Fantasma

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Prólogo de cazafantasmas.

El chico raro, cualquier escuela cliché de estados unidos tiene uno, y él está en mi salón de clases. Este desafortunado año me tocó un salón distinto al de mi amigo Hunk, y aquí no conozco a nadie, y peor aún, me tocó el más raro de la clase como compañero de puesto.

Las primeras semanas fueron las más normales, casi no nos dirigimos la palabra, murmura cosas como si le hablara a alguien pero solo estoy yo y suele dormir en clase, pero desde el lunes, es más extraño de lo usual. Mientras está recostado en el pupitre intentando dormir empieza a gruñir, como si algo o alguien lo molestase, empieza a estornudar de la nada, pero no tiene gripe y aveces suelta frases susurradas como "chico malo" "Cosmo, no", entre otras frases que me hacen preocupar por su salud mental.

El timbre sonó y estaba listo para ir a encontrarme con Hunk hasta que escuche una silla cayendo hacia atrás y un quejido de dolor, voltee a ver y vi a Keith en el suelo, al parecer luchando contra algo porque no dejaba de empujar hacia adelante y decir "basta".

Lo mire con miedo pero no podía dejarlo así, me acerque y extendí mi mano, él me miró con sorpresa y estiró la suya para aceptar mi ayuda, pero la aparte al sentir un dolor punzante en mi mano, como una mordida.

-¡No Cosmo, eso esta mal! -empezó a gritarle a la nada, yo miraba mi mano con estupefacción- eh... yo... Lance eso fue...

-¡Un fantasma! -grité emocionado y ayude a Keith a levantarse de un jalon y no solté su mano, de hecho la sujetaba con fuerza- ¿¡dondé está!?

Keith señaló al lado de su pie, me acerque curioso y empecé a palpar el lugar, hasta que separó su mano y sintió un tacto húmedo pero su mano estaba igual de seca.

-¡Me lamió! ¿Cómo se llama?

-Cosmo, lo encon- me encontró el fin de semana, ahora no deja de seguirme y molestar.

-¿Puedes verlo?

-Sí -dudó en seguir hablando, pero ya era tarde- puedo ver fantasmas, pero todos piensan que estoy loco o que soy raro, por eso no tengo amigos, Cosmo ha sido mi único amigo -en sus ojos se asomaban pequeñas lágrimas.

Pude notar la tristeza en su rostro, no sé si habra sido un empujon de Cosmo, pero me avalanze a abrazarlo. Seamos amigos dije, Keith enterró su rostro en mi cuello y soltó cálidas lágrimas, soltaba pequeños quejidos y se abrazaba a mi con fuerza, sentí nuevamente ese tacto húmedo en mi mano que lo rodeaba, al parecer Cosmo también quiere ser mi amigo.




Բiɳ ɗíɑ 16

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