Chimenea

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Noche 24 de diciembre, la cena de la familia Mc.Clain ya está servida y todos estan en en la mesa, la familia McClain esperan a Lance y su pareja, pero la nieve que cae fuera les dice que no van a llegar, y eso es correcto, reciben la llamada de Lance que les dice que ha ocurrido un inconveniente que les impide ir, una vez termina la llamada, mamá McClain mando a todos a la mesa para empezar a comer.

–No puedo creer que esto esté pasando –suspiró con tristeza Keith– quería conocer a tu familia.

–Iremos después, es imporsible salir con esta nevada –se acomodo junto a Keith quien al igual que el tiritaba de frío.

–No puedo creer que se haya ido la luz, vamos a morir de frío sin la calefacción.

–¡Yo puedo evitarlo! –arrebató todas las cobijas que cubrían a Keith, empezó a correr con estas dejándolas frente la abandonada chimenea y corriendo al garaje.

Keith llegó a estas, se acomodo en la alfombra arropandose, no tenía energías para seguir moviéndose, Lance regreso con troncos de madera y los dejó dentro de la chimenea, encendió una cerilla y la tiró dentro de la chimenea encendiendo los troncos y creando una acogedora fogata dentro de la casa.

–Lover boy está siempre preparado para complacer a su pareja –se acomodó con Keith bajo las cobijas, recibiendo un beso en la mejilla en forma de agradecimiento.

–Eres el mejor –lo abrazó acomodando su cabeza en su pecho –el mejor depues de mi.

–¿No crees que esta es una buena atmósfera para hacer tú ya sabes que? –pasó una mano bajo su gran feo sweater, haciendo temblar a Keith por su fría mano.

–No te pases de listo, estoy cansado de ayer, hoy solo vamos a dormir –apartó su mano, y la sometió junto a la otra traviesa mano sobre su cabeza forzandolas contra la alfombra.

–No fuimos a la cena, y ¡ahora tengo hambre de ti!

Keith lo calló con un fogoso beso, pero sin muchas ganas de continuar, terminó con el beso y se recostó a su lado, abrazándolo a su cuerpo de tal manera que no lo dejaba mover, cerrando sus ojos para dormir.

–Keef nunca decidimos quién sería la cuchara grande –se removió incómodo.

–Callate, yo soy un cuchillo –mordió su cuello sacándole un quejido.

Lance prefirió quedarse callado y dormir también, el calor de la chimenea y el cuerpo de Keith eran lo más acogedor que había sentido, retiró sus cuernos de reno, besó su nariz y a Keith su sombrero de navidad observando sus facciones relajadas mientras dormía, hasta también caer en los brazos de morfeo.


Բiɳ ɗíɑ 13

Klancetober - Pequeñas Historias Donde viven las historias. Descúbrelo ahora