Bruja

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La bruja que no hace pociones, ni encantamientos, solo es la bruja molesta de cabello feo y pobladas cejas, cara de bebé aunque sea mayor.

Desde que la vi, pensé que ellas era una linda hada de hermosos ojos violetas, pero cuando me acerque para que fueramos amigas, descubrí su verdadera forma, una bruja que engaña con su particular bella apariencia, pero te rompe el corazón cuando hablas con ella.

Y ahí va otra vez, sonriendo como tonta con una chica con un mechón albino y corpulenta, voltea a verme e inmediato aparta su mirada y desvía su camino.

Como la odio, pero aun así quiero conocerla, me despreció, pero quiero estar con ella.

Nuestras miradas se cruzan nuevamente, esta vez la mantiene al igual que yo, pero un momento aparta la mirada, y me deja hechizada, yo diría envenenada de ella, no sale de mi cabeza.

En los pasillos chocamos, mis carpetas caen, y hojas se esparcen por todo el lugar, en vez de ayudar, sale corriendo y la veo cruzar por el pasillo, odio como se desaparece y aparece cuando menos lo quiero, suerte que mi amigo Pidge está cerca y me ayuda a recoger mis cosas.

Otra vez la encuentro, esta enfrente mio de la fila de la cafetería, puede ver su feo cabello con olor a rosas, y su corta chaqueta roja pasada de moda, no entiendo que hace que me molesta tanto, creo que me lanzó una maldición para verla todo el tiempo.
Llega antes que yo a la caja registradora y pide los cupcakes con forma de león que yo tanto quiero y se retira sin notar mi presencia.
Pido unos de los cupcakes y resulta que ella se llevó el último, molesta salgo de la fila y me dirijo al salón donde sobre mi mesa hay una bolsa de papel que adentro contiene un león color morado, de seguro Pidge lo compró para mi.

Ni siquiera comer tranquila en la cafetería puedo, estoy sentada con mis amigos y ella no despega la mirada de mi mesa, al igual que su amiga que siempre la acompaña, me empiezo a inquietar y me pongo nerviosa, pero todo cambia cuando me señala y su amiga ríe ante lo que dice, esa es la gota que derrama el vaso, que se burle de mí y mis buenas intenciones que tuve con ella.

Me levanté de mi mesa bruscamente asustando a mis amigos que antes que preguntaran algo, ya me dirigía a la mesa de esa bruja, golpeé la mesa con mi puño y puse una mano en mi cadera mirándola con odio.

Ella me veía sorprendida, la primera que no era un gesto hostil de su parte, su amiga estaba igual, pero después
empezó a reír y a coderla, causando que la bruja enrojeciera, se veía linda así, pero eso no quitaría el hecho de que es una bruja.

–¡Tú! ¡dime que te he hecho para que seas así conmigo! –en un momento mi voz se quebró, no se sentía bien ser tratada de esa manera.

Ella no respondió, apartó la mirada y sus manos se hicieron puños, mi sangre hervía del enojo. Estaba apunto de reclamar nuevamente, pero su amiga de mechón blanco puso su mano en mi hombro y me sonrió diciendo que teníamos que hablar.

La chica, que resultó ser muy agradable, me explicó la nula capacidad de la bru- ella, para socializar y que quiere ser mi amiga, pero es incapaz de hablar conmigo directamente.

Hable con Kogane —solo respondía con onomatopeyas— y quedamos en ir a comer al centro comercial en la tarde.
La supuesta bruja resultó ser una tierna persona a su modo, espero poder convivir más con ella en un futuro.

–Por favor dime que Mc.Clain no lo sabe.
–No le dije que te gusta, tu secreto está conmigo.
–Más te vale, no quiero asustarla, si algo a de pasar, pasara, no intervengas más Shiro.

Բiɳ ɗíɑ 7

Klancetober - Pequeñas Historias Where stories live. Discover now