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062.

Parecía mentira de lo irónico que era que hubiera dicho esa palabra después de que Sehun lo catalogara de aquél modo. Y si, leer aquello me hizo parar a medio camino. ¿Una cita? ¿Él quería eso? ¿Le había dicho eso a los chicos?

—Llevan tiempo diciendo que debería pedirte una, así que tomaré la quedada de hoy como tal.
»Si tú también quieres, claro.

Cerré los ojos mientras suspiraba, mi corazón iba a salirse de mi garganta si seguía así.

—Debería haber puesto más empeño en mi ropa.—fue lo único que se me ocurrió para no morirme de la vergüenza.

Cuando llegué a la puerta casi me costó diez segundos tocar el timbre, nunca había ido tan nerviosa, y si Jimin se daba cuenta de eso iba a estar chinchandome el tiempo que me tenga delante.

—¡_____!—gritó mi nombre Jungkook casi hiperventilando, podría jurar que había ido corriendo hacia la puerta. Antes de volver a hablar miró mi ropa y sonrió de medio lado—, vamos a estar un tiempo sin vernos—dijo con un puchero—, me alegro de que hayas venido antes de ir con Suga.

—También quería despedirme de vosotros, después de vernos tan seguido será raro.—sonreí mientras me abrazaba.

—Ojalá pudieras venir, estoy seguro que lo pasaríamos mejor.

Jungkook cerró la puerta y mientras me rodeaba con uno de sus brazos andó hacia el salón, escuchar a Yoongi quejarse consiguió que volviera el nerviosismo del que había conseguido deshacerme al hablar con Jungkook.

—No quiero meterme demasiado en cómo estáis—empezó Jungkook ralentizando el paso—, pero Yoongi se ve más animado últimamente—cuando vio mi expresión confusa, él rió y habló de nuevo—. Si algo he aprendido en estos años es que hay gente que te suma, y gente que te resta—paró de andar y me mostró su sonrisa tan particular—, a todos nos sumas, pero a él de un modo especial.

—¡_____!—gritó Namjoon.

Taehyung, quien movía las manos frente al cuerpo de Yoongi, que estaba de espaldas a mí, sujetó la cara de este tras mirarme sobre él.
Abracé al resto mientras Tae trataba de hablarle seriamente a Yoongi, ignorando sus quejas y sus amagos de zafarse de las manos del primero, y sí, mi ritmo cardíaco parecía subir y subir.

—Nunca te había visto con este estilo—habló Jimin sonriendo, abrazándome de nuevo ya que Taehyung no dejaba a Yoongi libre—, te ves muy bien.

—Sehun insistió en que debía arreglarme algo más, tal vez debería haberle hecho caso—miré mi ropa—, no es arreglado.

—Bueno, Yoongi va algo más diferente que de costumbre, así que ambos vais bien.—sonrió.

Aquello me hizo focalizar mi vista en el nombrado, trataba de no hacerlo para no ponerme más nerviosa, me sentía muy estúpida poniéndome tan nerviosa cuando ni de lejos era la primera vez que quedábamos solos. Toda la culpa era de aquella maldita etiqueta.
Jimin no exageraba, Yoongi iba algo más diferente, llevaba unos chinos grises largos a conjunto con su pelo, y una chaqueta de cuero, cuando Taehyung lo dejó libre pude ver que bajo la chaqueta llevaba una camiseta un tanto ajustada blanca. No iba a mentir, se veía muy bien y aquello me hizo sentir peor por no haber echo caso a Sehun.

—¡_____!—me gritó Taehyung acercándose a mi—, me encanta—puso ojos de perro agarrando los extremos de mi cárdigan—, ¿puedo pedírtela algún día?

—Claro.—le sonreí.

Apenas pude hablar algo más con ellos, ya que como saludo, Yoongi sujetó mi mano y habló a los chicos por ambos.