Midoriya Izuku

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Maratón Soulmate

...

Muy pocas veces __________ se sentía tan a gusto entre las sábanas cálidas que le envolvían en su cama, disfrutando del frío del ambiente y la leve iluminación de la habitación. Su cuerpo parecía no querer despegarse de la comodidad que en ese momento su cama le brindada, no obstante, se obligó a levantarse cuando perezosamente notó que ya era muy tarde y que debía aprovechar su día.

Aún tenía los ojos cerrados y pesados cuando tanteó en el suelo frío la ubicación sus pantuflas, mientras rascaba su mejilla y adivinaba cuál le correspondía a cada pie. Fue entonces que a paso lento caminó hacia al baño para darse una ducha fría y alistarse decentemente, hasta que al salir se sentía más fresca y despierta; lista para buscar una actividad entretenida para pasar un fin de semana libre de ocupaciones.

Paseó su mirada y examinó su habitación, pensando que quizá debía ordenarla, ya que luego de una semana ajetreada llena de exámenes y ocupaciones, había descuidado su lugar de descanso y privacidad. No obstante, reparó en aquel pequeño estante lleno de libros de distintos tamaños y grosores que quizá más de una vez había leído. Entonces recordó sus muy humildes ahorros y ganancias de ese mes, donde su madre le había apoyado y se había tomado la libertad de gastar su regalo en un buen mercado para esa semana.

Sonrió, emocionada por la idea que surcaba en su cabeza.

Así que, antes de que se diera cuenta, estaba ordenando rápidamente su habitación mientras se alistaba y se vestía con ropas cómodas pero abrigadoras ya que otoño estaba tocando la puerta a las estaciones faltantes de ese año. Por lo que al estar casi lista, ojeó su estante lleno de libros, pensando y recordando cuáles podría encontrar o cuáles les gustaría tener.

Su dedo acarició los lomos de libros que dejaban a la vista los títulos de las obras que muchas veces habían formado parte de sus tardes y, sin saber porqué, su dedo paró en aquella sección que ella misma había creado en aquel estante. Así, su mirada analizó y recordó los acontecimientos de las obras basadas en historias reales y otras ficticias de aquellos autores que representan a las personas tras sus emociones y situaciones con su alma gemela.

Por ello, recordó también las tardes y noches en las que había sentido con fervor cada una de las emociones escritas en aquellos relatos, las veces en las que se había preguntado qué se sentiría estar en el lugar de los personajes o, inclusive, imaginar cómo sería su encuentro con su alma gemela, la persona con la que estaba destinada a compartir su vida o la que completaría aquella parte que muchos anhelan.

Suspiró, quizá impaciente. O simplemente había muchas cosas en su vida que le estaban dando una mala pasada y probablemente por ello siente que el peso en sus hombros cada día se hace más pesado e insoportable de llevar. Aunque, también podía ser el estrés tras una vida adulta llena de actividades y responsabilidades por cumplir que le impiden ver más allá de un encuentro del destino. No obstante, lo único que anhela es una persona con la que contar en sus malos momentos, a la que le confiese sus más grandes temores, sus sueños y, muy en el fondo, experimentar aquellos sentimientos que narraban en los libros.

—No parece gustarte este tipo de cosas... —Leyó bajo, acariciando la frase grabada de forma horizontal en su muñeca derecha.

Tras darse cuenta de su vergonzosa acción, sacudió su cabeza y, al hacerlo, otro recuerdo pasó veloz a su mente e, inevitablemente, descartó la idea de comprarse un libro nuevo. Por lo que al estar más motivada, desayunó para encaminarse al pequeño centro comercial que normalmente visita.

—Buenos días, Aki —saludó al chico de la entrada y encargado del lugar—. Ha pasado tiempo.

—Buenos días, ________ —saludó igualmente—. ¿La universidad te tiene ocupada? —preguntó, sonriéndole en el proceso.

My Hero Academia x LectoraWhere stories live. Discover now