Extra #1

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Título: Defensores del mañana.
Leakira AU

Segunda ronda, sigue igual de sobrio, el barman rellena su copa, sus pensamientos rondaban en sus planes de derrumbar el sistema corrupto, sólo y aburrido.

Encontrar a una compañera sería algo genial, pensaba, pero un compañero tampoco estaba mal.

En su rango de visión de la barra veía como personas llegaban, bebían y se iban, y todas con el mismo aire correcto que no encaja con lo que está buscando.

Por la mitad de su tercera copa, ve como un joven de su edad, cabello azabache y estilo rebelde se sentaba a unas cuantas sillas. Leandro lo miró de reojo, sus ojos morados oscuros reflejaban a la perfección las luces de neón del bar. Sonrió, hace mucho no veía unos ojos tan brillantes, con un futuro por delante.

Antes de que el cantinero pudiera atender al recién llegado en la barra, Leandro lo tomó del brazo y susurró, el cantinero asintió y sirvió el pedido, un mojito para el recién llegado.

–Mojito, de parte del caballero a su derecha.

El recién llegado tomó la bebida, vio a Leandro, este le guiñó el ojo y señaló al asiento vacío a su lado. Se levantó y se sentó a su lado.

–Gracias por el mojito ... Tú...

–Leandro.

–Un gusto Leandro, soy Akira.

–Akira... –amaba como se escuchaba ese nombre– ...es un placer.

Estrecharon manos y se concentraron en beber, dejando un incómodo silencio.

–¿Por qué un mojito? –preguntó Akira rompiendo el silencio.

–Es mi bebida favorita, cada que la bebo siento que vuelvo a mis raíces y libero a quien realmente soy.  –tomó un sorbo de su bebida.

–Entonces tengo la seguridad de que estoy hablando con el verdadero Leandro –comentó observador cuando notó que su bebida también era un mojito– ¿por qué te interesaste en mi? no lo niegues, es muy obvio.

–Me gustó tu aura, es como si fueras un león salvaje encerrado en la apariencia de un lindo chico.

–Si yo soy lindo, ¿qué eres tú?

–El más lindo, obviamente.

Ambos rieron ante el comentario, Leandro suele ser muy recurrente.

–Pero si tengo que hablar en serio, quisiera que te unieras a mi.

Akira levantó una ceja confuso.

–Esto es arriesgado –admitió Leandro – no puedo estar contándole esto a cualquiera, corro el riesgo de ir preso. Pero algo me dice que tú no me delataras.

–¿Cómo puedes estar seguro de que no lo haré? además, ¿de qué demonios estás hablando?

Leandro se acercó, apoyando sus codos en la barra, susurrando.

–Estoy formando una rebelión, en busca de cambiar toda esta mierda en la que estamos viviendo –Akira sonrió al escucharlo– de momento yo soy el único en el equipo y estoy buscando compañero –le guiñó el ojo.

Akira se quedó pensando, pero no mucho, ya que a los pocos segundos dio su respuesta.

–Acepto –respondió para después dar un largo sorbo a su bebida– después de todo, no tengo nada que hacer, estar escapando todo el tiempo es aburrido.

–Espera... ¿eres fugitivo? –Akira asintió desinteresado– asombroso, al parecer tendré que escapar contigo, eso le agrega adrenalina –Akira pensó en sus palabras, y después asintió con una sonrisa coqueta.

–Pero no solo huiremos como cobardes tenemos que atacar.

–Yo estoy preparado para eso –Leandro mostró el interior de su chaleco verde, habían cuchillos y algunas pistolas.

Akira tomó un cuchillo con habilidad y lo guardó para sí mismo, lo tendría como una garantía.

–Y aquí –señaló a sus costados, un cinturón con fundas a cada lado llevaban dos pequeñas pistolas, pero que a plena vista, se veía cuán poderosas son.

Akira chiflo.

–Que bellezas, se nota que las robaste –sonrió satisfecho– ahora yo te mostraré a mi bebé.

Tomó su mano y miró a ambos lados, unos cuantos ya lo habían reconocido, era mejor dar ya su huida. Un "a la cuenta" se escuchó por parte de Leandro y el cantinero anotó las bebidas. Akira lo arrastró fuera del bar, donde una majestuosa motocicleta decorada con vistosas luces neón.

–¿Es linda no? Es como si fuera mi novia. –comentó Akira orgullo.

–¿No te gustaría tener un novio de carne y hueso?

–¿Qué insinuas? ¿eh? –Akira sonrió.

–Nada, solo curiosidad –Leandro sonrió de regreso.

Akira subió a la moto y extendió su mano a Leandro invitándolo a subir. Leandro aceptó su mano y subió de un salto al asiento trasero.

Unas sirenas se escuchaban a lo lejos, Akira encendió el motor, y esperó un poco. Los policías ya estaban cerca.

–Sabes... solo me gustaría un novio, que vaya tan rápido como mi moto. ¿Estás listo para la acción?

Leandro analizó cuya confesión, sonrió satisfecho y un "estoy más que listo" hizo que Akira se pusiera sus visores y arrancó a toda velocidad, Leandro se abrazaba a él con fuerza, nunca imaginó ir en un vehículo así de rápido. 

Las luces neones que decoraban la ciudad y pasaban fugaces ante sus ojos, definitivamente esa era la más emocionante experiencia que ha vivido.
Las sirenas de los autos no cesaban, arruinando su momento de apreciación, Leandro fastidiado abrazó sus piernas a la cintura de Akira y sacó el par de armas, se inclinó hacia atrás, creando una inestabilidad que Akira arregló inclinándose hacia adelante y con precisión disparó a las llantas delanteras del auto, causando que este pierda el control.

–Si que sabes moverte. –comentó al momento que Leandro volvió a su lugar.

–Esto no es nada, si quieres después, te muestro mis mejores movimientos.
–ronroneo en su oído.

Akira se mordió el labio, y rió de manera contagiosa para Leandro quien rió sobre su hombro.

Se concentraron nuevamente en el camino, tras de ellos una explosión se escuchó, la adrenalina de ambos estaba al máximo, Akira aceleró en reacción, y se adentraron a una zona de la ciudad desconocida para ambos, las luces neón eran más opacas, al parecer era una zona de delincuencia,  pero el miedo para ambos se había perdido.

No importaba a donde fueran, ya estaban listos para todo lo que haya en el camino. La química entre ambos y la casualidad, creó al dúo dolor de cabeza de muchos de mente cerrada, pero el dúo salvador, y defensor del futuro de otros pocos que quieren un cambio.

Klancetober - Pequeñas Historias Where stories live. Discover now