XL

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Chan

Me levanto muy temprano por la mañana, los miércoles acostumbro hacer por lo menos 30 minutos de ejercicio en casa antes de ir a la universidad.

Así que una vez he despertado lo mejor posible, me pongo manos a la obra. Un poco de calentamiento, sentadillas y abdominales, aunque ya estoy acostumbrado a ello, los brazos, piernas y abdomen me arden y duelen un poco, pero pasa tan rápido como se van los 30 minutos.

Tomo una ducha y el agua está terriblemente fría. Tardo mucho más tiempo decidiendo a entrar en la regadera que en lo que me baño.
Salgo lo más rápido posible del agua y me enrollo en una toalla, después me visto, casi agradeciendo al cielo por la ropa calentita.

Estoy decidido a desayunar en casa hasta que miro la hora en el celular y me doy cuenta de que faltan exactamente 13 minutos para la primera clase, así que mejor tomo mi mochila, llaves, cartera, y salgo disparado a la calle.

Diez minutos después estoy corriendo por los pasillos ya un tanto vacíos, a excepción de las personas que al igual que yo están llegando tarde. Me recrimino por ello, no es posible que viva tan cerca y siempre tenga que correr para que no me cierren la puerta del salón.

Cuando llego frente al salón la clase ya ha empezado y la maestra se dedica a decir unas cuantas cosas a mis compañeros. La puerta no está cerrada, pero aún así toco para que la maestra note mi presencia.
Ella me mira demasiado seria, no le agrada nada tener que interrumpir su discurso por mi culpa.

—Buenos días, ¿puedo pasar? —pregunto apenado.

Ella me estudia demasiado tiempo. No es vieja, pero a pesar de ser joven es demasiado estricta.

—Sí, señor Bang —contesta. Y antes de que entre, añade—: espero que haya llegado tarde por una buena razón y no porque se quedó platicando con alguna novia.

Instintivamente mi mirada se dirige a Minho cuando escucho la palabra novia, él se mueve en su lugar incómodo. Se oyen algunos murmullos, al parecer la noticia o chisme como quieran verlo, de mí y Minho se ha ido esparciendo entre los alumnos.
Lara por su parte resopla y gira los ojos, sé cuánto le molestaba ese tipo de comentarios, pero lamentablemente es algo con lo que aun vivimos.

—No —miro de nuevo a la maestra—, no fue eso. —Alguna risillas se escuchan.

—Muy bien, entonces adelante —determina y así sin más da por terminado el tema, volviendo a lo suyo.

Tomo asiento junto a Lara, y las clases transcurren como normalmente lo hacen, solo que ahora tengo la atención de muchas personas como si fuera un espectáculo de circo.

**

A la hora del desayuno Lara, Minho y yo nos dirigimos a la cafetería. En la mesa ya están todos sentados y platican entre sí alegremente; la verdad si volviera a unas semanas atrás aquello parecía casi imposible y allí estábamos, siendo un grupo.
Todos lucen como cualquier día, pero caigo en cuenta que Jeongin lleva un cubre bocas y me pregunto si el pobrecito estará enfermo.

Minho y yo nos sentamos juntos, él está algo tenso y nervioso puedo darme cuenta. Así que mientras los otros discuten sobre algo a lo que no pongo atención, doy un pequeño empujón a mi novio para captar su atención.

Baby Boy ✓ MinChan Where stories live. Discover now