015.

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Aquella figura era Jimin, ¿que hacía tan temprano aquí? Aún quedaban casi diez minutos para la hora a la que debíamos vernos los tres.
Al parecer le llamé la atención de alguna manera ya que me miró, cuando sonrió le saludé y comencé a quitarme los auriculares.

—¿No llegas demasiado temprano?

—¿Y tu?—contestó riendo.

—Estaba aburrida así que salí antes.

—Te comprendo, hoy los chicos estaban cansados así que tampoco podía hacer mucho en nuestro apartamento.

—Entre el tour y las presentaciones debéis estar cansados.—dije juntando los labios, me daba pena que no pudiesen descansar.

—Si, pero al fin y al cabo, es lo que nos gusta, aunque a veces sea excesivo.

Me estaba sorprendiendo de lo poco que nos estaba costando mantener una conversación, bueno, me estaba sorprendiendo de mi misma, ya que no tartamudeaba.
Pudimos mantener una conversación fluida, de lo cual me sentía orgullosa ya que no me consideraba una persona con muchos temas de conversación. Taemin llegó justo a la hora prevista, por lo que decidimos adentrarnos más al parque para encontrar un sitio aún más privado. Ellos me explicaron que casi todas las veces que querían verse fuera de algún sitio cerrado, debía ser de ese modo.

—Que las revistas hagan rumores de cualquier cosa que vean es fácil, por lo que los CEO's te advierten de eso, y por lo general es mejor hacerle caso—habló Taemin—. Con suerte nuestro CEO no toma demasiados recursos en que nosotros no seamos pillados por paparazzis.

—El nuestro tampoco—dijo Jimin con media sonrisa—. Casi podemos hacer cosas con normalidad, obviamente depende del lugar en el que estemos.

Las conversaciones tornaron algo más profundas en cuanto a lo que requería ser idol en Corea, aunque tuvieron una facilidad muy grande en cambiar de tema cuando se cruzó la ocasión, de algún modo u otro acabaron sacaron el tema de si yo me sentía atraída por alguien de mi empresa.

—Nunca he conseguido que me diga algo fuera de "míralo, es muy atractivo"—apuntó Taemin.

—Realmente es eso lo único que he podido llegar a pensar, no conozco a la mayoría, por lo que no puedo decir que me sienta atraída de alguien de otro modo que el obvio.

Ugh, eres muy aburrida—se quejó Taemin— ¿Conoces la historia de los sándwiches del Inkigayo?

—¿Los qué del que?

Creo que dejé claro con aquella contestación que no sabía a qué se refería.

—Los sándwiches del Inkigayo—repitió Jimin y lo miré—. En el plató del Inkigayo, en la 4a planta, hay una cafetería, allí, en el plásticos que envuelven los sándwiches, unos dejan su número en la esquina de este. Demasiadas cosas interesantes pasan por allí—sonrió.

—Quisiera hacer una apuesta—nos llamó la atención Taemin—, teniendo en cuenta cómo es tu canción y el vestuario de los photoshoot... ¿Cuantos números crees que vas a recaudar? Jimin, juega también—rio.

—Ninguno.—dije a la vez que Jimin contestó.

—No he visto las fotos.

Taemin cogió su teléfono y se las enseñó a mi pesar, si, eran indumentarias que no llevaría en mi día a día, pero seguía siendo yo, y me consideraba nada más y nada menos que «el antimorbo».

—Muchos.—dijo como si nada.

Lo miré sorprendida, acto seguido cogí el teléfono de Taemin para ver que foto era la que le había enseñado, aún no pude comprender porqué decía que muchos, era la indumentaria más... Normal, que había llevado en la sesión. Le devolví el teléfono a Taemin.

special trainee « btsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora