Hombre lobo

2.2K 252 14
                                    

La luna llena, enemiga natural de Keith, gracias a esta no puede realizar actividades normales con su pareja, porque con esta su lado salvaje sale a flote, y ocurren cambios tanto físicos como aptitudinales.

Cerró la puerta de la habitación con toda la seguridad posible, y dejo cosas frágiles fuera de esta para no hacer mucho desastre durante su transformación, sentado de la manera más relajada posible sobre la cama matrimonial, su respiración empezó a agitarse y sentía como uñas, pelo y dientes empezaban a crecer, no podía hacer nada para evitarlo, solo quedaba preparase para una complicada noche.

–Keith –la puerta fue forcejeada, pero a pesar de todos los seguros puestos, la puerta cayó de una patada– espero que estés listo para una grandiosa noche –entró coqueto Lance, con su típica bata para dormir exponiendo sus hombros.

Lance miró con curiosidad a Keith que estaba amarrado a la cama.

–No sabia que te gustaban ese clase de juegos –insinuó coqueto.

Keith no respondió, su pecho subía y bajaba, y poco a poco su pelaje se dejaba ver.

–Oh... lo dejaremos para después –acomodó correctamente su bata y se sentó a su lado acariciando su muslo, sabía que si acercaba la mano a su rostro se llevaría una mordida.

–Alejate... –su voz era ronca y sus ojos ya mostraban una amarilla tonalidad y pupilas pequeñas.

–No, no lo haré, ya pasamos varias veces por esto, y no estoy dispuesto a dejarte solo en esto.

La mirada de Keith había perdido su brillo completamente y ahora mostraba sus potentes caninos en forma de amenaza.

–No creas que me asustas, yo tambien tengo de esos –señaló su boca con afilados colmillos.

En ese momento Keith ya no entendía bien lo que sucedía, solo quería liberarse de las ataduras autoimpuestas anteriormente, empezó a gruñir con fuerza y jalar de sus brazos atados para liberarse.

–Bebé, dententente, te haces daño –detuvo uno de sus brazos impidiendo que las ataduras lo lastimaran– te soltare, ¿ok?, solo no me hagas romperte un brazo otra vez, le agradezco a tu genética que sanas rápido.

Besó su brazo y retiró las cuerdas, Keith estaba apunto de atacar, pero su conciencia humana no lo dejaba, en otras palabras, su amor por Lance.

–No me lastimaras, confía en ti –extendió su mano para tranquilizarlo.

Keith se quedó observando el brazo que la última vez había rasguñado y mordido, resentido retrocede hasta chocar con la pared, empezandoa a gruñir nuevamente.

–No se puede contigo... hoy dormirás conmigo, sí, siempre lo hacemos y yo no necesito dormir, pero tenemos que acostumbrarnos a este modo de vida y normalizar la situación.

Lance se recostó en la cama y extendió sus brazos hacia el hombre lobo, hasta este punto, Lance ya sabía que Keith estaba empezando a tomar conciencia en su transformación, y solo faltaba tiempo para controlarla.

Keith dudó, pero aceptó y se acomodó entre los brazos de Lance, quien lo abrazó con fuerza, haciéndolo gruñir nuevamente, pero calmandolo con besos en su frente y caricias en sus peludas orejas.

–Trata dormir, como siempre estaré despierto, así que no podrás hacerme nada.

Keith se removió acomodándose en su pecho, relajándose por la tranquila respiración de Lance.

Un ronco y profundo "gracias" salió de los labios del hombre lobo, haciendo sonreír al vampiro, era la primera palabra que decía mientras estaba transformado, arropó ambos cuerpos y clavó su mirada al techo, no podía hacer nada más que pensar, pensar en el sufrimiento de Keith al perder a su familia durante un tiempo, agradeció el dia que lo encontró agonizando en medio de su transformación en luna llena. Y como al ayudarlo tuvo que romperle el brazo para que quedara inconsciente y no enloqueciera más.

La soledad estuvo con ambos durante un buen tiempo, Lance no podía recordar a una persona que correspondiera sus sentimientos tal como es, exceptuando a Keith, claro. Eran un par de incomprendidos que se complementan y aman, con todo y defectos.




Բiɳ ɗíɑ 11

Klancetober - Pequeñas Historias Where stories live. Discover now