026.

4.3K 370 20
                                    

—¿Que hacéis aquí?—preguntó de lo más normal, colocándose mejor en el sofá y alejándose algo de mi.

No podía creerle, ¿eso es lo que se le ocurrió?

—¿Y tu?—contraatacó Jin.

—Me caí y vinimos a curarme la herida—intervine y señalé mi rodilla—, se me había ocurrido una letra así que mientras que yo la escribía Yoongi se ofreció a curarla.—expliqué rápido.

—Y yo trataba de ver qué escribía.

—Ah...—dijeron a la vez, asintiendo con la cabeza.

Tan pronto mostraron entender siguieron con la conversación que estaban teniendo, del mismo modo, no pude evitar reír.

—Lo siento.

—Ellos son así con todo, ven demasiados doramas—rió levemente—, ¿entonces puedo leer eso?

—Si me das dos minutos la acabo.—levanté mi dedo índice y corazón.

—Mientras yo recogeré esto.—dijo cogiendo el botiquín y levantándose.

Asenti y seguí escribiendo.

Se me había ocurrido una base lenta, con algunas variantes ya que se me ocurrió colocar un rap medio rápido después del primer verso y otro al final. La letra hablaba sobre roturas de corazón y lo que importaba no tratarse a uno mismo como una basura, ya que personas hay muchas en el mundo, y van y vienen, pero tú eres la única persona que puede cuidarte, y amarte para siempre. En resumen, el amor verdadero es uno mismo.
Cuando Yoongi volvió le cedí la libreta y le enseñé y expliqué algunas marcas.

—Mira... Estas marcas de aquí significa que hay un cambio de tono, y estas que hay alguna edición en la base...—así seguí hasta cuatro o cinco marcas más.

Durante un rato se encontró Yoongi leyendo aquel borrador.

—¿Puedo hacer algún retoque?—señaló una estrofa— Realmente si aquí estas diciendo que no importa que te rompan el corazón, mientras que la que no te lo rompa seas tú misma... creo que el rap sería apropiado que hablara, en el primero, sobre una vez que sufriste de corazón roto, y en el segundo, ya que cierra la canción de como combatir o evitar romperse a uno mismo.

Le cedí el bolígrafo.

—Encantada de que lo corrijas—cogió el boli—. Y tengo una duda, ¿no crees que aquí debería...

—¡¿En serio?!—escuché esta vez la voz de Jimin.

¿Pero porqué no me enteraba cuando entraban?
Nuevamente, podía mal interpretarse la situación, tenía la mano cerca de la suya ya que estaba señalando una estrofa cerca de donde tenía colocada la suya, y estábamos cerca ya que, como he dicho antes, mi letra es pequeña, y tenía que acercarme para leerla.

—¡_____!—se sorprendió Taemin.

Ay no. Que Taemin hubiera visto eso era malo, daba por hecho de la manera en la que lo iba a interpretar, y con una simple explicación de la situación no le iba a bastar, iba a llevarme con esto hasta la tumba.

Ambos nos separamos, sin quitar la vista de los tres que habían entrado a la casa.

—¿_____, estas mejor?—sonrió Jungkook acercándose.

Agradecía que él se comportara de forma normal.

—Si—le sonreí—, molesta algo, pero no duele.

—Me alegro...

Jungkook se veía como que iba a seguir hablando, pero fue interrumpido por Taemin, quien se acercó rápido agarrando a Jimin.

—¿Hemos visto lo que hemos visto?

—Creo que ellos son como Jin y Namjoon—dijo Yoongi.

Los dos nombrados salieron de la cocina, sintiéndose llamados por Yoongi.

—¿Qué pasa?—dijo Jin.

—Lo mismo que con vosotros.—dijo indiferente.

Aquellos dos se fueron tras desearnos suerte, ya que los dos Min eran bastante más testarudos que ellos.

—Se le ocurrió una idea, y la escribió mientras que yo le curaba la herida—comenzó Yoongi, sentándose algo más cómodo en el sofá—. Estábamos mirando algunas cosas para mejorar su apunte, o eso íbamos a hacer.—levantó una ceja ante los tres.

Me daba entre pena y gracia la expresión de Jungkook, no parecía entender la situación y miraba hacia nosotros y hacia sus acompañantes como si fuera un partido de tenis.

—No me siento muy convencido.—dijo Taemin.

—Pensándolo tiene sentido—empezó Jimin—, vemos demasiados doramas, y ellos no son de ese tipo. Tampoco hablan mucho entre ellos.

Ahí debía apuntar que se había equivocado, realmente, desde que le hablé tras lo del inkigayo, hablábamos casi diariamente por Kakao.

—Eso es cierto—me miró con el ceño fruncido Taemin—. Me siento defraudado.

—¿En serio?—dije incrédula.

Tras una pequeña disputa, después de que Taemin me cediera el pequeño granizado que me había adquirido, Yoongi tuvo la gran idea de que ahora que nos sentíamos inspirados, separarnos del grupo para comenzar a escribir la canción de la colaboración. Estaba de acuerdo con ello.

—¿Os importa?—preguntamos ante los que se encontraban allí.

—No, tranquilos—comenzó Jimin—, pero creo que ahora que tenéis un tiempo libre los dos deberíais aprovecharlo.

—Estoy de acuerdo—dijo Taemin—. Pero sois libres de hacer lo que queráis.

—¿No preferís descansar?—añadió Junkook.

—¿Podéis avisar al resto entonces?—pregunté.

Ambos nos pusimos en pie y salimos de aquella casa hacia, según pensaba, fuera de la urbanización.
Yoongi hizo que pararase en un momento tocandome el hombro.

—Realmente es por allí—señaló hacia la señal de un parking—. Conduciré hasta allí.

—Oh, está bien.—le sonreí.

Caminamos hacia dicho sitio, ambos hablábamos del proceso creativo que llevaríamos, ya que era la primer vez que trabajariamos juntos. A pesar de estar manteniendo una conversación, mi cabeza empezó a funcionar por si sola. Por suerte, rápido habíamos empezado a salir todos juntos, debido a Jimin y su entusiasmo respecto a juntarnos a Taemin y a mi con su grupo. Junto a eso y a las grabaciones, casi veía a los chicos diariamente. Aquello hizo que cogiera confianza con ellos de una manera algo más rápida, y para mi era extraño, tomando de referencia que ellos habían sido mis ídolos, y en cierta parte seguían siéndolo. Aunque, a pesar de eso, me sentía feliz de que haya sido así.
Ahora iba a trabajar junto a uno de mis favoritos de la insustria musical, y eso no tenía precio.

—Tenía entendido que no os dejaban conducir.—dije cuando me senté de copiloto.

—Realmente no—dijo mientras arrancaba y sacaba aquel Audi negro de su plaza del parking—, pero es mejor esto si no quieren que nos vean juntos.

Yoongi conducía tranquilo, observando la calle y sin apartar su mano de las marchas. Mientras que él conducía, comencé a hablar de lo primero que se me venía a la mente, él asentia, y a nada de tiempo de llegar a nuestro destino, salió un tema de conversación que tarde o temprano debía explicar.

—Si estoy siendo poco cauteloso puedes decírmelo—dijo bajando la velocidad del coche a causa del semáforo en rojo—. Pero tengo una gran curiosidad sobre tu llegada a Corea, ¿porqué te fuiste de España?—me observó.

special trainee « btsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora