Capítulo 16

23.6K 3.7K 1.4K
                                    

MILO

Jamás pensé que YO me encontraría en esta situación. La única razón por la que accedí a esconder a una fugitiva en mi casa fue porque Ryn me lo pidió y, a pesar de su corta edad, confió en esa extraña e inquietante niña.

Los rumores decían que Nhor era peligrosa, cruel y letal. Sin embargo, durante estos dos meses que hemos estado conviviendo juntos me he dado cuenta de que, a pesar de su mala personalidad, no es tan temible como quiere aparentar.

Mi abuela, a quién estaba muy unido cuando era pequeño y quien me regalo ese viejo libro de cuentos que le mostré a Nhor, solía decir que las personas no son malvadas por naturaleza, sino que son las circunstancias y sucesos de la vida quien los vuelve de esa manera. No debe haber sido fácil para ella vivir toda la vida encerrada en un lugar en el que no eres más que una herramienta, un instrumento. No puedo ni llegar a imaginar las cosas que habrá vivido y de las que ha sido testigo, por lo que puedo entender que haya colocado esta coraza llena de espinas a su alrededor.

Nina está convencida de que Nhor no tiene la capacidad de sentir emociones porque no es un Cambiaformas "real" sino uno artificial. Yo creo que se equivoca. La he visto reír con diversión (aunque sea después de burlarse de mí), la he visto inmersa en la furia más oscura y, después de que viese esa extraña fotografía que le enseño Ryn, por un pequeño segundo, la he visto temer. No soy ningún experto, pero para mí eso son emociones.

Abrazarla, al principio, fue como un acto reflejo. Sólo quería ofrecerle algo de consuelo, pero ahora, mientras nos encontramos en mi pequeño cuarto de baño, ha sido diferente. Antes de que pudiese darme cuenta de lo que hacía, mis brazos estaban a su alrededor y la estaba presionando contra mi pecho. Entonces, cuando me he separado ligeramente para poder enfrentarla he visto su mirada y lo que he descubierto en ella me ha sorprendido: interés.

Mi sonrisa desaparece con lentitud porque, de repente, soy consciente de todas las partes de su cuerpo que contactan íntimamente con el mío. Nhor es una mujer hermosa y cualquiera se sentiría atraído por ella.

El calor de mi cuerpo se incrementa y mi corazón comienza a latir con rapidez. No soy capaz de deshacer el abrazo ni de apartar mis ojos de los suyos, que son un de un color gris tan claro que ningún humano podría tenerlo. Sus labios teñidos de morado oscurecido parecen atraerme como si un imán tirase con fuerza de mí y, de repente, me encuentro a mí mismo inclinándome lentamente hacia delante. La pequeña distancia que nos separaba se desvanece y la punta de mi nariz roza la suya. Entonces, elevo mi mano y dejo que mis dedos se deslicen por la fría piel de su mejilla.

— Nhor... —su nombre abandona mis labios en un tono tan bajo que me sorprende hasta a mí.

No sé qué es lo que estoy tratando de decir exactamente, solo sé que siento este deseo irrefrenable de besarla, pero la conozco y soy consciente de que si hago un movimiento equivocado podría acabar con alguna extremidad rota o peor.

No me atrevo a acortar los pequeños milímetros que separan nuestras bocas, pero entonces sin decir ni una sola palabra es Nhor quien se inclina lentamente hacia delante. Mi dedo pulgar se desliza por la piel de su rostro hasta delinear su labio inferior y nuestras bocas están a punto de contactar cuando... el timbre suena repetidamente en la planta de abajo.

El momento se rompe de forma abrupta y ambos no separamos dando un paso atrás. La gélida mirada de Nhor me atraviesa como si de repente me odiase y yo me aclaro la garganta mientras deslizo una de mis manos sobre mi cabello.

— Ahmm... debería ir a ver quién llama a estas horas de la noche —hablo rehuyendo su mirada —. Quédate aquí.

Ella no contesta y yo simplemente me apresuro fuera del cuarto de baño para bajar las escaleras. Los pensamientos sobre lo que acaba de pasar no dejan de dar vueltas en mi mente hasta que abro la puerta y todo mi cuerpo se congela.

Los Ojos del Hielo © #4Where stories live. Discover now