¹ 𝗖𝗢𝗙𝗙𝗘𝗘 | cinco hargreeves (reescribiendo)

❪ 12. DAMP ❫

𝗖𝗢𝗙𝗙𝗘𝗘: HÚMEDO

—LO ÚNICO QUE debes hacer es ir ahí y fingir ser mi padre —explico el uniformado, Klaus miro a ambos -fisicamente- niños con una mueca.

—No es la gran cosa —apoyo la castaña encogiendose de hombros, miro a su alrededor por un instante, arrugando la nariz —Ire por algo de comer, creo que estoy por desmayarme —dramatizo saliendo de la habitación.

—Comiste cuando veníamos de vuelta —recordó Cinco cuando está ya se encontraba en el pasillo.

—Si pero no lo suficiente —respondió sin detenerse, apresurandose a bajar las escaleras.

A mitad de estás estaba Vanya, que al contrario de Cherry, las subía.

—Hey, Vanya —saludo llamando la atención de la más grande, ella la miro algo desorientada pero sonrió ligeramente la enorme sonrisa que le ojiazul le ofrecía.

—Buenos días, Cherry —devolvió —Oye, ¿Por qué se fueron anoche Cinco y tú?

—No lo se —le resto importancia, Vanya asintió sin comprender.

—¿Cinco está en su habitación? —pregunto la pecosa

—Si, aunque ya sabes cómo es su humor por las mañanas —hizo una mueca y Vanya asintió por lo bajo, soltando una apenas notoria risita.

Cada una siguió con su camino, separándose en las escaleras.

En la entrada a la sala de estar, la ojiazul encontró al moreno observando concentrado uno de sus cuchillos. Cherry iba a pasar de largo, con su camino a la cocina, pero la voz de Diego la detuvo.

—¿Sigue siendo un amargado? —pregunto con diversión, llamando la atención de la uniformada.

Después de su desafortunado rejuvenecimiento nada de su ropa le quedaba, y para su mala suerte su armario parecía aún mantener muchos de sus uniformes en el, así que esa era la única ropa que podía usar hasta que encontrará algo nuevo.

—Bueno, tiene un mejor carácter que tú a los dieciséis —menciono ella con diversión, Diego rodó los ojos soltando una risa.

—Por favor, cuando teníamos dieciséis fue mi mejor época —alardeo, Cherry rió también, deteniéndose por completo para observarlo.

Diego se recompuso sobre el sofá, apoyando sus antebrazos contra sus rodillas y observandola con nostalgia.

—Sería mentira si lo negara —acordó ella, Diego sonrió de lado y cuando iba a hablar nuevamente, una tercera voz se unió.

—¿Recordando viejos tiempos? ¿Su noviazgo, quizá? —cuestiono Allison apareciendo por la salida de la cocina, ambos Hargreeves rodaron los ojos.

—Necesitas superar esa etapa de nuestras vidas —menciono la ojiazul fingiendo una sonrisa, que la morena imito sin embargo está sin mostrar sus dientes.