[2] Mía | Liam Dunbar.

13. Aún no confío en él.

Summer.

Bajé de la camioneta de Theo sin despedirme, ya que me interesaba más hablar con Liam para que no llegara a malinterpretar la situación, y vi como el rubio se levanto de las escaleras frente a mi casa, pero en lugar de dirigirse hacía mi, más bien se dirigía al pelinegro que iba de piloto. 

Pero decidí detenerlo antes de que hiciera una locura, no quería que tuvieran una pelea afuera de mi casa, y ser el centro de atención de todos los vecinos.

---¿Que hacías con él, Summer?--- preguntó el rubio en un murmuró bajo, conteniéndose de probablemente gritar.

Antes de que pudiera contestarle, Raeken había tomado la palabra.

---¿Qué pasa Liam, por qué tan molesto?--- preguntó el chico quien sin darme cuenta había bajado de su camioneta.

Mientras que Liam y yo nos encontrábamos a mitad del pequeño pasillo antes de la entrada de mi casa, Theo había permanecido junto a su camioneta, pero ahora del lado del copiloto, donde yo anteriormente estaba.

---No estoy hablando contigo.--- le comentó al chico, otra vez con intención de acercarse a él, pero nuevamente lo volví a mantener en frente mío.

---Tranquilo, no es lo que parece.--- le murmuré a Liam solo para que él me escuchara, aunque lo más seguro es que Theo también me había escuchado.--- Gracias por traerme, ya puedes irte.

---De acuerdo, amiga.--- habló el pelinegro, haciendo énfasis en la última palabra.--- Nos veremos en clases, adiós Liam.

El chico volvió a subir a su camioneta con una sonrisa arrogante en el rostro, seguramente porque le divertía hacer molestar a Liam, cosa que consiguió. Theo arrancó y se perdió entre la oscuridad de la noche, pro Liam seguía fulminando el camino por el que se había ido.

---¿Amigos?--- me preguntó serio el rubio.--- ¿Desde cuando son amigos?

Solté un suspiro.--- Es una larga historia, bueno, no tan larga.--- le expliqué.

---Excelente, tengo todo el tiempo del mundo.--- me respondió el chico.

---De acuerdo, pero primero entremos, ¿si?

Sin esperar respuesta del rubio, me encaminé a la entrada de mi casa, para introducir la llave en la cerradura de la puerta principal para por fin entrar, siendo seguida de Liam.

Deje mi mochila, con la cual había ido a la biblioteca, sobre el sofá de mi sala, mientras el chico tomaba asiento en el, ya que al haber venido varias veces aquí, ya él se sentía como en su propia casa, cosa que no me molestaba en lo absoluto.

---¿Y bien?--- me preguntó el chico, quien aún seguía serio.

Solté un bufido mientras tomaba asiento en el sofá, pero acomodándome de una manera en que pudiera ver a mi novio frente a frente.

---No paso nada malo, si eso es lo que piensas.--- comencé a hablar.--- Solo me topé con Theo en la biblioteca, él se sentó conmigo y así estuvimos un rato, pero sin hablar, hasta que decidí irme pero al ser la hora, el último autobús ya se había ido, por lo cual se ofreció a traerme, eso fue todo.--- terminé de explicarle.

---¿Y por qué dijo que son amigos?--- preguntó el chico, con el semblante ya no tan serio como al principio.

---Él me contó cosas sobre el como se sentía al ser "nuevo" en el pueblo, por lo cual lo entendí, estuve en esa situación.--- le recordé.--- Por lo cual me sentí mal al pensar que nosotros lo excluíamos un poco, así que...decidí darle una oportunidad de ser amigos.

Liam no me contesto nada en el momento, simplemente se quedo callado viendo a algún punto no fijo, cosa que me ponía nerviosa porque en verdad quería saber su opinión, por lo cual decidí romper el silencio.

---¿Estás enojado?--- le pregunté en un susurró.

A pesar de que no había hecho nada malo, en verdad me ponía nerviosa y triste pensar que Liam se hubiera enojado ante aquella idea de mi posible amistad con Raeken.

---¿Qué?--- me preguntó Liam confundido.--- No, nada que ver Summer.

El rubio finalmente se acercó a mi, mientras me tomaba entre sus brazos para envolverme en ellos y darme un beso en la coronilla.

---Es solo...que me ha tomado por sorpresa esto de Theo, y sería mentira si te dijera que no me puse celoso ante la idea.--- me confesó el rubio.--- Además...aún no confío en él.

---Créeme que yo tampoco, o al menos no del todo.--- le confesé.--- Pero...¿qué hay de malo en darle una oportunidad? Al menos hasta ahora no nos ha hecho algo malo, no encuentro motivo por cual desconfiar de él.

---Te entiendo, y aunque no confíe en él, si tú estas de acuerdo con eso...trataré de llevarme bien con él, aunque no te prometo nada.--- me aseguró el rubio.

---Creo que es bueno darle la oportunidad, o al menos intentarlo.--- le aseguré.--- ¿Quieres quedarte?

---Mamá quiere que este hoy en casa.--- me confesó mi novio.--- Pero puedo quedarme un rato aunque sea.

Me agradaba estar con Liam, ya que al vivir sola, a veces me aburría estar sola en casa, o me llegaba a poner triste por eso. Incluso a veces la familia del rubio me invitaba a pasar el día con ellos, por lo mismo para que no estuviera sola. 

---¿Quieres ver una película? Puedo hacer palomitas si quieres.--- le comenté al chico. 

---Me parece una gran idea.--- respondió Liam regalándome una amplia sonrisa.

Me levanté de mi asiento en el sofá, para dirigirme a la cocina, buscando el paquete de palomitas con mantequilla entre los estantes, hasta que por fin lo encontr. Dispuesta a ponerlas en el microondas para que estuvieran listas, hasta que Liam me llamó.

---¡Summer, tienes que venir a ver esto!

El tono que Liam había utilizado sonaba a que en verdad tenía que ver lo que fuera que el chico fuera a mostrarme, con algo de duda volví a la sala, para ver al rubio aún sentado en el sofá pero con la diferencia que en sus manos estaba su celular.

Al sentarme junto a él, coloco su celular en frente mío, para dejarme ver una conversación que tenia con Scott, para que la leyera, que al parecer era un mensaje que recién había recibido.

Han encontrado 8 agujeros en la cancha de lacrosse del instituto, probablemente de quimeras, pero no han encontrado a nadie, decía aquel mensaje.

Esto no puede ser verdad.