Klancetober - Pequeñas Historias

Donas para Keith

Feliz Cumpleaños Keith uwu

Dos tazas de harina, ⅔ de azúcar, canela, polvo hornear, mantequilla, dos huevos, vainilla, vinagre de cidra de manzana, colorante para comida rojo. Pon la mezcla resultante en un molde de donas y pon a 10 minutos en el horno.

Paso a paso seguí la receta de las donas, ahora solo falta que salgan del horno y poner los toques finales, revisé mi twitter mientras esperaba, a lo que me descuidé y el horno siguió de largo unos largos minutos más.

La cobertura de quesocrema, mantequilla, azucar y vainilla, se ve y huele deliciosa, quiero probarla pero no quiero que se acabé antes de ponerla en las donas, y las deliciosas tentadoras chispas quieren ser comidas por mí.

Vi la hora, pasaron 5 minutos de más, corrí a al horno que al abrirlo, tomé los guantes de cocina, saqué la bandeja con cuidado, y la deje reposar durabte varios minutos.

Minutos después revisé el estado de las donas, algunas estaban ligeramente chamuscadas, pero por suerte la mayoria estaban bien, empecé a cubrir las donas con la cobertura y por último le agrege las moradas chispas. 

Empaqué las donas en una caja que yi mismo decoré, al frente de la caja decía "feliz cumpleaños, greña" había sido lo único que se me ocurrido, ahora que lo pienso bien, no es tan genial.

Por desgracia mi situación económica para dar un mejor regalo no es la mejor, hace poco me despidieron y aún sigo librando con alguas deudas, así que lo más barato es hacer algo casero, pero no el lo mejor al tener bajas habilidades culinarias.

Salí de mi departamento y cerré con  llave, con caja en mano me dirijo a la casa de Pidge, allí se hara la fiesta. Camino calmado, después de todo aun queda tiempo para que Keith llegue, toco a la puerta y Pidge abre con el ceño fruncido, entro y noto como en la sala esta Keith riendo por las ocurrencias de Hunk.

–Mierda... ¡Pidge! –la llame– ¿por qué esta aquí? ¿y la fiesta sorpresa?

–La sorpresa ya pasó, llegaste un hora tarde.

Lance miró el reloj en su muñeca, en este estaba puntual, Pidge le mostró la hora en su celular, iba una hora tarde.

–No puedo creer esto... Soy un desastre.

Pidge se encogió de hombros y volvió al salón, fui tras ella y en el comedor había un pastel enorme, de seguro iba de parte Hunk.

Suspire con desánimo y dejé las donas junto a los demás regalos, me acerqué a Keith para saludar, pero este no notaba mi presencia, estaba muy concentrado en la historia de Hunk.

Rendido y cansado fui a un sillón individual junto a Pidge y empecé dormir un poco en el. La mañana fue agotadora.

Un empujón en mi hombro me hizo reaccionar, abrí mis ojos lentamente y vi a Keith con caja en mano comiendo las donas. Al verme despertar sonrió, yo aun no lograba asimilar las cosas. Keith se acercó y besó mis labios, se alejó y siguio comiendo sin quitarme la mirada de encima.

–¿Qué haces? –pregunté con mis mejillas ardiendo.

–Besar a mi novio, duh.

En ése momento volví a la realidad, vi su largo cabello amarrado en una coleta y como tenía aires más maduros, sonreí.

–Estaba soñando sobre la primera vez que te acompañe a tu cumpleaños, ¿en serio he hecho las mismas donas  durante 5 años?

Keith asintió.

–Lo siento tanto por hacerte comer de esas cosas por cinco años.

–Lance, sabes que las donas son mi comida favorita para mi cumpleaños y en especial cuando en la primera encontré al fondo de la caja una nota que decía ¿Quieres salir comigo?

Sonreí nostálgico, desgraciadamente estuve dormido cuando Keith la leyo pero cuando desperté, encontré la gran sorpresa de que Keith aceptó, dándome un tímido beso en la mejilla, con el cual enrojecí como un tomate, y ahora la foto de ese vergonzoso momento esta enmarcada en la pared.

Me levanté del sillon y se acerqué a besarlo, pero Keith me ignoró y siguió comiendo, sonreí, han pasado tantos años y no me canso de esto.

–Feliz cumpleaños, amor.

Բiɳ ɗíɑ 23