¹ 𝗖𝗢𝗙𝗙𝗘𝗘 | cinco hargreeves (reescribiendo)

❪ O4. DEAD ❫

𝗖𝗢𝗙𝗙𝗘𝗘: MUERTO

EL TIEMPO JAMÁS PARECE DETENERSE, para nadie en realidad, y los niños que formaban parte de la Academia Umbrella habían sido testigos de ello.

Años después, cada uno de ellos siguió con el ciclo de la vida, crecer era algo que no habían podido evitar por más habilidades que tuvieran. Y, junto a su crecimiento, se vieron obligados a ir uno a uno buscando su camino.

Algunos con un futuro más prometedor que otros.

—¿Por qué es tan difícil conseguir un hombre hoy en día? —la ojiazul escuchaba los lamentos de la joven pelirroja, tratando de reprimir la diversión que aquello le provocaba —No soy tan exigente, es que... ¡Demonios! ¿Tengo los estándares tan elevados?

—Jessie —su suave voz llamo la atención de la chica, que paro de pasar el algodón por su rostro para observarla —Acabas de describir a un hombre exactamente como Eugene Fitzherbert —la pelirroja la miro confundida

—¿Y ese quien es? —ahora la ojiazul la miraba ofendida.

—¿Cómo es que no conoces a Flynn Rider?

—Ah... ¿El príncipe ese que sale con la rubia de cabello largo? ¡Bah! —rodo sus ojos con diversión —En ese caso mejor me mudo a Disneyland —le resto importancia, continuando con su trabajo de quitar el maquillaje del rostro de la ojiazul.

Cherry Hargreeves, quién había tomado aquel nombre como algo oficial, había continuado con su vida tal como lo habían hecho sus hermanos. Se había aprovechado al máximo de lo que Luther llamaba tener una cara "diabólicamente bonita", en sus tiempos de adolescentes llegó a aborrecer aquello puesto que el rubio constantemente hacia referencia a qué Reginald la prefería solo por poseer un lindo rostro, y hasta cierto punto, llegó a detestar ese aspecto. Pero cuando se independizó de su padre, supo que aquello la beneficiaba, y se aferró a ello para que se convirtiera en su sustento.

Jessie era una joven maquillista que había conocido en un llamado a la ciudad de Nueva York, se volvieron cercanas y ahora mismo trabajaban a la par en un par de campañas promocionales en las que habían contratado a la ex-heroína.

—Comienzo a creer que el amor no fue hecho para mí —llamo nuevamente la atención de la castaña con aquellas palabras, Cherry no pudo evitar que un suspiro escapara de sus labios.

—Tampoco para mí —murmuro creyendo que la pelirroja no la escucharía, aunque se había equivocado pues está ya la miraba con ambas cejas alzadas, con creerse lo que decía.

—Eres la única persona en el mundo que podría plantarse frente a un desconocido, pedirle matrimonio y este diría que si —reclamo Jessie, Cherry rió sabiendo que estaba exagerando —Lo digo enserio, ¿por qué no te has casado?

Aquellas palabras cayeron como si de un balde de agua fría de tratará, la castaña jamás se había imaginado en una relación matrimonial con nadie, salvo una vez, pero aquello solo era parte de sus ilusiones infantiles.