Extraño |NoMin

31. Resplandor

Jaemin

No he podido pegar ojo en toda la maldita noche. Hay miles de cosas asaltando mi mente sin piedad y la mayoría de ellas, son preguntas que no tienen respuesta. 

   Y es que, ¿por dónde empezar? Si la mujer que he visto hace pocas horas vino a ponerme el mundo de cabeza. No puedo terminar de entender que ella no es su verdadera madre. Es decir, el dolor y la humillación que por tantos años Jeno tuvo que soportar, fueron infringidos por una persona que ni siquiera tiene lazos sanguíneos con él.

   No obstante, también existe la enorme posibilidad de que me haya mentido. Considerando la clase de escoria humana que es, suena bastante factible. Pero, esta teoría no termina de convencerme del todo, pues es más coherente afirmar que ella se ha dado el lujo de tratarlo con la punta del pie durante tantos años, porque a fin de cuentas no es su hijo. No le importa ni tampoco le duele que sufra.

   Después está lo otro, que es casi tan aterrador como lo primero: que sea la amante del padre de Renjun. Todavía no puedo creerlo y eso que es el hecho más evidente y real que los demás. ¿Cuándo fue que su familia se fisuró? Si yo a ellos siempre los vi como el típico matrimonio perfecto que no tenía ni un sólo problema. Los padres de Renjun eran estrictos sí, pero jamás imaginé que algo malo estuviera cocinándose entre ellos.

   Francamente su padre no me parece una mala persona. Es un poco frío y desinteresado, pero no una mala persona. Su madre, por su parte, es bastante cálida y también muy hermosa. No tiene ningún sentido entonces que JongIn haya querido dejarla por una mujer tan fría y manipuladora como Krystal.

   ¿Lo peor? Es que toda esta información a mí no me incumbe. Son secretos de la vida de alguien más que no me toca revelar. Y aún si quisiera hacerlo, la amenaza de Krystal sigue fresca en mi memoria. Puede que ser cierta o puede que no, pero francamente a este punto no tengo ganas de averiguarlo. Ya ha demostrado con Jeno en incontables ocasiones, de lo que puede llegar a ser capaz y si ella se entera de que yo dije algo, por mínimo que sea, seguro termina desquitándose con él.

   Eso es exactamente lo que menos quiero. Mi meta es que Jeno deje de ser lastimado por las personas que se supone, deberían protegerlo. Está sanando de a poco, y no puedo permitir que reciba una nueva herida, porque sé que en cuanto él sepa la verdad, va a querer buscar a su madre, ¡Y con toda razón! Tiene el derecho. Sin embargo, ¿Quién va a darle esas respuestas que tanto va a necesitar? ¿Quién va a guiarlo en su búsqueda si ya me ha dicho muchas veces que su padre pasa de él siempre que puede?

   Muerdo con fuerza la goma de mi lápiz y reprimo un grito de frustración.

   ¿Cuándo fue todo este enredo sucedió?

   Para colmo de males, Renjun sigue sin venir a la escuela. Su teléfono continua apagado, en su casa cuando voy a buscarlo no hay nadie que me atienda y ni siquiera Jeno, que es el único que podría hacerlo reaccionar, ha tenido éxito en su búsqueda. Ya se perdió cuatro de los seis exámenes finales que debía presentar y es obvio que sus faltas, sumadas a la ausencia de esas calificaciones, lo van a hacer perder el semestre.

   No entiendo que es lo que está pasando con él. Pasé de la paranoia a transformarme en un lunático de primera. Siento que lo veo en todas partes y que en cualquier momento va a aparecer en el salón para tomar su lugar. Lo extraño y me frustra demasiado no entender esta situación.

   Tampoco sé si todo este alboroto se debe a que se descubrió que su padre tiene una amante. Lo que no sería tan ilógico, considerando que esta podría ser su primera gran pelea como familia. Aun así esperaría que él me lo contara. Renjun sabe que puede confiar en mí y que nunca, jamás llegaría a juzgarlo.