Extra #7

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Continuación: Un monstruo nunca antes visto.

Título: Cosas nunca antes hechas.

–Yorak sonríe –Lance apuntaba con su cámara.

Yorak hizo una mueca mostrando sus dientes, haciéndolo reír. Lance dejó la toma perfecta de Yorak y pasó bajo la palmera que cubría a Yorak en su sombra, se acuclilló en frente de él.

–Mira –se señaló a sí mismo– así –sonrió de una manera resplandeciente.

–Ugh –Yorak entrecerró los ojos al verlo– definitivamente eres como el sol.

–¿En serio? –sus mejillas enrojecieron. 

–Sí  –hizo una pausa y lo miró directamente a los ojos– insoportable.

Lance frunció el ceño molesto ante el comentario, se levantó y le dio la espalda.

–Bien, si soy insoportable para ti, mejor me voy. –dio un paso adelante dispuesto a irse.

Yorak sacó su cola de debajo de su ropaje, y la enredó alrededor del pie de Lance, haciéndolo tropezar y caer sobre la arena.

–No he dicho que te fueras humano.

–¡Yo soy libre de hacer lo que quiera! –pataleo en el suelo.

  Yorak soltó su pie, y esperó paciente a que Lance se sentara a su lado nuevamente, cosa que siempre hace.

 –Ya sabes que hacer –reclamó Lance sonriente. 

Yorak cruzó los ojos, se levantó y con la cadera golpeo a la palmera, de esta empezaron a caer cocos, uno directamente en su mano y los otros en cayeron sobre Lance. Con sus afiladas uñas cortó el coco, sopló hacia este, una leve llama salió de su boca y calentó el contenido del coco. 

Se volvió a sentar y esperó a que Lance se reincorporará después de la lluvia de cocos que le cayó encima. Lance tomó con una sonrisa el coco y vió de este. Su cara primero fue de satisfacción pero después cambió a una indescifrable para Yorak. Lance se levantó de su lugar, gritó "quema" con todo lo que su voz le dejaba, corrió hasta el mar, y se adentro, dentro de este tomo agua, gritó "asqueroso" a penas probo el agua. Y para sus desgracia, una pequeña ola pasó, haciéndolo tragar agua toser como loco.

Una extraña sensación surgió desde el pecho de Yorak y subió hasta su cabeza, que como reacción involuntaria y desconocida empezó a reír. La fuerte tos de Lance paró, y afortunadamente pudo verlo reir. Lance sonrió y se acercó a Yorak nuevamente. Tomó el coco que dejó en el suelo y tomó de este, librándose del horrible sabor del agua de mar, disfrutando de una bebida ya no tan caliente.

Yorak al rato controló sus risas, encontrándose con  un Lance sonriendo suavemente.

–Que me miras –habló molesto.

 –Nada –suspiró sonriente– es hora de irme, Hunk me debe estar buscando –empezó a recolectar los cocos que quedaron en el suelo.

La mirada de Yorak se entristeció, pero la apartó inmediatamente, no podía mostrar debilidad ante un humano.

–Como sea, no importa. –Lance rió antes su supuesto desinterés.

–Vendré en la noche a la hora de siempre, prepárate que traeré una sorpresa.

Yorak no respondió, Lance dejó a su lado unas conchas que recogió del mar, sabía que Yorak las atesoraba porque nunca las encontraba cuando regresaba. 

Llegó la noche, Lance empacó en una pequeña maleta todo lo necesario, salió por la ventana y siguió el camino que llevaba a la choza, se lo sabía de memoria. Llegó al lugar en cuestión de minutos y todo a la puerta. Yorak abrió y mostró una mueca que aparentaba ser una sonrisa, Lance emocionado por el avance, puso la maleta en el suelo y la abrió, Yorak miró como de esta sacaba ropa muy similar a la que tenía puesta.

Klancetober - Pequeñas Historias Donde viven las historias. Descúbrelo ahora