Baby Boy ✓ MinChan

XV

Minho

Observo a Chan detenidamente buscando una respuesta, algo que me confirme al cien porciento lo que dijo Seungmin.
Él está sentado en una mesa el fondo de la cafetería. Por el ángulo en que nos encontramos soy capaz de ver su perfil.

Observo cada parte de él que está al alcance de mi vista. Su cabello hoy está un poco más rizado y un tanto desordenado, pero aun así le queda malditamente bien. El color plateado verdoso de este contrasta a la perfección con su piel pálida y a pesar de que debajo de sus ojos hay unas pequeñas bolsas moradas, su rostro se ve fresco.
Mi mirada recorre desde su nariz un tanto alargada, a su pómulo y su fuerte quijada, pero finalmente se detiene en sus labios. Sus labios que a comparación de su piel tienen tanto color, estos son rosados y delgados, pero no al punto de ser una línea; entonces Chan muerde su labio inferior, parece carnoso. Instintivamente lamo mis labios e imagino lo que se sentiría tenerlos sobre los míos...

—¿Tú qué opinas Minho? —La profunda voz hace que salga de mi burbuja y la idea de que me hayan atrapado observando a Chan hace que se me atore la hamburguesa que estaba comiendo.

Doy pequeños golpes a mi pecho y Changbin se encarga de hacer lo mismo con mi espalda. Le doy un sorbo a la Coca Cola y finalmente puedo sentir la comida bajar por mi garganta.

—¿Estás bien? —pregunta Changbin.

—Sí, lo estoy. Perdón. —Ni siquiera sé por qué me disculpo.

—No pensé que te sorprendería tanto la idea de que un futuro queramos adoptar —dice Felix riendo y no entiendo a qué se refiere, pero no digo nada porque es eso o que se den cuenta que veía a Chan.

—No lo habían mencionado antes, eso es todo —digo intentando sonar casual, pero Changbin me mira raro—. Pero sería genial chicos. Estoy seguro que Felix sería un gran padre, no sé si puedo decir lo mismo de ti Changbin.

El pelinegro me da una mirada ofendida, mientras que el rubio se ríe y yo agradezco mentalmente porque no se hayan dado cuenta.

**

Chan

Cuando se acaba el tiempo del receso Lara y yo nos despedimos de Jisung y Jeongin, y nos dirigimos a nuestra siguiente clase.

Sinceramente ya estoy harto de clases por hoy, principalmente porque la suerte hoy no está de mi lado. No puedo creer que tuviera que participar en clase de español. Probablemente quedé como un idiota frente a la clase, frente a Minho.
Lara lleva burlándose de mí toda la mañana.

Llegamos a nuestro salón, pero aún no han llegado muchos compañeros. Así que tomamos asiento donde comúnmente, en la parte del centro. La verdad yo prefiero atrás, pero Lara dice que el centro es el mejor lugar por excelencia, según ella aquí podemos escuchar y ver lo suficientemente bien (no como los de la parte del fondo), pero que tampoco somos un objetivo fácil a la hora de participar (como los de la parte del frente).

—Lara... —digo y esta quita los ojos de su celular, y pone su atención en mí—. Minho me habló.

—¿De verdad? —dice un tanto sorprendida, pero luego añade: —¿Y qué hago, los felicito? —dice sarcástica y ruedo los ojos.

—No seas boba. Él nos invitó a sentarnos con ellos.

—¿Nos? —pregunta incrédula—. "Nos" me suena a manada y por si no lo has notado él parece odiarme.

—Sí. Nos invitó, a Jeongin y Jisung también. Y para ser justos tú también fuiste un poco odiosa con él —digo y ella me mira ofendida.

—¿Ahora lo defiendes? —dice y pone cara de sorpresa—. Él en realidad te tiene loco, ¿no? —pregunta y se ríe.

—Yo solo te dije que me parecía guapo, Lara, no malinterpretes —digo y ella me mira con cara burlona.

—Ah no, hermano, también me dijiste que se ve lindo molesto y ayer no dejaste de mandarme mensajes de lo increíblemente hermoso que canta, y bla, bla, bla —hace movimientos con su mano como si esta hablara—. Puedes seguir mintiéndote todo lo que quieras cariño —pone una mano sobre mi mejilla—, pero yo sé lo que sientes.

Justo en ese momento entra el pelinegro que ha ocupado mis pensamientos últimamente, pero él no está mirándonos. Simplemente pasa de nosotros como si no estuviéramos allí.

—Ajá, pero ese no es el punto. —Quito su mano de mi mejilla—. ¿Entonces qué opinas?

—¿Es lo que quieres, no? —Me mira y hago un pequeño asentimiento—. Está bien —dice y resopla—. Pueden comenzar mañana, no voy a poder venir.

—¿Qué? No me digas que lo estás haciendo para evit...

—No seas estúpido, claro que no. Yo principalmente quiero verte rojo como tomate y todo nervioso cerca de él. —Me mira divertida y sé qué no miente, al parecer burlarse de mí es su pasatiempo favorito—. Simplemente mañana es viernes y mis padres quieren que viajemos con ellos para una fiesta que tendrán el sábado.

—La traición hermana, me vas a abandonar. —Hago pucheros.

—No seas dramático. Mejor piensa que podrás sentarte con Minho. —Me da una mirada pícara y un pequeño empujón.

—No, yo no...

—Ah claro que lo harás —dice muy firme y sé que lo haré.

Bueno, ya va habiendo un progreso en ambos. xd