Baby Boy ✓ MinChan

XXVI

Chan

Despierto cuando los rayos de luz alcanzan mi cara y me es imposible continuar con los ojos cerrados.

Tomo mi celular y tengo una buena cantidad de mensajes. Dado que hoy es la famosa fiesta, los mensajes de una Lara estresada porque todo sea perfecto, de Jisung y Jeongin preguntando sobre cómo nos iremos y un Felix pidiendo que nos pongamos de acuerdo para cuando tengamos que irnos llenan mi bandeja de mensajes.
Pero hay uno que sobre todo llama mi atención. Lo abro.

BABY BOY
Buenos días. :)

En cuanto leo el mensaje una sonrisa se planta en mis labios.
Recibir un mensaje de buenos días del chico que te gusta es la mejor manera de despertar.

CHAN
Hola.

CHAN
Entonces... ¿Changbin y
Felix consiguieron que
fueras a la fiesta? 😏

BABY BOY
Sí...
Te dije que de cualquier
manera me harían ir. 😂

CHAN
Entonces supongo que nos
veremos más tarde.

BABY BOY
Así es. 👌

La sola idea de saber que mas tarde veré a Minho hace que mis nervios se disparen a niveles estratosféricos.

Es decir, ayer simplemente casi me le tiro encima como un chico desesperado a decirle que me gusta.
Y maldita sea, lo hace, me gusta demasiado; y es algo que no puedo controlar y me asusta la idea de que no sea correspondido.

Lara me dice que ella ha visto el comportamiento de Minho conmigo y que por la manera en que lo hace solo puede significar que le gusto. ¿Pero acaso eso no sería demasiado bueno?

Después de esa conversación hablamos poco, porque yo me dedico a contestar los demás mensajes y ambos estamos ocupados con actividades de la casa.

**

Veinte minutos antes de las ocho, que es la hora acordada, yo ya estoy listo.
Como esta no es una fiesta formal, es más como aquellas en las que vas a bailar, a tomar, y muchas veces algunos solo van a buscar a quién tirarse; decido no ir demasiado llamativo. Mi ropa es algo casual, unos pantalones, una camisa y una chamarra, todo en negro, incluso parezco Changbin.

Tomo mi celular y salgo de mi pequeño departamento.

Ya que Jisung y Jeongin no sabían en dónde vivo, o dónde viven Changbin y Minho, o Felix, decidimos que el mejor punto de reunión era la universidad.

Camino por no más de 10 minutos, y cuando llego al estacionamiento ya se encuentra allí el carro de Changbin. Tres chicos están recargados en él. Su dueño, cuyo aspecto en negro no me sorprende, mi primo, quién me sonríe y me saluda desde lejos, él a diferencia de su novio va de varios colores; y por último y por supuesto no menos importante, el chico que me roba la respiración.

Minho lleva un pantalón negro y una camisa suelta que varía entre blanco y negro, y ruego porque mi amiguito de abajo mantenga la compostura porque ahora mismo él es la cosa más jodidamente sexy que haya visto en mi vida.

—Hola —digo cuando ya estoy lo suficientemente cerca.

—¿En qué momento Changbin se apoderó de tu cuerpo? —pregunta Minho riéndose.

—Oye, el negro es lo de hoy —dice Changbin a la defensiva.

Felix rueda los ojos y sonríe.

—Hola, primo —saluda y da una mirada alrededor—. ¿Jeongin y Jisung van a venir?

Miro mi celular, principalmente la hora ya marca las 8:02 p. m, y segundo no hay ningún mensaje de esos dos que diga que al final no vienen. Así que asiento.

—Sí, ellos vienen.

—Está bien, entonces hay que esperar un poco más —dice el rubio.

—Oigan, ¿creen que esté bien que Jeongin venga con nosotros? —pregunta el pelinegro más alto.

—Él ya no es un bebé, Minho —dice Changbin.

—Ya lo sé —dice el otro—. Pero es tan pequeño e inocente... ¿Sabes que muy probablemente pierda toda esa inocencia hoy verdad?

Sonrío porque no puedo evitarlo, Minho en modo protector me encanta.

—Bueno al parecer a él no le importa. —Su amigo lo vuelve a mirar—. ¿Minho, te sientes bien? Estás más alterado incluso que su mamá.

—No, es que Minho es mayor, tiene complejo de padre con los menores del grupo —dice Felix de manera tierna y Minho rueda los ojos.

—Sí, pero entonces necesitaríamos una mamá y yo creo que podría ser... —Changbin se calla cuando un codazo por parte de Minho da de lleno en su brazo.

—¿Y por qué necesariamente debe ser una mamá? Puede ser también un papá, ¿sabes? —dice Felix y Changbin le da la razón con una asentimiento.

—Allí vienen —dice Minho apuntando a las dos siluetas que se ven a lo lejos.

Algo me dice que el codazo no era necesariamente para llamar la atención de Changbin, si no para callarlo, pero no digo nada.

Jisung lleva unos pantalones de mezclilla, una camiseta azul y una gorra; Jeongin lleva un pantalón caqui y una camisa blanca. Digamos que van bien para la ocasión.

Cuando llegan al carro, Changbin que rodeaba con un brazo la cintura de Felix, lo suelta y da un golpecito al carro.

—Vámonos o llegaremos a ayudarles a limpiar.

—No seas exagerado —le dice su novio.

—¿Vamos a caber todos ahí? —pregunta Jisung y Changbin asiente.

—Dos de ustedes se irán en piernas de otros dos de ustedes, porque Felix va adelante.

Felix rueda los ojos, pero le sonríe a su novio. Me quedo callado y pienso la mejor manera de acomodarnos.

—Ok —digo finalmente—. Minho tú eres más fuerte, así que te llevarás a Jeongin y yo a Jisung.

Todos parecen esta de acuerdo excepto alguien.

—No —dice el pelinegro más bajito—. Jisung se llevará a Jeongin y tú —me apunta—, te llevarás a Minho.

Este último mira demasiado serio a su amigo y no entiendo qué es lo que pasa.

—Ya saben, es por eso de nivelar los pesos —vuelve a decir ahora en su defensa.

Entra al carro, seguido de su novio. Yo me lo pienso, ¿acaso no es bastante estúpida su manera de nivelar los pesos?

Pero finalmente no digo nada. Jisung y yo subimos primero, después Jeongin se sube en las piernas del primero. Cuando es el turno de Minho de subir, respiro hondo y vuelvo a rezar porque mi amiguito se mantenga en su lugar.

Cuando está arriba de mí el carro se pone en marcha. Por suerte Minho es ligero y no parece incómodo.

Durante todo el camino puedo sentir la espalda de Minho en mi pecho, también puedo olerlo. Dios todo en él me resulta tan cálido.

Sin llamar mucho la atención busco dónde poner mis manos. Así que Minho, en una acción demasiado atrevida, me las toma y las pasa por encima de su estómago donde las dejo descansar.
Ahora estoy rodeándolo y me siento nervioso y a la vez tranquilo.

Le escucho soltar el aire que seguramente estaba conteniendo y sonrío. Creo que esta noche va mejor de lo que esperaba.