12

2.9K 206 42
                                    

capítulo doce

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

capítulo doce.
“preguntas”

La cara de Santiago pronto está más cerca de la mía y de mis labios cuando se separa rápidamente al escuchar la puerta y puteadas de Giuliano.

Mi corazón casi se sale y no sé cómo reaccionar, me tocó la cara sin saber que hacer y Santiago solo se mete en la cocina, por lo que yo rápidamente salgo de ahí para caminar hacia Giuliano.

—Es en todo el edificio. —se queja Giuliano con mala cara.

Trago saliva para mirarlo y fruncir mi ceño, aunque podía sentir como mi corazón estaba latiendo demasiado por el momento de atrás.

—¿Y... No saben..? ¿Cuando va a volver? ¿O vamos a estar toda la noche así? —cuestiono como puedo.

—Los del piso de abajo llamaron, pero no sé... —suspira Giuliano para pasar por mi lado—. Ah, estás acá vos...

Es dónde me giró y veía como Santiago salía de la cocina con una mueca y una botellita de agua.

—Pensé que no estabas. —se ríe mi novio para darle un empujón.

Me da cosa verlos o mejor dicho mirarlo a Santiago después de ese momento.

—Llegue hace una hora... —lo escucho decir a Santiago, sin más me siento al sofá dándole la espalda.

No escucho más que unos murmullos hasta los pasos de alguien subiendo las escaleras es dónde giró mi cuerpo para ver al rubio.

—¿Dónde vas? —pregunto alarmada y apoyo mi rodilla en el sofá, dependiendo de su repuesta me iría con el.

—A buscar un almohada y sábana liviana, no voy a dormir arriba. —me responde para seguir subiendo y continua—. Además, acá corre viento porque la puerta del balcón está abierta.

Después de eso giró mi cabeza para volver a sentarme en el sofá y apoyar mis pies al cuero, pero los bajo rápidamente al sentirme incómoda ya que solo tenía la camisa de mi novio... Qué si no fuera por el entrando, yo lo iba a engañar.

Dios, si, lo iba a engañar.

¿Qué me pasaba? Encima si lo hacía, iba a ser... ¡Con Sosa! Su amigo.

Me puteo mentalmente, y realmente no entiendo que pasó en la cocina hace minutos, ni que quiso hacer Santiago, porque él fue el que se me acercó y si el nunca me hubiera mirado de esa forma y acercarse de esa forma yo nunca hubiera pensando en de verdad besarlo, o querer besarlo.

Igual, no podía culparlo a el, yo no me moví y es porque quería o no se... Santiago ni siquiera me gusta.

Y apenas me parece lindo, porque entre Giuliano y Santiago, lo prefería mil veces al rubio.

Igual no sé porque lo quiero aclarar mucho cuando es algo que es obvio.

—¿Dormís conmigo? —interrumpe mis pensamientos el mismo rubio besando mi cuello, me giró a verlo para ver cómo caminaba al balcón para tirar almohada y un cubre cama.

Duplex | Santiago Sosa.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora