VIII

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Minho

El miércoles me levanto temprano y preparo el desayuno para Changbin y para mí. Quiero volver a sentirme yo mismo, pero curiosamente esto no es algo que yo haya hecho en el pasado. Sin embargo, parece lo correcto.

Changbin sale de su cuarto con el cabello mojado y revuelto, y llevando un conjunto negro.

—¿Ropa negra? Hombre, qué sorpresa —digo con ironía y sonrío, pero él me mira como si estuviera loco.

—¿Preparaste el desayuno? —Apunta a la mesa dónde ya están los dos platos servidos y levanta la ceja en que tiene un corte.

—Mmm, ¿sí? —Sigo un tanto inseguro, la verdad ahora que lo pienso sí es bastante raro.

—¿Quién eres y qué hiciste con mi amigo?

—No seas ridículo, lo hice porque quiero que me lleves a la universidad. Hoy no me apetece tomar el metro —digo intentando justificarme, aunque sé que eso no es cierto.

—Ajá... Bueno, tal vez lo haga si es que te quedó lo suficientemente bueno.

Desayunamos entre bromas y después salimos del departamento para pasar por Felix.

**

Estamos frente a la casa de Felix y cuando este sale por la puerta principal, Changbin a mi lado me da una mirada y sé qué me está pidiendo.

Así que abro la puerta y me meto en la parte de atrás. Felix me sonríe y mira serio a Changbin mientras entra en la parte del copiloto.

—No debiste mover a Minho —le recrimina y cierra la puerta.

—Ah no te preocupes, estoy acostumbrado a los intentos desesperados de Changbin por impresionarte. —El pelinegro me mira de mala manera por el espejo y a Felix se le tiñen de rosado las mejillas.

—En fin, vámonos. Sino llegamos tarde.

—No intentes cambiar la conversación —le digo porque quiero molestarlo. Felix se ríe también—. Por cierto, no creí que cantaras tan bien —digo mirando a este último y ahora su cara parece un jitomate.

Changbin se ríe con ganas y Felix le da un pequeño empujón. El pelinegro pone en marcha el carro y nos dirigimos a la universidad.

**

Entramos a la universidad, me despido de los chicos y me dirijo a mi primera clase.

Esta vez el salón está casi vacío por lo que puedo adueñarme de la mesa al fondo. Desbloqueo mi celular y me pongo a jugar.

No me doy cuenta, pero de repente el salón está casi lleno, Lara ya ha llegado y me mira con cara de pocos amigos desde su lugar en el centro del aula. Ella me odia, lo puedo ver en su mirada. Pero la ignoro, porque no me interesa.

Faltan 5 minutos para que empiece la clase cuando veo entrar a Chan, hoy trae una camisa blanca que resalta su figura. El pensamiento de un pecho rígido vuelve a mí y me tenso.
Pero intento tranquilizarme porque prometí que continuaría con mi vida y porque definitivamente Chan no tiene nada que ver con ello.

Estoy por sonreírle cuando veo que se sienta a un lado de Lara. Por alguna razón me siento traicionado, pero supongo que es lo que me merecía, ¿no? Después de todo yo fui una mierda con él, cuando lo único que él quería era tener un amigo.

Lara y Chan comienzan a hablar de algo que no logro escuchar. Ella sonríe como tonta y después me mira de manera triunfal. ¿Eso qué significa siquiera? Patética.

La clase comienza y durante las dos horas que dura tengo que soportar las  miradas que me lanza de vez en cuando la chica.

Cuando la clase termina nos dirigimos a otra clase y sucede lo mismo, Chan se sienta con Lara y esta me molesta con la mirada. Está bien, supongo que fue mi culpa así que ni modo.

**

Cuando es la hora del almuerzo, Changbin, Felix y yo estamos sentados en una mesa al centro de la cafetería.
Como es usual el pelinegro y el rubio sostienen sus manos por sobre la mesa y por ello nuestra mesa recibe demasiadas miradas, algunas de ternura, pero la mayoría son de asco y repugnancia. Aunque nadie se ha atrevido a decir nada, Changbin y yo nos encargamos de dirigir miradas asesinas a todos lo que miran de aquella manera.

Si soy sincero admiro demasiado a ese par, es admirable como no tienen miedo a mostrar su amor y como ignoran aquellas miradas y palabras de odio. Supongo que después de todo lo que tuvieron que pasar lo merecen. Ellos son el claro ejemplo de que el amor siempre gana.

Changbin me está contando con lujo de detalle el performance que hizo Felix de Let it go, este tiene la cara roja y yo me estoy muriendo de la risa. Entonces algo llama la atención de Felix a mi espalda y volteo: Chan.

—Hey, Chan —saluda Felix con la mano, recibiendo un saludo similar por parte del otro. Pero este no se dirige hacia nosotros sino que va a una mesa al fondo de la cafetería y toma asiento junto a un chico pelinegro con dentadura de metal. Lo reconozco, Jeongin, creo que se presentó la primera vez que lo vi.

Me giro a ver a mis amigos, Felix mira extrañado a Chan y Changbin me mira feo.

—¿Ahora qué le hiciste? —me pregunta molesto, pero para ser sincero ni siquiera yo sé.





No sé por qué pero amo a Lara. 😂
Y FelixXFrozen es mi concepto favorito.

Baby Boy ✓ MinChan Donde viven las historias. Descúbrelo ahora