Casa embrujada

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–De tantos lugares donde tu celular pudo haber caído, ¿por qué tenía que ser en aquella casa?

–Disculpa mi torpeza, pero sabes que estaba aterrado.

–Me encantaron tus gritos de niñita.

Lance molesto le dio un suave puño en el hombro.

–Pues parecía que tú ibas a llorar del miedo.

Lance abrió la chirriante puerta dejando pasar primero a Keith.

–Claro, como tú digas –Keith saca del bolsillo su celular– le voy a llamar, así será más fácil encontrarlo.

–Mala idea, lo deje en silencio.

–¿Para qué tienes tu celular en silencio?

Lance se quedó en silencio, y se encogió de hombros.

–Como sea... Empecemos a buscarlo, sabía que era mala idea traerte a esta casa.

–¡Hey!, no iba a quedar sin hacer nada, mientras tú y los chicos exploraban una casa embrujada.

–Solo está abandonada, no hay nada paranormal aquí.

Siguieron su discusión, sin llegar a ser violenta, solo era costumbre discurrir por mínimas cosas. Lance dejó un momento la discusión y se dirigió a otro lado, presintiendo haber estado ahí antes.

–¡Hey mira! ¡Lo encontré!

Gritó emocionado al verlo en el suelo, se agachó y lo tomó, viendo en sus notificaciones un mensaje de Keith, y este en efecto no se encontraba ahí, abrió la conversación, y el miedo recorrió por todo su cuerpo.

SAL DE AHÍ

El mensaje lo había recibido apenas hace unos segundos, empezó a sentir escalofríos y sudor frío.
Empezó a correr con todas sus fuerzas hasta la entrada, salió chocando con la puerta, e importando poco el dolor de su hombro al chocar.

Vio a Keith arrodillado fuera de la casa, con sus manos cubriendo su rostro y en una de ellas estaba su celular, estaba llorando.

Intentó abrazarlo y consolarlo sin saber el porque, pero este se levantó con enojo y tristeza en sus ojos, mirando con odio a esa oscura casa.

Levantó su mano y tiró con tanta fuerza su celular se quebró al caer en el jardín de la casa.

–¿¡Qué haces!?

Preguntó desconcertado al ver Keith de esa manera, pero este solo le ignoró y le pasó de lado hacia su auto, cerrando la puerta con seguro.

Revisó nuevamente su celular y en este habían muchos mensajes de Keith, entre esos, "te extraño" "no te voy a dejar".

Miró en dirección del auto y encontró a Keith llorando dentro se pegó al vidrio de este, y lo golpeó con fuerza, esperando que abriera la puerta, pero este no dejaba de llorar e ignorarlo.

Una mano cálida se posó sobre su hombro, un joven castaño con gafas lo miraba con tristeza.

–Déjalo, él ya no puede verte.

[Horas antes.]

Se encontraba un grupo de cuatro amigos en un auto, por iniciativa de la más pequeña del grupo se dirigía a una supuesta casa embrujada.

–Se dice que la casa está embrujada por una mujer celosa de no encontrar un hombre bueno y fiel, siempre era usada y desechada, ella cansada de eso, decidió quitarse la vida, y así poder atormentar a las parejas felices que curiosean en su casa, leí un caso de una pareja, se llamaban Shiro y Adam, este último desapareció y nunca volvió a ser vis...

La chica se detuvo al ver a la pareja del auto dormidos, Keith en el pecho de Lance, con las manos entrelazadas. Volteó a ver a Hunk, quien se encogió de hombros, y le recomendó que lo dejara pasar.

Dos chicos que no uno no podía ver al otro, lloraban desconsoladamente, deseando que todo fuera un sueño.




Բiɳ ɗíɑ 5

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