❧ ) 𝗖𝗢𝗙𝗙𝗘𝗘 !
( 𝚌𝚒𝚗𝚌𝚘 𝚑𝚊𝚛𝚐𝚛𝚎𝚎𝚟𝚎𝚜 ) ✦ˎˊ˗
❛ las adicciones jamás serán buenas, pero vaya que sirven para engañarnos, ¿o no, 𝙘𝙞𝙣𝙘𝙤? ❜
durante toda su adolescencia
se pregunto por que él no
había vuelto, t...
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
❪ Cherry. ❫
NO SABÍA NI DONDE, ni cuando nos encontrábamos. Pero el como era algo medianamente conocido. Estaba completamente segura de algo, al abrir ese maletín, habíamos viajado en el tiempo.
—Mierda —escuche un quejido adolorido, y al verlo bien pude notar a Klaus debajo de mí, sonreí avergonzada antes de quitarme de encima.
Mi cuerpo dolía y estaba ligeramente mareada, cerré los ojos con fuerza por un instante, como si eso fuera a cambiar algo.
Había ruidos, demasiado fuertes, que provenían de todos lados.
¿En qué diablos nos habíamos metido?
—¿Dónde estamos? —pregunto Klaus, negué abriendo los ojos, observaba todo con la misma confusión que yo sentía.
—No tengo ni una sola idea —murmure, no saberlo me hacía sentir extraña, una angustia extraña que se instalaba en mi garganta y no me permitía hablar.
Pude sentir un apretón en mi mano, y al bajar la mirada reconocí la mano de mi hermano sobre ella. El no me veía, observaba a nuestro al rededor, pero su tacto tembloroso fue suficiente para saber que tenía tanto miedo como yo.
—¡Vamos, vamos! ¡Arriba! ¡Ahora! —grito un hombre mayor y uniformado entrando a lo que sea donde nos encontrábamos. Nos miro por apenas un instante —¿No escucharon? ¡Arriba!
Mire a Klaus aterrada, deseando estar en medio de una alucinación con alguna droga que hayamos ingerido.
Un par de chicos cercanos a nosotros nos lanzaron un uniforme a cada uno y tuvimos que levantarnos con el cuerpo hecho gelatina, cambiando nuestra ropa por aquellos uniformes.
Al parecer, estar uniformada no era algo que cambiaría.
—¿Dónde estamos? —mire mal a mi hermano, que sonrió apenas pudo, apenado. Suspire negando.
—No lo se, Klaus, pero esto no parece bueno.
Mire la ropa que cargaba, enorme para mí.
—¿Que se supone que haremos con esto? —pregunte confundida, alguien cercano pareció escucharme.
—¿Que vas a hacer con eso, niña? Es una guerra, debiste notarlo antes de creer que podrías con esto, no tengo tiempo para arrepentimientos, salgan ahora.
Me tomo por sorpresa, ¿una niña en medio de una guerra no lo sorprendía como a mi? Se lo había tomado con tanta tranquilidad que tuve que moverme rápido para terminar de ponerme el uniforme que por obvias razones me quedaba enorme. Mi cuerpo temblaba, y estuve a punto de caer dos veces mientras me ponía el pantalón, aunque ambas veces Klaus había mantenido la vista en mi, tan nervioso como yo lo estaba.
