XLI

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Minho

Al principio cuando Chan mencionó un baño pensé que jugaba o que se refería a en efecto tomar una ducha pero cada quién por separado.
Sin embargo, allí estábamos, tomados de las manos; yo dejando que me guíe hasta el baño.

Los nervios me consumen y puedo sentir mis manos sudar, pero Chan se encarga de aferrar mi mano con fuerza para que no resbale de la suya.

Entramos juntos al baño, no es muy pequeño pero con ambos dentro se siente bastante reducido. Veo a Chan morder su labio inferior.

—¿Estás bien con esto? —pregunta—. Quiero decir, ¿quieres hacerlo?

—¿Hay duda? —Le sonrío y lo tomo por la cintura para atraerlo más cerca de mí.

No voy a mentir estar desnudo frente a él aún me hace sentir incómodo, sin embargo, no es impedimento para hacer esto de cualquier manera.

Aferro su cintura y beso la punta de su nariz, lo cual lo hace sonreír más y están de vuelta sus hermosos hoyuelos. Envuelve sus manos alrededor de mi espalda y se lanza a mis labios. El beso es un ir y venir de emociones, pasa de ser miel a ser lava en segundos y viceversa; pero es solo eso, sentimientos disparados en todas direcciones, no hay deseo o excitación de por medio.

—Entonces hay que bañarnos —dice Chan cuando nos alejamos para tomar aire.

Nos soltamos y él se dirige a la regadera donde abre la llave del agua.  Estoy por desabotonar mi camisa cuando el vuelve frente a mí y detiene mis movimientos.

—Déjame hacer eso a mí —pide.

Y así lo dejo, se toma su tiempo para ir recorriendo la textura de la camisa y dejando libres los botones.
Cuando acaba deja caer mi camisa no sin antes hacer un recorrido por mi pecho y hombros con sus manos.

—Eres hermoso —me dice y un escalofrío me recorre.

—Déjame encargame de la tuya. —Apunto a su camisa y el asiente.

Tomo la tela por la parte baja y la elevo poco a poco, tal como el juego que él llevo con mi camisa me encargo de que durante el recorrido mis dedos rocen con su blanca piel y en algunas partes Chan se retuerce como si sintiera cosquillas.

—Tú también eres hermoso —le afirmo.

Me sonríe y después nos deshacemos de nuestros pantalones. Cuando estoy en boxers vacilo y mi boca se seca cuando Chan se deshace de los suyos y sé que no puedo dejarlo solo en eso, así que lo imito.
Ambos intentamos mantener la vista en los ojos del otro, pero aquello parece casi imposible.

Cuando ambos nos descubrimos teniendo el mismo pensamiento nos reímos con ganas.

—Hay que bañarnos, aún hay tarea por hacer —me apremia mi tutor y novio.

Chan revisa por última vez la temperatura y cuando siente que es la correcta toma mi mano de nuevo y juntos entramos en la regadera. Muerdo mi labio cuando al ir delante de mí soy capaz de admirar su cuerpo desnudo completo.
El agua cae rápidamente sobre nosotros empapando nuestros desnudos cuerpos.

Ninguno habla, simplemente nos limitamos a sentir el agua y el calor del cuerpo del otro. Nuestros pechos se tocan y nuestros miembro se rozan.
Tomo una pequeña cantidad de shampoo y hago espuma en el cabello verdoso de Chan para después dejar que el agua se lleve el jabón, junto con un poco de su tinte. Él hace lo mismo con el mi cabello.

Cuando toma una esponja y el jabón de barra, y comienza a tallar mi piel, un pensamiento viene a mi cabeza y no puedo evitar dejarlo salir.

—Sabes, nunca me imaginé estar en una situación así —digo.

Baby Boy ✓ MinChan Où les histoires vivent. Découvrez maintenant