My Hero Academia x Lectora

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Kirishima Eijirō:

-Maldigo el momento en que acepté acompañarte-habló Bakugō a mí lado.

Aunque nos encontrábamos en el centro comercial y no en una simple calle estrecha siendo asfixiados por personas, seguía escupiendo veneno con la mirada. Habíamos pasado por unas tres tiendas en búsqueda de un buen regalo, aunque nuevamente, ninguno había captado mi atención y pasaban mi presupuesto.

No me importaba lo costoso, me importaba que le gustara. Y el hecho de saber que lo que sea que le llevara no le agradara, me ponía de nervios. Después de todo, se merece lo mejor.

Corrección, se merecía miles de cosas mejores.

Desde que salí, el único obsequio que ronda en mi cabeza, es un accesorio. Sé que le gustan mucho ese tipo de cosas, cada día llevaba algo diferente. Unos aretes nuevos, pequeños y lindos, o un collar que a veces pasaba desapercibido en su cuello, o pulseras que tintineaban en sus muñecas. Así que, no puedo pensar en otra cosa que no fuera un accesorio y, espero sea el correcto. Además, algo que sé muy bien es que, ama lo sencillo, cosas lindas que según ella explicaba, le hacen sentir mejor, por lo que no tengo que preocuparme en conseguir algo extravagante bañado en el mejor oro.

-Oye, podemos ir ahí-señaló Bakugō con la cabeza a una pequeña tienda que estaba cerca de nosotros.

Realmente no podíamos estar tanto tiempo fuera, así que, rezaba desde mi interior para que ésta vez encontrara algo. Al llegar, observé como las vitrinas se encontraban iluminadas, exhibiendo montones de collares hermosos y brillantes, anillos con gemas extravagantes o pulseras con pequeños adornos.

Tragué saliva, a simple vista se veían costosos.

-Bienvenidos, jóvenes. ¿Algo en específico?-nos saludó un hombre de unos cuarenta años de edad que, sonreía levemente detrás de un mesón protegido por vidrio y diversas joyas lo adornaban.

-Buenas. Estamos buscando una pulsera o collar. ¿Tiene algo-

-Estás-corrigió Bakugō aburrido-. Yo solo te estoy acompañando.

-Sí, sí, lo que digas. En fin, ¿tiene algo sencillo pero bonito?-terminé de preguntar.

-¿Sencillo pero bonito?-recalcó divertido el mayor-. De acuerdo, ¿quieres buscarlo con tu amigo o prefieres que te ayude?

-Prefiero su ayuda-respondí, no vendría mal la ayuda de alguien experto.

-Bien. Dime, ¿quieres algo clásico o moderno?

-Moderno.

-¿A color o clásicos?-preguntó-. Ya sabes, dorado, plateado o cobre-agregó ante mi cara de confusión.

-Pero, ¿son más costoso, no es así?-interrogué con miedo. Realmente mi presupuesto no era tan alto.

-Depende. Si lo quieres de oro puro, plata o cobre, obviamente lo serán. Los que te menciono, sólo están bañados en esos colores y están hechos con cobre-explicó.

-Entiendo, ¿podría mostrarme algunos?. De los que están hechos de cobre, solamente.

La verdad es que, el color del cobre no lo considero tan atractivo a la vista como el de la plata o el oro, eso está claro, sin embargo, si viene en unos accesorios bien hechos, no se verían mal. De esa misma vitrina, el señor sacó dos cajas, una ocupada por collares estirados y otra, llena de unas cuantas pulseras.

-Muy bien, elige.

Ni me molesté en ver a Bakugō antes pues, sabía que estaría viendo hacia otro lado pensado en quién sabe qué. Frente a mí, ambas cajas exhibían los accesorios. Los collares con cadenas largas, llevando alguna forma en el centro, realmente eran llamativos, mientras que, las pulseras de alguna manera me parecían más lindas que los collares.