Pasar tanto tiempo con una persona que no conoces puede ser bueno o malo, pero tener que convivir con alguien que esta completamente prohibido para vos puede ser casi un infierno.
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capítulo ocho: “¿amigos?”
—Cande, apareciste. —se burla Carolina de su amiga viendo cómo subía las escaleras.
Esta hizo caso omiso para virar sus ojos y saludarla con dos besos.
—Vos sos la que desapareces por vivir con el rubio pelo duro.
—¡Hey! —exclama rápidamente la morocha mirándola mal—. No le digas así a Giuli.
—Es la verdad, perdón amiga. —responde rápidamente la castaña e intenta cambiar el tema, mirando como había cubierto su maqueta como si fuera una torta—. ¿Por qué tanto secreto?
—Nada, sabes que me da cosa que me vengan mirando en el bondi. —suspira Carolina, y mira la de su amiga—. Está lindo, ¿Lo hiciste sola?
—Papa me ayudó, más bien creo que hizo todo. —cuenta Candela para reírse un poco.
Mientras que caminan por la facultad hablan de lo que le costó hacer del croquis.
—Dios, yo casi que no lo termino. —suspira Carolina llegando a la puerta con su amiga—. Giuliano se me durmió en la mitad de los planos.
Candela larga una carcajada llamando la atención de lo que estaban en el aula, aún así no le hace y mira a su amiga cuando habla.
—Pero, por suerte Sosa me ayudó.
Es dónde Candela se girar a mirarla extrañada llegando a unos asientos libres y no tan al fondo.
—¿Entonces ya se llevan bien?
—Creo. —contesta ida la chica depositando su maqueta, para después sentarse y mirar a su amiga que esperaba algo más, así que recuerda lo de la madrugada—. Se quedó en la madrugada conmigo para ayudarme a terminar, es un amor.
Finalmente lo dice y Candela sonríe, ella sabía que tarde o temprano se iba a llevar bien con Sosa, y que “ella no le cayera bien a él” era solo cosas de su amiga.
—En fin, me ayudó cuando ese debió ser Giu. —se muestra tomándose con humor—. Pero se lo perdono porque de verdad estaba cansado.
—¿Viste? —rapidamente le interrumpe su amiga con una sonrisa grande en su cara—. Te dije que iban a hacerse amigos. Además, ¿Qué más lindo que ser amigo del mejor amigo de tu novio?
Y Carolina lo piensa y cree que nada.
•
—¿Qué pasa? ¿No vas conmigo? —pregunta su amiga viendo cómo Carolina se había frenado a la salida de la facultad.
—Giuliano me dijo que me venía a buscar. —sonrie a medias, pero su amiga se le queda mirando con una ceja alzada—. Perdón, el se sintió mal por no ayudarme y me compensa buscándome y que no ande de nuevo con la maqueta dando pena.
