XXXIII

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Minho

Me revuelvo entre las sábanas, palpo la cama pero el espacio a mi lado está vacío. Abro un ojo y reparo en que, en efecto, no hay nadie ocupando el otro lado de la cama.
Por un segundo pienso en si lo de anoche fue un sueño, pero sé que no es así porque estoy en un cuarto que claramente no es el mío y porque mi cuerpo está completamente desnudo.
Sonrío contra la almohada porque descubrir que aquello en verdad pasó me hace feliz.

Busco mi celular hasta que me doy cuenta de que ayer lo tenía en la bolsa de mi chamarra. Me siento dispuesto a ir al montón de mi ropa que está sobre una silla, pero me detengo en seco cuando siento el dolor en mi espalda baja, no es igual de fuerte que la primera vez, pero aún así me toma un tiempo antes de poder ser capaz de ponerme en pie.

Reviso mi celular, no es tan tarde y tengo unos mensajes de Changbin preguntando dónde estoy, pero eso es todo.
Ahora me pregunto dónde está Chan. Un sonido llega de la cocina y eso responde a mi pregunta. Me pongo mi ropa de la noche anterior, esperando que Chan me permita bañarme y tomar prestada algo de su ropa.

Abro la puerta del cuarto dispuesto a preguntarle. Salgo a la cocina pero me detengo en seco.
Chan está de espaldas a mí, viendo por la pequeña ventana que hay frente al lavatrastes. Pero entonces reparo en algo, su cabello que apenas ayer era verde platinado ahora es castaño.

—¿Chan? —frunzo el ceño.

Este deja un vaso del que estaba tomando agua.

—¿Chan? Oh no... —Se gira para verme de frente—. ¿Minho, qué haces aquí? —pregunta sorprendido, sus ojos no tienen su brillo usual y no entiendo de qué va todo esto. ¿Es acaso una broma?

La puerta principal del pequeño departamento se abre justo mientras dice aquello y entra un chico exactamente idéntico al que tengo frente, pero este tiene el cabello verdoso al que tanto estoy acostumbrado.

Y entonces me congelo, siento que mi alma se va a mis pies y por un segundo olvido cómo se respira.

—¿Ustedes se conocen? —pregunta Chan mientras se quita los zapatos. Confusión adorna su rostro.

Por un momento todos nos quedamos callados.

—No, claro que no, hermano. Minho acababa de presentarse —dice el chico de cabello castaño y sonríe de manera extraña.

Solo que en realidad no lo hice.

—Ah... Entonces supongo que ya se presentó Christopher también —dice Chan sin mucha emoción.

No soy capaz de contestar, las palabras ni siquiera intentan abandonar mi boca. Chan se da cuenta en que miro estupefacto al chico castaño.

—Hey, Minho. Sí, somos gemelos. No es la gran cosa. —Chan sonríe, pero se nota incómodo—. No esperaba que despertaras antes de que llegara —dice cuando está más cerca y levanta la bolsa en sus manos—. Fui por algo de desayuno.

Mi mente sufre un colapso, siento como si un balde de agua fría hubiera caído encima de mí.
El chico castaño, Christopher, mira de Chan a mí con curiosidad. Siento que comienzo a ahogarme.

—Yo... —Mi voz es apenas un susurro—. En... en realidad ya me iba.

Me dirijo apresurado a la puerta, al menos lo más rápido que puedo dado que mis piernas se sienten entumecidas.

Cuando paso de Chan y toco el pomo de la puerta, este me toma la muñeca.

—No te vayas —me pide en un susurro—. No sabía que él vendría, lo siento. Pero no te vayas.

—Nos vemos luego, Chan —le contesto también en su susurro y salgo de ese departamento.

**

Voy caminando por las calles sin rumbo fijo, apenas soy capaz de poner atención a los carros cuando cruzo una avenida.

Me siento aturdido, todo y nada en mi cabeza tiene sentido. El viento pega directo en mi rostro, hago un intento por despejarme y pensar mejor las cosas.

Mi mente regresa a aquella noche del bar, el recuerdo que tengo del chico; piel blanca y cuerpo marcado, el rostro de Chan, pero cabello castaño, y entonces pienso en lo tonto que fui, di por hecho que Chan pudo haber teñido su cabello después de aquello. Pero no.

Mi mente viaja al chico que acabo de ver, él sabía mi nombre sin necesidad de que se lo dijera y se sorprendió al encontrarme en el departamento de su hermano. Recuerdo sus ojos y su sonrisa extraña, ambos fríos, como mi recuerdo de aquella noche.
Su piel, su rostro, incluso el cuerpo ejercitado exactamente igual al de Chan.

"Oh, saludé a mi primo." Y una vez más pienso en lo estúpido que soy. Aquella vez Felix pudo haber dicho "a Chan", pero no lo hizo. Porque claramente no se refería a él, después de todo si Christopher es hermano de Chan, lo convierte en su primo también.

Y luego está el hecho de que Chan nunca se haya comportado raro o dado indicios de que recordara aquello conmigo. También creí que no lo hacía porque al igual que yo quería estar seguro primero o que estaba tan borracho aquella noche que de verdad no recordaba nada, pero una vez más me equivocaba.
Simplemente Chan no tenía aquel recuerdo, porque él no fue el chico con el que me acosté aquella noche.

Ahora lo comprendo, aquella noche tuve sexo con Christopher, su hermano gemelo.

Giro en un pequeño callejón y sin poder soportarlo más me deslizo por la pared hasta llegar al suelo, abrazo mis rodillas y solo entonces permito que mis lágrimas caigan por mis mejillas.

Lloro porque soy un estúpido, pero más que nada porque puedo perder a Chan justo cuando acabo de tenerlo y la sola idea me destroza.

Lloro porque simple y sencillamente mi cuerpo y alma lo necesitan, si no quiero ahogarme conteniendo aquél sentimiento.






¡PLOT TWIST! Más drama, porque sí. xd

Baby Boy ✓ MinChan Where stories live. Discover now