066.

2K 208 43
                                    

Me hubiera gustado haber sido capaz de decir otra cosa, pero la situación era la que era, y las relaciones de ese tipo en nuestro trabajo dependían del contrato que habías firmado.

—Yoongi—apenas me dejó decir algo más.

—Lo tengo permitido—dijo sabiendo qué iba a decir—, cambié eso cuando renovamos el contrato. Sólo... Hay que ocultarlo.

Tomé una gran bocanada de aire, tratando de poder hablar sin trabarme a consecuencia de la irregularidad de mis pulsaciones.

—No quiero que se quede en esto—miré hacia mis manos, notando las suyas pasearse por mi espalda—. Tampoco quiero arriesgar tu carrera.

—¿No estás pensando en la tuya?—sus manos pararon.

—No es eso—no quería mirarle a los ojos, sabía que iba a enfadarse pero no quería modificar la realidad—. Mi contrato es de dos años, me gusta esto, me gusta este trabajo, pero a la hora de renovarlo, si lo piden, yo también lo quiero cambiar—hablé, en mi empresa las cosas eran diferentes y lo aprendí cuando casi iba a cumplir un año allí, era una ley no escrita, no era que no te lo permitieran, pero iba a haber consecuencias si se descubría. Y eso sí estaba plasmado en mi contrato—. No estoy segura de qué haría si...—me interrumpió.

—Estas cosas son las que me gustaría hablar cuando vuelva, _______—dijo agitando su cabeza—. No quiero llegar a una mala conclusión demasiado pronto y arruinarlo.

Ambos nos quedamos callados, pero al contrario que él, yo no podía mantener mi mirada unida a la suya.
Despeiné mi pelo como si aquello pudiera deshacer todo lo que andaba por mi cabeza y cerré los ojos con fuerza, apretando mis dientes.

—Voy a buscar algo para dejarte.—dije levantándome.

Escapé antes de que él pudiera decir algo tratando de levantarse a la par que yo. Busqué en mi armario pensando en mil cosas a la vez, era obvio que lo que me pedían mis sentimientos no era lo mismo que lo que razonaba mi cabeza, y no sabía qué debía hacer o decir. Encontré una de mis camisetas más anchas junto a unas bermudas que se me habían quedado grandes, de vuelta al salón Yoongi estaba sentado, mordiéndose la uña de su pulgar con la mirada en un punto fijo. Dejé las cosas en la mesa, pero él seguía embobado. Pocas veces le pasaba eso, así que me agaché frente a él apartando su mano de su boca, llevaba tiempo sin morderse las uñas y era algo que estaba trabajando mucho. Cuando miré sus ojos estaban cristalinos, aquello casi consiguió que se me parase el corazón.
Me encontraba en uno de esos momentos en los que no sabía que decir de nuevo, y me encontré mirándolo durante unos segundos hasta que logré hacer algo, ahora teniendo mis pulsaciones más altas si cabía. Apenas recordaba si lo había visto llorar alguna vez, y dudaba en que fuera algo de mi agrado.

—Yoongi—traté que me mirase pero él pestañeaba rápido con su mirada aún perdida, apretando sus labios—... Quiero oficializar esto y que ambos podamos seguir con nuestra carrera—pensé que la honestidad era lo correcto, por mucho que me costara hablar de manera tan directa. Más aún con mi mirada en la suya, aunque él no tuviera la suya sobre la mía aún—. Estoy bien con que quieras hablarlo cuando llegues, lo entiendo, es mucho tiempo en el que vas a poder pensar las cosas, y yo también. Eres una persona calculadora, es de las cosas que me gustan de tí—sabía perfectamente que tanto mis mejillas como mis orejas se estaban tornando coloradas, pero no me frenó aunque la mirada de Yoongi se posó sobre mí—. Barajas las opciones, piensas en posibilidades y elijes lo que crees mejor, sueles hacer lo mejor posible. Así que voy a seguirte y a esperar.

Se quedó mirandome, haciendo que aquellos segundos se hicieran eternos.

—Voy a cambiarme.—dijo tras aclarar su voz, aunque no por eso salió estable.

Cuando se levantó yo también lo hice, parándolo poniendo mi cuerpo frente al suyo.

—Espera, por favor—dije bajando mi mano hacia la suya para así poder confirmar que se había mordido la uña y los padrastros, consiguiendo hacerse sangre—, quiero saber si hay algo más que te preocupa.

Yoongi frunció el ceño mirando hacia otro lado.

—Quiero que esto funcione, y quiero que podamos estar juntos—comenzó tratando de estabilizar su voz—. Porfavor, vamos a hablar de esto cuando vuelva.—me repitió antes de coger lo que había dejado sobre la mesa para ir a cambiarse.

Volví a sentarme, a pesar de tener la necesidad de hablarlo cuanto antes tras ver su preocupación, lo oportuno era esperar.
Cogí mi teléfono sobre la mesa para deshacerme de la luz parpadeante que me indicaba que había recibido algún mensaje. Cuando lo abrí no pude evitar mirar hacia la dirección a la que había marchado Yoongi, aunque no estuviera ahí.

En estos momentos eres la razón y el remedio para el estado de Suga, por favor, deja que esta noche se quede allí. No importa si se hace tarde, tenemos un día libre allí para retomar energía. Puede no parecerlo pero él piensa en todo, todo el tiempo.

Namjoon había mandado aquel mensaje hacía ya un tiempo, así que asumí que lo mandó cuando Yoongi salió de casa. Le contesté que ya se estaba cambiando para levantarme cuando escuché la puerta abrirse, así dirigiéndome hacia su dirección. Él se paró a mitad del pasillo, mirándome con la ropa que antes llevaba puesta ahora doblada en su mano, mientras que en la otra sujetaba un papel.
Miré hacia el papel, pensando de dónde lo había sacado y qué era.
Él sin decir palabra se dirigió hacia el cuarto de invitados para dejar la ropa, volviendo enseguida al pasillo, desdoblando aquel papel para encender una bombilla en mi cabeza. Debía de ser una de las letras que había escrito al principio de todo esto, cuando ni siquiera sabía a quién se las estaba dedicando, o más bien, no quería darme cuenta.

—“Ni en lo más profundo con un caparazón, ni en lo más externo con la piel expuesta—leia en voz alta—; no puedo dejarle entrar, no debe acercarse más.”—casi preguntaba, juntando sus cejas.

Me hizo recordar la letra, no era el momento para que él hubiera encontrado eso. Apostaba que la había guardado en aquellas bermudas.
Quería quitarle el papel, pero me había quedado estática.

“... Si esto sigue, nadie lo puede parar. Va a seguir ardiendo y chispas van a saltar, arrasando con todo hasta acabar conmigo, ¿quiero más?.”—siguió leyendo.

Por suerte, antes de que llegase a la parte más desmotivadora cogí el papel de entre sus manos, haciendo que su mirada se dirigiera a la mía, la cual también enmarcaban unas cejas arqueadas.

—Esto es muy viejo—dije doblandolo de nuevo—. Ni siquiera lo escribí pensando...—traté de excusarme pero Yoongi me interrumpió.

—¿Cuándo lo escribiste?—trataba de descifrar su mirada pero no podía.

—Algo más de un mes desde que empezamos a ser cercanos, pero eso—me volvió a interrumpir.

(...)

Aquí estoy de nuevo!!! Espero que os haya gustado el capítulo ^^
Me pasaba por aquí tan solo para agradeceros por leerme y por dejar tanto favs como comentarios, me encanta leeros~
Gracias una vez más!<3

special trainee « btsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora