XVIII

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Chan

—¿Me estás diciendo que saliste del clóset frente Minho? —La voz de Lara es casi un susurro.

Ambos estamos con nuestra mirada en nuestras libretas, pero nos acercamos al otro para poder escucharnos. Después de deportes tenemos nuestra última clase, la de dibujo.

—No estoy en ningún clóset, Lara. —Me acerco a ella, pero no levanto la mirada—. Que no vaya gritando mi sexualidad por el mundo no me hace closetero —digo también en un susurro.

Ruego que nadie nos escuche, algunos tienen audífonos mientras trabajan en su libreta, pero otros no. La maestra que nos imparte esta materia es muy especial en cuanto al ruido, ella cree que el arte viene cuando no puedes escuchar mas que tus pensamientos. Dice que debes sentir tu lápiz como una pluma que viaja por el viento.

—Ya —dice Lara y resopla—. Pero él acababa de decirte que creía que tenías novia.

—¿Y eso que tiene qué ver? —No entiendo a qué se refiere.

—Eres tonto. —Rueda los ojos—. Él creía que eras heterosexual, pero después vienes y le dices que eres gay, y técnicamente le arrojaste a la cara que te gusta...

—Ya te dije que le aclaré a qué me refería —me defiendo.

Miro sobre mi hombro, esperando que nadie, pero en especial él, nos esté escuchando. Sin embargo, Minho lleva audífonos y se ve muy concentrado en lo que hace. Mueve sus labios en un canto silencioso y desearía poder escuchar su voz de nuevo.

—Eso no importa ahora mismo. El punto es, si él es heterosexual, no creo que le afecte o moleste dado que su compañero de departamento y amigo también lo es y conoce a su novio, que por cierto es tu primo. Pero tal vez se aleje de ti porque, bueno, lo más seguro es que se dio cuenta de tu indirecta y no quiera darte falsas esperanzas.

—Más alejado de mí no puede estar —digo levantando mis hombros a manera de rendición.

—Cállate, aún no termino. —Me da una mirada molesta de reojo. Le molesta que se le interrumpa cuando está hablando de algo "importante"—. Y bueno, suponiendo que él también fuera gay o bisexual, también la cagaste amigo.

—¿Qué? ¿Por qué? —En todo caso no pasaría de que yo no le guste, pero tal vez podríamos ser amigos.

—Porque en todo caso si también le gustas, tú ya le diste un ultimátum de tu chico ideal. Y digamos que Minho y Peter son... distintos —dice con obviedad.

Me quedo callado, en ese momento lo vi como mi ruta de escape, pero viéndolo desde ese punto de vista fue bastante estúpido.
Pero de cualquier manera, no es como que le guste a Minho. Aunque ya nos llevamos mejor, él sigue estando alejado de nosotros. De mí.

**

Al día siguiente en nuestra clase de matemáticas y última del día, el maestro Lee pone unos cuantos ejercicios en el pizarrón y anuncia que dará puntos extra a quién logre resolverlos. Y estoy listo para participar, hasta que menciona que él elegirá quiénes pasen al frente. Lo hace por aquellos que casi nunca participan o que les vendrían bien las décimas para su materia.

—No está bien que haga eso. —Lara mira muy seria al maestro—. Los está exponiendo.

Asiento, la verdad tiene razón. Es como si el maestro dijera: "Hey miren, ellos son lo más deficientes en mi materia". Los vuelve un blanco para burlas y demás.

Primero menciona a una compañera y después a dos chicos más. De los cuales sólo un chico logró responder fácilmente y la chica después de unos diez minutos al frente.

El maestro vuelve a mirar a su computadora, buscando a alguien que conteste el último ejercicio.

—Lee Minho —dice el maestro y todas las mirada se vuelven al pelinegro del fondo.

Yo prefiero no mirar, pero lo veo de reojo cuando pasa a mi lado. Llega al pizarrón y toma el plumón. Rasca su nuca y cuadra los hombros.
Me es imposible no recorrer con la mirada su espalda y posarlos en su trasero. Que es un tanto prominente y me pone.

—¿No querrás saltar sobre él y desnudarlo frente a la clase de una vez? —Lara habla por lo bajo, solo yo puedo escuchar.

La miro y ruedo los ojos no queriendo admitir que lo estaba mirando de aquella manera, sobre todo porque no es el momento para esas cosas.

Minho se nota nervioso, está haciendo garabatos en el pizarrón que no puedo ver, pues él me bloquea la vista. Toma el borrador demasiadas veces y frota su nuca de nuevo.

—¿Tiene idea de qué está haciendo o no señor Lee? —El maestro mira por sobre sus lentes al pelinegro.

—Sí, pero... —Y entonces suena el timbre anunciado el final de la clase.

Todos comienzan a tomar sus cosas y salen rápidamente. Minho se queda al frente mientras todos salimos.

Lara se despide, pero yo me quedo en la puerta del salón. Minho sale y parece llevar prisa, así que lo alcanzó.

—Hey —digo a su espalda y se detiene.

—Hola —dice y al igual que en el desayuno su mirada se ve normal, es decir, lo que hablamos ayer no ha cambiado su forma de ser para conmigo—. Pensé que ya te habías ido.

—No. En realidad te quería invitar a comer. —En su rostro hay confusión—. Es decir, que vengas a comer con Changbin, Felix y conmigo.

—Oh... —Asiente—. Claro, por qué no. —Me sonríe y juro que esa sonrisa me podría derretir.

Baby Boy ✓ MinChan Nơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ