¹ 𝗖𝗢𝗙𝗙𝗘𝗘 | cinco hargreeves (reescribiendo)

❪ 33. ALYSSA ❫

𝗖𝗢𝗙𝗙𝗘𝗘: ALYSSA

❪ Cherry. ❫

—¿ALGUIEN TIENE IDEA DE donde se metió Klaus? —exclamé por los pasillo, no tenía idea alguna de donde estaba alguno de mis hermanos, como si se los hubiera tragado la tierra.

Ya me había paseado por toda la academia buscándolos, y no había señal alguna. Algo resignada me dirigí a la cocina, mi estómago había comenzado a gruñir.

Quería café, y eso era extraño, ciertamente su sabor amargo nunca había sido mi preferido, si acaso robaba un poco pero era únicamente por la adrenalina de saber que papá lo detestaba.

Rebusque en los gabinetes de la cocina, pero no había mucho que hacer, encontré apenas un poco muy bien escondido, apostaba a que Cinco siquiera había buscado bien el otro día.

Alcanzaba para una taza pequeña, así que con mis pocos conocimientos en la bebida, me dedique a prepararlo.

Hice una mueca, demasiado amargo para mi gusto, habría sido mucho más sencillo haber aparecido un buen café frente a mí, pero la sola idea de tenerlo no era lo suficiente, o eso solía decir papá cada vez que el tema de mis poderes aparecía.

Si se tratara de eso, probablemente ya habría deseado detener el apocalipsis, pero no tenía ni idea de cómo hacerlo.

Tuve que quedarme con la única taza de café amargo en mi estómago, no sería suficiente pero al menos no estaba vacío.

Salí de la cocina antes de que Pogo me descubriera y me hiciera limpiar todo lo que había ensuciado y, lamentablemente, roto.

Me pasee nuevamente por los pasillos de la academia, decenas de puertas con habitaciones vacías, a veces quería saber que pasaba por la mente de papá para comprar un lugar tan grande y tener a tan solo diez personas en él.

Había un lugar en especifico que recordaba, así que me encamine había el, deseando por el camino toparme con Klaus, aunque llegue más pronto de lo que desee.

El lugar era algo pequeño, las pantallas estaban encendidas y un escalofrío me recorrió al ver cómo las cámaras apuntaban a las almohadas de las camas. En las estanterías habían cientos de cintas, las revisé de una en una, leyendo la caligrafía alternada en cada una de ellas. Pero no había algo más allá, o al menos eso creía cuando una cinta me golpeo la cabeza.

Estaba raramente envuelta en papel dorado, la tomé confundida. No había nombre, o fecha; con algo de miedo la saqué de la envoltura y la coloque en reproducción.

—Veamos que más escondes, papá.

❪ Cinco. ❫

—DEBO TENER SILENCIO total para completar esta tarea —murmure con la mirada fija en la máquina de escribir que tenía al frente. Dot era distraída al punto de convertirse en algo irritante.

—De acuerdo —notaba como se había avergonzado de manera obvia. Rodé los ojos, ignorando aquello y pretendiendo seguir con mi trabajo —A medio día algunos iremos a almorzar y me preguntaba si... —su voz callo al ver cómo abría uno de los cajones y sacaba un tubo —... Estabas haciendo algo.

Enrolle la hoja, colocandola dentro del tubo y me levanté de mi escritorio con la intención de terminar finalmente con el aburrido caso.

—¡Adiós! —rode los ojos al escucharla despedirse, y salí de ahí ignorando aquello.

No me molestaban las personas distraídas... Bien, si, lo hacían, detestaba la sola idea de que alguien no pudiera enfocarse en una sola cosa por un tiempo prolongado, y en la única persona que no me molestaba era en Cherry, mi ojiazul lo hacía parecer un gesto adorable que me enloquecía por ella, pero en los demás... Era tan frustante que solo deseaba cerrarles la boca para que no volvieran a molestar. Desesperantes.

❪ Cherry. ❫

LO REPRODUJE OTRA VEZ. Y otra. Y otra... Y otra.

Las veces que fueran necesarias para que mi cerebro entendiera lo que mis ojos veían.

—El último número —repetí esas palabras varias veces. Saque la cinta y la devolví a su envoltura. La coloque donde estaba antes de golpearme en la cabeza y salí de ahí a pasos rápidos.

Iba perdida en aquella escena. Corrí decidida a buscar a Pogo por toda la academia, no tuve que esforzarme mucho al encontrarlo en el pasillo que dirigía a las habitaciones

—¡Pogo! —el giro lentamente, me sonrió cálidamente cuando me acerqué.

—Señorita Ocho —menciono —¿Hay algo en lo que pueda ayudarle? —recargo ambas manos en su bastón

—¿Es cierto? —eso pareció desconcertarlo. Saque de mi saco el par de hojas que había robado de la oficina de papá y se las coloque enfrente —¿Cuál era la necesidad de ocultarlo? —cuestione, Pogo soltó un suspiro.

—Tal vez ahora mismo no parezca tener una buena razón, pero su padre siempre quiso lo mejor para usted —una de sus manos se acercó a mi hombro, reposando ahí de manera reconfortante —El sabía que el joven Cinco la hacía feliz, a pesar de que eso lo molestará jamás tuvo el valor de interponerse en lo que hicieran juntos —suspiro cansado, alejo su mano de mi y la volvió a colocar en el bastón —Sabia que su parentesco con el no se descubrirá hasta después de su muerte, por eso toda su vida la trato diferente —ahora las palabras constantes de Luther sobre aquello parecían tener algo de sentido.

—¿Por qué hasta después de su muerte? Siempre tuve tantas dudas acerca de todo y el...

—El dejo todas tus respuestas regadas por ahí, joven Alyssa —me extrañe al escucharlo llamarme así —Solo usted sabrá decifrar lo imposible, Sir Reginald no lo demostraba mucho, pero siempre estuvo orgulloso de que una mente tan brillante y valiente como la suya fuera su hija —sonrei levemente con eso —Me alegra que no le haya molestado

—Bueno... Solo un poco —confese —Mis veintinueve años no son la mejor experiencia que pude tener —bromee señalando mi apariencia adolescente

—Lo entiendo, si no necesita nada más de mí me reconfortaría decirle que Klaus está llevando a cabo su plan junto con Diego, si se apresura podría alcanzarlos —sonrei agradecida antes de correr al lugar que imaginaba estarían mis hermano

Alyssa Hargreeves, no suena tan mal...