22. Segunda parte.

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Summer.

---¿Tienen señal en sus teléfonos?--- nos preguntó Hayden, mientras miraba con el ceño fruncido a la pantalla de su móvil. 

Había pasado aproximadamente 1 hora desde que estábamos en el vestidor de los chicos, hasta el momento no habíamos tenido ninguna señal de que los Doctores del Pavor estuvieran en la escuela, por lo tanto todos estábamos tranquilos, por el momento. 

---No.--- le respondió Liam, después de haber sacado su celular del bolsillo de su pantalón.

---Quizá sea por los aparatos que trajeron hace rato Lydia, Parrish y Malia.--- les comenté, tratando de quitarle importancia.

No quería que Hayden se pusiera nerviosa o se asustara por el asunto de la señal de nuestros celulares. Liam y Hayden no comentaron nada más, al parecer mi respuesta les había bastado. 

Liam, Hayden y yo nos encontrábamos sentados en el suelo, al ser los 3 de la misma edad, creo que nos entendíamos bien y parecía que el odio de Hayden por mi novio iba desapareciendo. Yo me encontraba con mi cabeza recostada en el hombro de Liam quién estaba sentado junto a mí, mientras que Hayden tenía su cabeza recostada en mis piernas.

Notaba como Hayden poco a poco se iba quedando dormida sobre mi regazo, y yo estaría igual si no sintiera como Liam se removía levemente, por lo cual me senté de manera correcta para poder mirar al rubio.

---¿Qué ocurre, Liam?--- le pregunté en un murmuro bajo. 

El chico no me respondió nada, solo vi como se levanto de su lugar a lado mío, y comenzó a caminar hacía una banca donde sobre ella había un maletín deportivo de buen tamaño, ni siquiera había visto que ese maletín estaba ahí. Vi como el rubio abrió el cierre del maletín lentamente bajo mi atenta mirada, para que de ella sacara ¿unas cadenas?

---¿Qué vas a hacer con esto?--- preguntó serio el rubio en dirección a su alfa. 

---Lo traje por si acaso.--- le respondió Scott simplemente. 

---¿A caso de qué?--- pregunté ahora yo, extrañada por las cadenas.

---En caso de que podamos atrapar a uno de ellos.--- confesó Lydia.

---Si la escuela no es una fortaleza, bien podría ser una trampa.--- contestó Scott, mientras se comenzaba a acercar a Liam.

---Vienen por ella, Scott.--- le recordé al moreno.

---¿Ella...ella es la carnada?--- le volvió a preguntar serio Liam.

Hayden comenzó a a removerse en mis piernas, quizá por el ruido que ambos chicos comenzaban a hacer, por lo que se levanto hasta quedar completamente sentada, mientras nos miraba a cada uno de manera extrañada.

---¿Qué ocurre?--- pregunto Hayden con tono bajo, quizá nerviosa por la tensión que se sentía en el ambiente.

---No pasa nada Hayden.--- le respondió Scott, tratando de sonar tranquilo.

---Te diré lo que pasa, Hayden.--- le respondí a la chica mientras miraba a Scott fijamente.--- Resulta que Scott, y Lydia al parecer, tuvieron la buena idea de quedarnos en este lugar no solo por tu protección, si no porque también quieren intentar atrapar a uno de los Doctores, ¿no es así Scott?--- le pregunté al moreno, pero el chico no pudo responder y esquivo mi mirada.--- ¿¡No es así, Scott, Lydia!?--- volví a preguntar ahora pasando mi mirada de Scott a Lydia y de regreso.

---¿Qu...qué significa eso?--- volvió a preguntar Hayden.

---Que tu eres la carnada, Hayden.--- respondió serio Liam mientras dejaba de golpe las cadenas nuevamente en el maletín.

---Chicos, la trajimos aquí para protegerla.--- insistió Lydia. 

---Y ahora es la carnada.--- ataqué, mientras me levantaba del suelo junto con la castaña.

---¿Lo soy?--- preguntó Hayden mirando a Scott y a Lydia, con los brazos cruzados sobre su pecho.

---Nadie es carnada.--- le explicó el moreno.--- Pero no podemos protegerte cada noche. 

---¿Y porqué no hablamos con el papá de Stiles?--- preguntó el rubio.--- ¿Por qué no hacemos algo más que escondernos en la escuela? 

--- Porque aún no sabemos nada de ellos ni de lo que quieren.--- justificó Scott.--- Ellos van ganando y ni siquiera sabemos cuál es el juego.

---¿Y si ellos entran aquí y esas cosas no funcionan?--- le pregunté ahora yo, mientras apuntaba a las máquinas que había traído a la pelirroja antes.--- ¿Y si te vuelve a dar un ataque de asma?, ¿¡qué vamos a hacer!?

Quizá me estaba alterando de más, quizá estaba exagerando demasiado, quizá estaba asustando a Hayden con mi comportamiento; pero Scott había hecho mal al no contarnos la segunda parte del plan, si lo hubiéramos sabido, podríamos habernos preparado mejor.

---No sé.--- respondió el moreno soltando un suspiro.

---Este plan apesta.--- le aclaró Liam.

---¿Tienes uno mejor?--- le preguntó su alfa.--- ¡Están muriendo chicos y ella es la siguiente! 

Ante las palabras de Scott, notamos como Hayden tenía su expresión de preocupación y miedo más marcado en su rostro. 

---Alguien tiene que hacer algo, hay que tratar de salvarlos a todos.--- volvió a hablar el moreno.--- ¡Alguien debe ser la carnada!

Solté un bufido.--- Lo sabía. 

---Scott.--- volvió a hablar el rubio mientras se acercaba a Scott.--- Promete que harás todo lo posible en tus manos para salvarla.

---Para salvarlos a todos.--- corregí, mientras también me acercaba a ellos.--- Promételo, por favor. 

---Haré todo lo que pueda.--- nos respondió el alfa con sinceridad. 

---¿Chicos?--- habló Hayden llamando la atención de todos los presentes.--- Creo que necesito un poco de ayuda ahora, olvidé mis pastillas. Tengo un frasco en mi casillero, yo puedo...

---Yo iré por ellas.--- la interrumpió Scott.--- ¿Cuál es tu combinación?

Hayden se acerco al moreno mientras le daba la contraseña de su casillero, no le presté tanta atención, aún me sentía algo molesta por la "mentira piadosa" de Lydia y Scott, se supone que somos un equipo, y todos los del equipo deberían conocer cada parte del plan, aunque no estén tan de acuerdo con ello. 

Scott salió del vestidor seguido de la pelirroja, ya que ella se quedaría a vigilar la puerta, mientras que nosotros 3 seguíamos en el interior de este. Lydia había salido unos momentos del vestidor, pero no le dimos tanta importancia, ya que estábamos sumidos aún en el momento de tensión que habíamos pasado hace unos minutos. 

Nunca me había atrevido a hablarle de esa manera a ninguno de los chicos de la manada, mucho menos a Scott, nunca me lo hubiera imaginado, ni siquiera Liam había hecho algo así, pero creo que a ambos nos había molestado lo suficiente que nos ocultaran algo tan importante.

Pero ahora solo quedaba esperar, tenemos que esperar a que la noche acabe. 


[2] Mía | Liam Dunbar.Where stories live. Discover now