❪ 14. EYE ❫

22.5K 2.3K 242
                                    

𝗖𝗢𝗙𝗙𝗘𝗘: OJO

𝗖𝗢𝗙𝗙𝗘𝗘: OJO

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

❪ Cherry. ❫

—COMO LE HABÍA dicho a sus hijos anteriormente, la información sobre la prótesis es estrictamente confidencial —se recompuso sobre su silla, sin dejar de mirar a Klaus con una falsa amabilidad que incluso el más ingenuo de los seres podría notar —Sin el consentimiento del paciente, no les puedo proporcionar ninguna información —no pude evitar rodar los ojos, que imbécil.

Bien, quizá era confuso si lo decía de esa manera. Mi gran idea había sido utilizar a Klaus como un padre falso, mi hermano acepto al instante, Cinco... No tanto, pero después de recordarle que el sería el único en ayudarnos sin rechistar, acepto. Ahora mismo, nos encontrábamos dentro de la oficina de aquel médico que se aferraba a la confidencialidad de su clínica, aunque estaba segura de que solo quería dinero por la información.

—No tendremos un consentimiento si no nos da un nombre —murmuro Cinco irritado, e incluso yo lo estaba.

Desde que despertamos por la mañana, yo con la grata -notese la ironía- sorpresa de que ahora era una niña, de nuevo, estábamos tratando de dar con el dueño de la prótesis que Cinco había encontrado en el apocalipsis, pero nada estaba yendo a nuestro favor, o bueno, el suyo.

—No es mi problema —se excuso, con una sonrisa engreída en su rostro, hizo ademán de levantarse, pero para nuestra sorpresa Klaus fue quien lo detuvo.

—¿Qué hay de mi consentimiento? —lo observé confundida, mientras Cinco maldecía por lo bajo al oírlo hablar.

—¿Disculpe? —el doctor estaba tan desorientado como nosotros.

—¿Quién le dio el consentimiento de tocar a mis hijos? —mire alarmada a mi hermano, antes de observar a Cinco confundida, el estaba con el mismo gesto que yo en el rostro.

¿Y si Klaus estaba drogado? Oh no, nos metería en muchos problemas si lo descubrían.

—¿Qué? —los tres parecíamos estar en una especie de trance, confundidos a más no poder, ¿Qué pasaba por la cabeza de Klaus?

—Ya me escucho —trataba de entenderlo, Klaus era una persona muy, muy impredecible, podía cambiar de opinión de un segundo a otro, y que comenzará a hablar cuando Cinco le había advertido que no lo hiciera, estaba desorientandome aún más.

—Y-Yo no he tocado a ninguno de sus hijos —aclaro, mirándonos a ambos, por incercia me observé también.

Ni un solo razguño, intacta.

—¿A no? —se levantó de la silla, arrastrándola detrás de él de golpe —¿Entonces porque mi hijo tiene el labio roto? —entonces lo entendí, abrí la boca sorprendida en el mismo instante en el que su puño impacto contra el rostro de Cinco.

¹ 𝗖𝗢𝗙𝗙𝗘𝗘 | cinco hargreeves (reescribiendo)Where stories live. Discover now