupes.—sonreí y despeiné su pelo.

(...)

Me miré al espejo de mi habitación, tampoco hice mucho esfuerzo en arreglarme algo más, pero sí quería asearme y hacer algo para mandarle una foto a Sehun y que así dejara de mandar mensajes cada dos segundos.
Combiné unos pantalones de cuadros que se ajustaban a mi cintura y dejaban a sus anchas el resto de mis piernas con un top que apenas solía ponerme. Era blanco y, para ser de tirantes, bastante cómodo. Encima de todo coloqué mi cárdigan marrón y me coloqué los primeros zapatos que encontré en mi entrada para empezar a andar hacia la casa de los chicos una vez confirmé que el amago de maquillaje se veía bien; tan solo pinté mis labios de un tono algo más llamativo y me coloqué máscara de pestañas.

—Estoy de camino, ¿qué le vas a decir a los chicos?

Debería de ser honesta conmigo misma: estaba nerviosa, ¿una cita? Sehun había metido esa idea en mi cabeza, y ahora no quería salir de ella. Tenía tan claro que tan solo íbamos a quedar como ya habíamos hecho otras veces que ni se me había pasado por la cabeza catalogarlo de esa manera.

—Que te he pedido una cita.—contestó