057.

2.6K 246 28
                                    

—Si es por lo de Jungkook por favor Yoongi, no...—me interrumpió.

—No, no es eso, aunque me gustaría saber cómo te sientes de verdad con eso.

Al haber obtenido aquella negación, el nerviosismo se apoderó de mí en la primera bocanada de aire que tomé tras escucharlo. En los segundos que tardó en volver a hablar tuve tiempo suficiente como para pensar en todo lo que podía ser, ya no solo por el hecho de estar en la situación en la que estábamos ambos, si no que ¿quién no se pone nervioso si le dicen "tenemos que hablar"?

—¿Qué probabilidad hay de que Han se entere de que vives aquí?—preguntó casi sin alguna entonación, mirándome directamente.

Aquello me pilló totalmente desprevenida.

—No lo sé.—dije honestamente.

—_____... No puedo evitar sentirme inquieto—desvió su mirada hacia sus manos—, después de saber cómo es, no puedo simplemente pensar que con mudarte sirve.

—No pienses en eso directamente—lo miré con el ceño fruncido—, tienes otras preocupaciones, Han debería de ser lo de menos.

—No debería—volvió a mirarme, esta vez mostrándome un gesto de desagrado—, no preocuparme de eso significaría ignorar el hecho de que existe un riesgo en que vuelva a pasar. Y ahora mismo no puedo.

—Pero Yoongi...—me interrumpió.

—¿Porqué crees que los chicos quieren dormir aquí?

Me limité a abrir la boca, intentando decir algo, pero simplemente no salió nada. Yoongi me tomó el relevo y siguió hablando.

—_____ no puedes asegurarme que no te va a pasar nada, ni puedes asegurarme que él no va a poder llegar hasta aquí, lo sé—se limitó a hacer un pequeño silencio mientras me observaba hasta que lentamente dirigió sus manos a cada lado de mis mejillas, observándome más de cerca—... Nos importas muchísimo—casi susurró—, mucho, de verdad. Así que porfavor, si hay próxima vez no esperes ni confíes en que no te pasará nada grave, no le des más oportunidades de hacerte daño.

—No os preocupéis de más, porfavor—dije jugando con mis manos mientras que él colocaba mi pelo detrás de mis orejas—. Trataré de hacerlo.

—Yo no puedo parar de pensar en eso, ______.

—Yoongi...—lo miré.

—¿Qué?—deslizó sus manos al comienzo de mi cuello—, con dificultad puedo dejar de pensar en tí en algún momento, es difícil no poder quitarme eso de la cabeza.

A estas alturas me negaba a contar las veces que Yoongi me dejaba sin habla después de decir algo tan abiertamente.
No tardó en separar sus manos de mí para colocarlas detrás suya, recostando su espalda en el sofá para seguir hablando.

—Cambiando de tema, ¿te han cambiado la dieta?

—¿Qué?—lo miré confundida—. No, ¿porqué?

—Has comido muy poco, y ensalada.

—Es que no tenía mucha hambre y era mejor comer algo ligero a no comer nada.

Se limitó a observarme, sabía que pensaba en cualquier otra cosa así que reí levemente.

—Esta última semana ha sido algo agotadora, no he tenido mucho tiempo como para relajarme o cualquier otra cosa, así que tengo el apetito algo cerrado—dije sin quitar mi sonrisa—. Sin duda volveré a regular mis comidas cuando todo vuelva a la normalidad.

Yoongi pareció empatizar con mi sonrisa, mostrándome la suya sin llegar a mostrar sus dientes.

—¿Qué es la normalidad para tí?

—Bueno—rei y miré hacia la televisión con una imagen parada—, no tener que empaquetar o desempaquetar, habituarme a vivir en un sitio así...—comencé a enumerar.

—¿Cenar sushi conmigo?

No pude evitar reír ante aquello, del mismo modo el también lo hizo y como solía hacer cuando se trataba más bien de una risa nerviosa, llevó su mano hacia detrás de su oreja. Empezaba a aprenderme sus manías, y no sabía si me daba miedo, o me enternecía.
Me limité a asentir.

—Pronto entraremos en hiatus—comenzó—, por fin tendremos vacaciones... Tal vez podemos cenar cuando empiece.

—¿No irás a Daegu?

—Si, pero no iré nada más comenzar.

—¿Te gusta?

—¿Qué?—me miró sorprendido.

Debido al idioma, aquella pregunta podría interpretarse de otro modo, así que rápidamente volví a hablar.

—Daegu, ¿te gusta Daegu?

Estuvo durante un corto tiempo hablando sobre Daegu, decía que era muy pequeña para todo lo que tenía, en cierta parte le agobiaba ya que para él era difícil andar por sitios tan transitados (ya que es una metrópolis), así que iba poco a visitar a su familia.

—¿A ti te gustan las ciudades así?

—Bueno—rasqué mi cabeza—... nunca he estado.

—¿No has ido nunca a Daegu?—abrió sus ojos—. Ojalá pudiera llevarte.—casi murmuró.

—Supongo que tendré oportunidad de visitarla algún día.—le sonreí.

En cambio Yoongi colocó ambos codos sobre sus rodillas, adelantando un poco su cuerpo y rodeando con los antebrazos su cabeza.

—Agradezco tanto las vacaciones que están por venir, empiezo a cansarme de estas cosas.

—Son daños colaterales que vienen con esta cartera.—dije colocando mi mano en su espalda.

—Por desgracia.—suspiró.

Acabé dirigiendo mi mano a su pelo cada vez más largo, ahora de un color entre castaño y rubio.

—¿Cómo os vais a repartir para dormir todos cómodos?—decidí cambiar el tema.

Se incorporó para así poder mirarme, fue entonces cuando tras separar mi mano de su pelo, decidió agarrarla y posarla sobre su pierna, donde entrelazó nuestros dedos.

—Tres en la cama, y tres aquí.

—Sois siete—casi reí—, ¿y el séptimo?

—Contigo.—casi preguntó.

Me quedé mirándolo, sin pensar nada, apenas iba a decir algo cuando el volvió a hablar.

—¿Puedo dormir contigo?

—¿L-los chicos no...—me interrumpió riendo.

—Ya he podido explicarles un poco la situación.—dijo pasando su mano libre hacia mi nuca, jugando con mi pelo desde allí.

—Supongo que sí.—acabé diciendo volviendo a mirar la televisión.

Volvió a sonar la leve risa de Yoongi, por lo que dirigí mi mirada hacia él, de modo que soltó mi mano para así poder juntar la suya a mi mejilla. Se acercó a mí, parándose a centímetros de mi cara, dejando el espacio suficiente como para poder mirarme a los ojos, casi preguntando si podía hacer lo que ya había hecho anteriormente. Tan solo siguió con su objetivo cuando notó mi mano sobre su mandíbula. De nuevo volvió aquel sentimiento, una pequeña descarga eléctrica junto a todo mi estómago dando vueltas casi al ritmo de nuestros labios. Cuando nos separamos, inesperadamente Yoongi dejó un nuevo beso sobre mis labios, dejando su sello en ellos. Una vez alcanzó una distancia considerable, me sonrió y casi como un reflejo le sonreí de vuelta.
Yoongi recolocó sus manos sobre mis mejillas y juntó nuestras frentes, apenas pudo decir la primera sílaba de mi nombre cuando llamaron al telefonillo.

(...)

Nota

Perdón por tardar tanto!! He estado bastante ocupada y no quería escribir rápido y mal, así que he ido preparando unos cuantos capítulos para intentar ir subiendo más seguido durante unas semanas...
Espero que todos estéis sanos y salvos!! Feliz Lunes ✨💞.

special trainee « btsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora