Fortaleza de mantas.

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Título completo: Fortaleza de mantas y luces mágicas.

Epílogo: Lluvia.   

El paladín azúl iba con la espada paladín de su mejor amigo el paladín rojo. Estaba en plena misión de eliminar a los Galras de la fortaleza, vio aun esponjoso galra dándole la espalda, corrió a toda prisa y clavó su espada en la espalda del galra.

Se escucharon unos aplausos y el paladín azul se levantó con una sonrisa en el rostro e hizo una reverencia a su amigo el paladín rojo.

–Muy bien hecho Blue, has estado utilizando mis tecnicas, eres un audaz espadachín.

Blue sonrió mostrando cómo le faltaban dientes, Keith rió enternecido y alborotó sus castaños cabellos, las mantas sobre ellos empezaron a moverse, en la entrada se veía un par de piernas, Blue se acercó a estas y lo golpeó con su espada de plástico en la espinilla.

–¡Hijo de ...

–¡Lance, vocabulario!

–...mi hermosa, preciosa hermana.

Blue se alejó soltando tiernas risas, tras unos murmullos y quejas que solo Keith entendía, se agachó y entró a la fortaleza, siendo detenido por una espada que lo apuntaba.

–Identificación y león.

–Soy Lance, tengo un lindo novio que es el paladín rojo y un molesto sobrino que es el azúl, y yo, soy el paladín negro.

Blue asintió y dejó que Lance siguiera por la fortaleza, llegó hasta el fondo y dejó un suave beso en los labios de Keith, dejó las dos tazas de café y una de chocolate con malvaviscos en el suelo y se acomodó poniendo su cabeza en el regazo de Keith.

Blue siguió luchando contra sus peluches, es decir, los galras, mientras que la pareja se cuchicheaban cosas cursis. La puerta del apartamento se abrió, Blue salió con su espada a atacar. Pero se lanzó a los brazos de su madre al verla entrar.

La joven se agachó y observó a la pareja que aprovechó la salida del niño para besarse, rodó los ojos y les lanzó un cojín que los despertó de su momento.

–Gracias chicos por cuidar de Blue, iremos a un restaurante a comer así que llevaremos a Blue.

La pareja asintió, salieron de la fortaleza, se despidieron de madre e hijo, Blue le entregó la espada a Keith y Lance cerró la puerta con llave.

–Lastima que Blue se fue –comentó Keith dejando la espada de plástico en una mesa.

 –No es tan malo, ahora puedo darte tu sorpresa.

Keith miró con desconfianza la resplandeciente sonrisa de Lance, Lance lo arrastró hasta la fortaleza y le indicó que entrara, Keith obedeció con aún desconfianza, y Lance afuera apagó las luces.

 –No sé lo que tramas, pero es mejor que me vayas explicando ya o me iré al cuarto a dormir.

Lance no respondió, solo entró y se sentó a su lado y le dió un sonoro beso en la mejilla. Keith gruñó, quería explicaciones y se lo decía con sus ojos morados que brillaban en la oscuridad.

 –Bien, tú ganas –sacó de su bolsillo un interruptor.

Keith no sabía qué fue lo que estaba haciendo, iba a reclamar por la ausencia de luz, pero cerró su boca al ver como las paredes de la fortaleza de mantas alumbraban con luces de colores mágicas. 

Un "ta-da" salió de Lance, Keith ahora podía ver como su morena piel deslumbraba bajo esas mágicas luces. Y Lance tenía una vista igual de hermosa de su novio, Keith sujetó sus mejillas y empezó a repartir besos por todo su rostro, Lance empezó a reír ante el dulce gesto de su novio, y así pasaron la noche, mimandose uno al otro hasta quedar dormidos en esa fortaleza alumbrado por luces magicas.

Բiɳ ɗíɑ 21  

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