Monstruo

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Título completo: Un monstruo nunca antes visto.

Hunk y Lance salieron del acalorado aeropuerto, sonrieron al salir y confirmar a donde habían llegado, estaban en Hawaii. Lance sonreía sin parar, de camino a casa de Hunk, las playas y clima tropical le recordaban a Cuba.

La familia de Hunk siempre quiso conocer a su mejor amigo y compañero, Lance, y encantados lo invitaron a quedarse en vacaciones.

Al llegar a la casa frente al mar, fueron recibidos por montones de comida y una cálida familia sonriente, reflejaban a Hunk a la perfección.

En la gran mesa comieron y conversaron, eran preguntas par Hunk tanto para Lance, en especial a Lance. Fue un día entero lleno de charlas y tour por el lugar, por la tarde regresaron, Lance desempacó y fue a la sala donde todos empezaron a ver películas, estaban en samoano pero con subtítulos para Lance.

Ya es la hora de dormir, Lance al igual que todos van a sus respectivas habitaciones. A pesar de ser de noche el calor no paró, Lance abrió la ventana dejando entrar una fresca brisa nocturna. Se acomodó sobre el colchón y cerró los ojos conciliando el sueño.

En medio de la noche se escucharon unos ruidos que despertaron y pusieron a Lance alerta. ¿Qué será eso? se preguntaba Lance.

Con cuidado se levantó y vio de reojo una cola cayendo por la ventana, lo extraño era que era una cola de lo que parecía ser un león, ¿un león con manchas rojas? esa cola tenía unas manchas parecidas a las de un jaguar pero de color rojo y pelaje negro, se asomó un poco más y vio su lomo de los mismos colores.

Lance estaba paralizado, no sabia de una criatura como esa, se veía tan irreal. La criatura al parecer notó que era observado porque devolvió la mirada, se pudieron ver brillantes y dilatados ojos morados en medio de la oscuridad. Y después la criatura de se fue de igual manera que llegó, en silencio y misteriosamente.

Lance reaccionó de inmediato, se asomó por la ventana y encontró solo a el pacífico mar y unas huellas que al parecer quemaban la arena, pero en cuestión de segundos desaparecían.

Parpadeó varias veces aún sin poder creer lo que estaba pasando, decidió dejarlo pasar y seguir durmiendo, mañana le preguntaría a Hunk de esa criatura.

En la mañana Lance se levantó más tarde de lo usual, la extraña criatura no se iba de su cabeza, no lo dejaba dormir. Llegó a la cocina y vio a Hunk que parecía estar en las mismas porque seguía en pijama, con ojeras y estaba haciendo dos platos de cereal.

Lance llegó a su lado y Hunk le ofreció un plato, a lo que Lance agradeció, fueron a la mesa, pasaron minutos de un cómodo silencio, pero la curiosidad de Lance rompió ese silencio.

–¿Qué pasó, Hunkie Dunkie?

–Anoche, me encontraba tan emocionado por lo que haremos hoy, que me puse a trazar durante toda la noche las rutas que tomaríamos, pero estoy ... muy cansado.

Lance asintió y le acarició la espalda comprensivo.

–Hunk otra pregunta.

–Mh.

–¿Has escuchado de un gato negro con manchas rojas, con cola de león, patas traseras de ave y reptil?

Al terminar la descripción los ojos de Hunk se abrieron como platos y escupió su cereal de regreso.

–¡De dónde escuchaste de esa criatura!

–Eh... creo que apareció... ¿en mi ventana?...

–¡Oh no! ¡como lo siento Lance! –lo abrazó con fuerza, dejándolo casi sin aire.

–Hunk, ¿qué es esa criatura?

–¡Es un monstruo! ¡Yorak el monstruo! Anda merodeando a las pobres personas que le llaman la atención, todos los que lo han visto dicen que es horrible, ¡puede comerte si te descuidas!

Lance asintió y siguió comiendo en silencio, tendría que ver que tan terrorífico era ese "monstruo".

Por la noche fue lo mismo, la maratón de películas terminó y cada uno se fue a su respectiva habitación. Hunk le dio un supuesto amuleto que lo alejaba. Lance lo puso al lado de la ventana y se fue a su cama a dormir.

Un crujido de madera lo despertó, fijó su vista en la ventana y ahí estaba otra vez, masticando el amuleto.

Lance ahora tuvo tiempo de verlo a detalle mientras comía, su rostro era tal como el de un gato con manchas rojas.

Yorak terminó de comer y al igual que el día anterior se fue, no sin antes voltear a mirar, la mirada ya no era tan hostil como el día anterior, de hecho transmitía tranquilidad.

Lance al día siguiente le pidió otro amuleto a Hunk, con la excusa de no sentirse suficientemente seguro. Hunk se lo entregó y Lance repitió el mismo proceso del día anterior. Repitiéndose lo mismo, y pudiendo ver a Yorak con total tranquilidad. Y así lo hizo alrededor de una semana.

La curiosidad de Lance no se detenía, y esta vez tenía un plan suicida, al entrar a su habitación salió por la ventana y se escondió entre unos arbustos, y se dispuso a esperar; hasta que el momento llegó.
Quería saber que era, de dónde venía.

Yorak apareció y se subió a la ventana, nunca lo había visto de cerca, la criatura terminó de comer y partió su huida. Lance corrió tras de Yorak, quemándose los pies al pasar sobre las huellas.

El rastro lo llevó a una parte lejana de la casa, a una choza lejana, a donde se vio entrando a Yorak, azotando la puerta al entrar, Lance miró tras de sí, sus propias huellas en la arena le indicaban como regresar.

Tomó valor y se acercó a la puerta de esa choza, tocó a la puerta, y al no recibir respuesta, siguió tocando hasta que la puerta se abrió de manera lenta, un joven como de su edad, cabello azabache y brillantes ojos morado.

–¿Qué quieres? –la voz gruesa y profundo de ese desconocido le hizo temblar.

–Yo... mi gato... se escapó y creo que lo vi entrar aquí.

El azabache lo miró molesto y cerró la puerta en su cara.

Lance tocó otra vez, de manera insistente, hasta que la puerta se abrió de manera brusca.

–¿¡Qué quieres!?

–Tú eres ... ¿Yorak?

Dudó en responder, tragó saliva y lo miró de mala manera.

–Si te dijera que sí... ¿te iras? te advierto, si le dices a alguien sobre mí, te mataré.

Lance tragó saliva, pero sonrió amigable, dejando confundido a Yorak.

–¿Qué te sucede? ¿acaso no tienes miedo? –Lance negó– deberías... soy un monstruo, soy horrible, mejor vete.

–No creo que seas un monstruo, creo que eres hermoso, a tu manera.

La guardia de Yorak bajó, quedó atónito, ningún humano antes le había dicho un cumplido.

–Eres raro.

Lance se encogió de hombros.

–¿Quien eres? -Lance preguntó curioso.

–Soy ... la representación de la fauna en hawaii.

–¡Eso es asombroso! ¿eres nocturno? –Yorak asintió– eso explica tu blanca piel... –Lance miró de reojo a la luna, esta estaba por ocultarse- Ya es muy tarde ¿puedo venir mañana?

Yorak no respondió, lo que Lance tomó como un sí, con una sonrisa se despidió y se dio la vuelta, encontrándose con sus huellas borradas por las olas en la arena.

Lance iba a pedir ayuda, pero Yorak empezó a caminar delante suya, a lo cual Lance entendió y lo siguió, caminando a su lado, Lance no dejaba de preguntarle cosas, las cuales Yorak no respondió, pensaba en lo raro que era ese humano, de seguro él si era un monstruo bondadoso, un monstruo nunca antes visto.

Բiɳ ɗíɑ 26

Mañana es día libre, ¿quieren alguna continuación? o ¿creo una historia nueva?

Klancetober - Pequeñas Historias Where stories live. Discover now