Pasar tanto tiempo con una persona que no conoces puede ser bueno o malo, pero tener que convivir con alguien que esta completamente prohibido para vos puede ser casi un infierno.
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capítulo cuarenta y dos. “arreglo y una grande mala noticia”
Estás? Puedo llamarte? » tecleo con nervios al verlo el línea, finalmente lo envío.
Lo espero o más bien espero que pueda clavarme el visto que tarde unos seis segundos dónde rápidamente me aparece el escribiendo y poco después su respuesta.
Ya me extrañas ehhh... Llámame bebe😍.
Salgo de su chat para tomar aire y finalmente apretar para llamarlo, pocos tonos y el me atiende.
—¡Hola bombón mío! —exclama muy alegre, notorio y a pesar de mi mal humor me hace sonreír.
El solo escuchar la voz alegre me hacía bien...
—No tan alegre como vos... —confieso y suspiro—. ¿Que estabas haciendo?
—Recien recién, salía de bañarme y ahora capaz vamos a tomar mates con los pibes. —me cuenta igual de animado—. ¿Vos? Te noto apagada... ¿Puede ser? ¿ O me equivoco?
—No tanto...
—¿Que pasó? —se alarma rápidamente.
Y pienso como decirle.
—¿Puedo decirte algo pero antes tenés que decirme que no vas a pensar que soy una loca o algo así? —pregunto mordiendo el interior de mi mejilla.
Y escucho su mini carcajada.
—¡Pero claro amor! ¿Que es? —pregunta y se produce un silencio—. ¿Es sobre mi, no? Ya me parecía mucha paz...
Y lo tomaría mal sino se riera de nuevo, pero se ríe y ya conozco a Santiago y su lado de tomar todo o hacer chistes.
—De casualidad... —empiezo tratando de ir soltando cómo tenía ordenado en mi cabeza—. Solo por preguntar... ¿Todavía hablas con Candela?
—¿Con Candela con la que yo...?
Interrumpo, claro.
—Si, Santi.
—Ah, no, no ¿Por qué? —contesta muy tranquilo—. Te había dicho... te acordás aquella vez... Que había cortado todo con ella.
—Si, lo recuerdo.
—¿Entonces por qué me preguntas? ¿Que está pasando por esa cabeza? —pregunta con humor y puede ser que estoy más tranquila.
—Nada, que me enteré que su amiga tiene algo con tu amigo, Juli... Y que están allá. —digo lo último en un tono más bajo.
Y me hubiera gustado que Santiago me conteste como la última pregunta, pero no, demora y me contesta algo inseguro.
—Ahhhh, si, si... Anda en algo con Julián, pero...
