CAPÍTULO 48 - Engaño (Tercera Parte)

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Como Wei WuXian había esperado, la pieza final del cuerpo de Nie MingJue, su cabeza, de hecho estaba siendo mantenida por Jin GuangYao.

Nie MingJue, el que casi parecía entrar en una furia invencible durante la Campaña Para Derribar al Sol, estába sellado bajo capas y capas dentro de una habitación tan apretada y sombría, incapaz de ver la luz.

Si Wei WuXian simplemente removía el sello en la cabeza, el cadáver de ChiFeng-Zun podría ser capaz de sentirlo y llegar por sí mismo. Mientras estaba inspeccionando las restricciones del casco, decidiendo exactamente cómo lidiar con eso, de repente sintió una poderosa fuerza de atracción. Su cuerpo de papel había sido empujado hacia delante, de modo que estaba pegado a la frente de Nie MingJue.

Al otro lado de la Torre Koi, Lan WangJi continuaba mirando la cara de Wei WuXian mientras se sentaba a su lado. Un rato después, sus dedos se crisparon. Con los ojos bajos, tocó sus labios suavemente.

De hecho, era muy suave, tan suave como la forma en que el muñeco de papel los había golpeado.

Repentinamente, las manos de Wei WuXian se sacudieron levemente apretados en puños. La expresión de Lan WangJi se endureció y ayudó a Wei WuXian en sus brazos. Sosteniendo su rostro, vio que, aunque los ojos de Wei WuXian todavía estaban cerrados, sus cejas se habían unido estrechamente

En la habitación secreta, Wei WuXian no tuvo tiempo de reaccionar en absoluto. Aquellos fallecidos que tenían un resentimiento extremo irradiaban energías tan odiosas y las proyectaban sobre los vivos, mitigando su ira y difundiendo sus emociones. Esta era la causa de la mayoría de los fantasmas. De hecho, este era también el mecanismo detrás de Empatía. Si Wei WuXian estuviera usando su verdadero cuerpo, una línea de defensa a su alma, la energía resentida definitivamente no podría tocarlo si él no lo quisiera. Por el momento, sin embargo, estaba poseyendo una hoja de papel endeble, lo que perjudicaba significativamente su capacidad de defensa. No solo estaba cerca de la cabeza, la energía resentida de Nie MingJue también era inusualmente fuerte. Wei WuXian se vio afectado en solo un momento por su falta de atención. Un segundo atrás había estado pensando "oh no" y al siguiente ya podía oler el aroma de la sangre.

No había encontrado un olor tan espeso en años. Algo enterrado en sus huesos despertó de inmediato, comenzando a hervir a fuego lento. Tan pronto como abrió los ojos, vio ante él el brillo de una espada, la sombra de la sangre derramada y la cabeza de un hombre, volando por el cielo junto con su cuerpo caído.

El hombre decapitado llevaba una túnica con el motivo de llamas y el sol. Wei WuXian se miró a sí mismo envainando su sable, una voz baja saliendo de su boca, "Ve a buscar la cabeza. Cuelgala para que los perros Wen la vean"

Alguien respondió detrás de él, "¡Sí!"

Wei WuXian se dio cuenta de quién era el decapitado.

Era el hijo mayor del líder de la secta QishanWen, Wen RuoHan-Wen Xu. Él fue asesinado por Nie MingJue en Hejian. Su cabeza fue cortada con un solo golpe y colgada en frente de las tropas, en una demostración a los cultivadores de la Secta Wen. Su cadáver fue cortado en pedazos por los enfurecidos cultivadores de la Secta Nie, luego se molieron y untaron debajo de la tierra.

Nie MingJue miró el cadáver en el suelo y lo pateó hacia un lado. Con la mano en la empuñadura de su sable, miró tranquilamente a su alrededor.

ChiFeng-Zun era bastante alto. Cuando Empatizó con A-Qing la última vez, el campo de visión de Wei WuXian era bastante corto, pero esta vez era incluso más alto que su vista habitual. Mirando abajo, vio innumerables bajas. Algunos llevaban túnicas de sol y llamas; algunos tenían la cresta de cabeza de bestia de la Secta QingheNie en la espalda; algunos no vestían uniformes; cada uno consistía en alrededor de un tercio. Con una escena tan terrible, el aroma de la sangre impregnaba el aire. Examinó su entorno mientras avanzaba, como si aún quisiera comprobar si a alguno de los cultivadores de la Secta Wen todavía les quedaba un soplo de vida. De repente, un ruido crujiente se escuchó de una casa con techo de tejas.

Amor Eterno IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora