35. Superluna.

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Liam.

Había encontrado a Scott en la azotea de la escuela, no había escuchado ningún grito por parte de Summer; podía escuchar los latidos de su corazón los cuales eran tranquilos por lo que me indicaban que ella estaba bien y nada malo estaba pasando cerca de ella. Pero al parecer el moreno sintió mi presencia ya que se levanto del suelo donde estaba sentado.

Pero yo estaba lo suficientemente enojado con él, con mi alfa, al punto en que ni siquiera sentí cuando me transformé hasta que agaché mi mirada y pude ver mis garras. 

---¿Theo te dejó entrar?--- fue lo primero que me pregunto Scott.

---¿Me mentiste?--- le pregunté ahora yo, incluso mi voz se escuchaba diferente.

---Jamás te mentiría.--- me aseguró el mayor.

Al estar en la azotea, todo el aire daba contra nosotros, por lo que teníamos que hablar en voz muy alta para que pudiéramos escucharnos uno al otro.

---Pero no la salvarás.--- le ataqué.

---¡No puedo salvarla!--- me contestó McCall.--- Al menos no con una mordida. Si lo piensas por un segundo, Liam, sabrías que tengo razón.

---Estoy pensando...¡estoy pensando en las alternativas!--- le expliqué.

---Liam, es la superluna, esta alimentando tu ira, te esta volviendo más violento.--- me aseguró el moreno.

---¡Me hace más fuerte!--- le grité.--- Vas a cumplir tu promesa, aunque el hacerlo te mate, ¡nos lo debes!

Sin dejarlo responder, rugí en su dirección y me fui encima de él. Tenía que hacerlo por mí, por Summer... era culpa de él que Hayden estuviera en esta situación, ahora tendría que hacer todo lo posible para salvarla.

[...]

Mason.

Habían pasado más minutos, y Hayden no mostraba mejora alguna, al contrario, creo que cada vez se veía más débil conforme pasaba el tiempo. La señora McCall tomó de la mano de la chica para checar su pulso probablemente, pero su rostro no daba muchas esperanzas.

---No, no, no.--- escuché murmurar a la mujer.--- Creo que sera mejor que vayas por Summer y Liam.

Pasé mi mirada por Hayden una vez más, si Melissa me estaba pidiendo eso, era porque ya no había más opciones.

---¿Qu...qué hay de Scott?--- pregunté.

---No contesta.--- respondió rápidamente la mujer.--- Y si los chicos quieren estar con ella, tienen que venir ahora...porque ella se esta muriendo y no se que más hacer. Ve.

Pasé mis manos por todo mi rostro de una manera frustrada, cuando los chicos se enteren en verdad perderán la cabeza; habían hecho de todo para poder salvar a Hayden, pero...nada había funcionado. Comencé a caminar en dirección de la salida del sótano donde estábamos, hasta que la voz de Melissa detuvo mi caminar.

---Te mandaré un mensaje si algo cambia, solamente...tráelos aquí, Mason.

Solo asentí en su dirección, para salir corriendo en busca de mis mejores amigos.

[...]

Liam.

La pelea entre Scott y yo había comenzado; trataba de darle algunos golpes pero él lograba detenerlos, y aún no llegaba a transformarse en hombre lobo, lo que me dejaba ver que él tenía más control, tanto para poder resistir a la superluna, por algo era un alfa verdadero. Pero mi enojo me segaba, lo sabía, y no pensaba detenerme. 

En uno de los golpes que trate de darle, Scott logró detener mi brazo y colocarse detrás mío, para tratar de impedir que siguiera atacándolo.

---Liam, basta.--- me habló el moreno.--- No vas a lograr salvarla si me matas.

Aquello que dijo solo me hizo enfurecer más, por lo que solté un pequeño gruñido y levante mi cabeza con gran velocidad, consiguiendo darle un cabezazo al chico para así poder librarme de su agarre. En un momento de nuestra pelea nos colocamos encima del pequeño techo que quedaba a un lado del ventanal de la biblioteca, tomé a Scott de su chaqueta e hice que se estampara contra el techo.

Pero el moreno logró quitarme de encima con un fuerte empujón, pero no me quede atrás, por lo que casi de inmediato me abalancé contra él, consiguiendo que termináramos en el ventanal, y por obvias razones, cayéramos al interior de la despoblada biblioteca.

[...]

Summer.

Estaba caminando por los pasillos de la escuela, todo estaba en completa soledad y oscuridad, en verdad el lugar era digno de películas de terror. No se veía luz de Scott o de la hermana de Hayden, pero comencé a escuchar ruidos de uno de los pasillos, parecía como si alguien estuviera ¿peleando? Quizá alguien necesitara ayuda, por lo que decidí acercarme. 

El ruido venía de una puerta donde había unas escaleras que nos llevaba al sótano de la escuela, por lo que iba bajando a paso lento ya que el ruido se intensificaba cada vez más. Cuando llegué al pie de la escalera, la escena frente a mí me heló la sangre; era Malia peleando con un chico cubierto de sangre, pero el chico tenía varios colmillos en su boca, lo más seguro es que fuera una quimera. 

Mala había acorralado al chico contra una pared, pero rápidamente el chico logró lanzarla a unos cuantos pasos de él, dejándolo libre, pero eso no era lo peor, lo peor era que el chico notó mi presencia, y sonrió maliciosamente en mi dirección, Malia al notar esto, no podía hacer mucho.

---¡Corre!--- gritó la castaña.

No tuve que pensarlo dos veces cuando intenté subir las escaleras a paso rápido, pero el chico logró alcanzarme, o al menos alcanzo a tomar uno de mis tobillos consiguiendo que cayera de cara en la escalera, para después colocarse encima el mío. El chico trataba de morderme, pero yo lo único que podía hacer era tratar de defenderme.

Cuando pensaba que en cualquier momento él conseguiría su cometido, de repente el aire volvió a mí, y sentí como aquel peso desaparecía de mí, y era porque Malia había tomado de la playera a aquel sujeto y lo había lanzado a metros de mí, por lo que volteó a verme rápidamente mostrándome como su rostro estaba convertido en mujer coyote.

---¡Sal de aquí!, ¡escóndete!--- fue lo primero que me gritó la mujer coyote, para después volver corriendo con el chico para seguir su pelea.

Me levante del suelo de las escaleras rápido y sin mirar atrás salí corriendo de ahí, corrí por algunos pasillos tratando de buscar un salón lo suficientemente alejado en el cual pudiera esconderme. Entré en uno, el cual parecía ser el de química pero no le di mucha importancia a eso, cerré la puerta y le coloqué seguro, y por si las dudas coloque una silla contra la puerta.

Me dejé caer en el suelo, sentía como mi corazón latía a mil por hora; estaba asustada, lo que acababa de pasar había sido muy rápido, en verdad el chico estaba dispuesto a morderme, o quizá hasta...matarme.

Mierda Liam, ¿dónde estás?

[2] Mía | Liam Dunbar.Where stories live. Discover now