❪ 13. SIXTEEN YEARS ❫

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𝗖𝗢𝗙𝗙𝗘𝗘: DIECISÉIS AÑOS

LA SUAVE E HIPNOTIZANTE melodía era lo único que se escuchaba entre aquellas cuatro paredes, la manera en la que Vanya se movía a la par de las notas parecía mágica, irreal, y provocaba que Cherry la observará de una manera tan embelesada que Vany...

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LA SUAVE E HIPNOTIZANTE melodía era lo único que se escuchaba entre aquellas cuatro paredes, la manera en la que Vanya se movía a la par de las notas parecía mágica, irreal, y provocaba que Cherry la observará de una manera tan embelesada que Vanya no podía evitar sentirse algo más que ordinaria.

La fricción entre las cuerdas se detuvo, y en ese instante la emoción de la ojiazul no se contuvo más, aplaudiendo con fuerza a la pecosa chica de ojos marrones.

—Es tan... ¡Wow! —halago sin poder creerselo, observando con fascinación a Vanya —Sentía escalofríos, lo juro. Me pusiste la piel de gallina, ¡Mira!

Elevó la manga de su saco, tratando de que Vanya observará su piel erizada, aunque esto solo provocó que se apenas y bajara la mirada.

—Gracias... Supongo —apenas pudo pronunciar, sujetando con fuerza el violín, su notorio nerviosismo no provocó más que la ternura en la ojiazul.

—Es extraordinario —Vanya sentía sus mejillas calentarse, un ligero toque salmón se encontraba en ellas, pero no observaba a su hermana —Tu eres extraordinaria, Vanya —aquello fue suficiente para que en su pecho s instalará una sensación cálida, y una sonrisa se plasmará en su rostro.

Para Vanya, Cherry era la única que la incluía, que realmente notaba su existencia dentro de la academia. La ojiazul era una maravilla, usando cada una de sus letras, era única y todos lo sabían, y que se interesará en lo que la única chica ordinaria dentro de la familia Hargreeves hacia, no provocaba más que la felicidad en ella.

Si Cherry era quien la consideraba extraordinaria, entonces, ¿Por qué ella no podría creer que lo era?

—NÚMERO OCHO —la voz de su padre llamo su atención, la ojiazul estaba sentada en la sala de estar, con un grueso libro entre sus manos

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—NÚMERO OCHO —la voz de su padre llamo su atención, la ojiazul estaba sentada en la sala de estar, con un grueso libro entre sus manos.

Elevó sus grandes orbes azules hacia el hombre del monóculo.

—¿Sucede algo? —inquirió curiosa, Reginald elevo su cuaderno. Una libreta forrada en cuero rojo, con las letras "𝐀𝐇" en dorado, justo en el centro.

¹ 𝗖𝗢𝗙𝗙𝗘𝗘 | cinco hargreeves (reescribiendo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora