XXXV

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Minho

El jueves por la mañana ya estoy listo para ir a aquella cafetería. Mentiría si digo que tuve que despertar muy temprano, porque la verdad es que no fui capaz de dormir.

Me miro en el espejo, este me refleja pero no parezco yo mismo. Quisiera verme a mí mismo, pero me siento como si continuara deambulando para poder encontrarme. Desde lo ocurrido ayer algo en mí no se siente bien, no se siente como antes.
Mi cara, aunque un poco más cansada y triste, sigue siendo la de hace dos días y mi cuerpo está tal y como lo recuerdo, sin embargo, algo en mí no encaja; me doy cuenta que son mis sentimientos los que están por los suelos.

Dejo de lado aquello porque ahora necesito toda la fuerza del mundo para poder presentarme frente a Christopher.

Salgo de mi habitación y, tal y como esperaba, Changbin continúa encerrado en su cuarto, probablemente durmiendo.
Me dirijo a la puerta de la entrada y tomo todo el aire y valor posible antes de salir por ella.

**

Estoy sentado en una mesa al fondo de la cafetería. Observo a las demás personas, todas se ven tan tranquilas, tan serenas y me pregunto si yo luciré de igual manera o si ellos también estarán intentando esconder sus problemas.

Estoy tomando otro sorbo del café caliente que había pedido hace un rato, cuando la puerta del local se abre con un tintineo. Christopher viste ropa complemente blanca, me encuentra fácilmente y se dirige a mi mesa. Contengo el aire.

—Hola —saluda sentándose y con un acento mucho más marcado que el de Chan.

—Hola. —Ni siquiera puedo dedicarle una sonrisa—. Perdona que no haya pedido un café para ti, es solo o que...

—A Chan no le gusta—termina de decir—. Pero está bien para mí, no soy tan especialito como mi hermano.

Siento un nudo en la garganta, incluso si sé que Chan en efecto es su hermano, el hecho de que lo mencione hace que todo tenga una perspectiva peor.
Llama al chico que se encarga de tomar las órdenes y pide un café negro.

—¿Cómo has estado Minho? Hace mucho que no nos...

—Christopher... —lo corto.

—Chris —me corrige—. Dime Chris.

—Chris... —digo—. Creo que ambos sabemos por qué estamos aquí.

—Sí, lo sé. Perdón, intentaba ser amable. —Me sonríe, pero su sonrisa no llega a ser calida y brillante como la de Chan.

El chico llega con el pedido de Christopher y lo pone sobre la mesa.

—Yo —muerdo mi labio—, creo que te diste cuenta que...

—¿Que Chan y tú tienen algo más que una amistad? —pregunta alzando sus cejas—. Sí, pude notarlo.

—Sí, bueno no sé si todavía tenemos una amistad siquiera —digo intentando obtener información.

—¿Estás preguntando si le dije acerca de nosotros?

—No hay un nosotros —digo bastante serio.

Baby Boy ✓ MinChan Donde viven las historias. Descúbrelo ahora