Pasar tanto tiempo con una persona que no conoces puede ser bueno o malo, pero tener que convivir con alguien que esta completamente prohibido para vos puede ser casi un infierno.
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capítulo once. “actitudes”
Carolina.
—¿Van acompañarme o no? —pregunto por tercera vez poniendo en alta voz la llamada y dejarlo en mi cama.
—¿Es necesario? —pregunta Candela, viró mis ojos y abro mi placard para ver que ponerme, pero rápidamente escucho la voz de mi otra amiga que estaba con ella—. ¿Que hora?
—Tipo nueve. —contesto y antes que contesten algo doy por hecho que van a ir—. Cuando Giuliano me mande la dirección les digo donde...
El tema de la salida de noche queda ahí para empezar a hablar de otra cosa, mientras yo me decido que llevar a la noche.
No sabía el motivo de esta reunión pero solo rogaba que Giuliano se acuerde que después de las doce cumplíamos 6 meses de novios, pero sino iguak agradecía que me haya dicho que traiga a mis amigas al bar donde estábamos.
La mayoría eran hombres, por lo cual me sentí mejor al tener a Cande y Sol conmigo. Pero no me arrepentía de venir porque la estaba pasando bien y aparte me estaba despejando de la mini pelea que tuve con mi papá antes de venir, no me hablaba o conversaba mucho en la mesa larga con los amigos de Giuliano pero si sonrisas simpáticas, en cambio con el que se notaba que ya nos veiamos todos los días era con Sosa, que me hablaba o era el que nos pasaba la bebida a mí y a las chicas.
—¿Nos sacamos una foto? —interrumpe Santiago sentándose a mi lado izquierdo que estaba vacío porque Giuliano había pasado al frente y hablaba algo con uno de sus amigos tinchos.
En realidad Sosa no interrumpe porque solo estaba escuchando a Candela delirar con un amigo de mi novio. Esbozo una sonrisa y le contesto sin problemas a Sosa.
—Dale.
El sonríe y sale de un chat de whatsapp para entrar a cámara, me extrañaría que me pida foto pero la verdad era que se estaba sacando fotos casi con todo los que estaban, así que no pasa nada.
Así que me acerco un poco a su hombro para que salga mi cara y Santiago sonríe como siempre para sacar la foto, dejo de prestarle atención cuando Candela me toca el brazo para decirme que me corra un poquito porque se iba al baño, cuando lo hago me giró con la intensión de pedirle ver la foto a Santiago.
—A ver si salí linda... —le digo mientras que el hacía algo.
—Si saliste bien... —me contesta sin mirarme, por lo que observo mandaba un whatsapp.
Igualmente insisto.
—Dale Sosa, quiero ver.
El me mira entrecerrando sus ojos pero terminó sonriendo cuando el entra a la galería.
—No, no me gusta como salí. —me quejó, el se carcajea y niega—. En serio, borra y nos sacamos otra.
