Las palabras son pocas cuando el momento de la confrontación llega. Un accidente, un coma, una herida sin sanar, no son más que ingredientes en el coctel letal en el que se ha convertido mi vida.
La muerte no es otra cosa que un recordatorio constan...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
NICOLÁS
11 de Septiembre, 2017
Cuando llega Anthony, el chico al que estaba cubriendo, me acerco a la mesa de Fabi. Trato de lucir confiado y seguro como siempre, pero no estoy en mis mejores días y sé que se nota. Felipe ya me ha interrogado un par de veces.
- ¿Qué hay? - digo, sentándome junto a Fabiana. Ella se inclina y me besa cariñosamente. Le correspondo y siento un pequeño respiro.
- Les estaba contando nuestro almuerzo del domingo a este par - Paloma se empina la cerveza y toma un enorme sorbo -. Él sí sabe apreciar mi comida, así me demore.
Sebastián rueda los ojos y ríe. Fabiana hace lo mismo casi al mismo tiempo, lo cual me hace reír a mí. He de admitir que ese par son muy parecidos, lo cual me causa gracia y recelo en partes iguales.
- Siempre te demoras un montón y lo que quiero comer caliente termina tibio para cuando puedo comerlo.
- Eres un exagerado, sólo me demoro un poco en los detalles. A ti te gustan las cosas salidas del infierno - Paloma le pincha en broma una mejilla y él le ríe.
- ¿No han pensado en ser pareja? - pregunto y los tres se miran entre sí y luego me miran a mí. Enarco una ceja cuando estallan en carcajadas, como si hubiese dicho lo más gracioso que han escuchado en la vida.
- Eso es imposible, a Paloma nunca le gustaría alguien como yo - Sebastián se encoge de hombros.
- Pero si eres un tipo guapo - lo codeo y trato de bromear con él. Ya ha pasado todo el roce y la incomodidad de esta tarde, así que puedo tratar de ser agradable.
- Ya no sé si quieres salir conmigo o con él - se ríe Fabiana.
- Cuida a tu hombre, linda, ya me echó el ojo y yo soy mucho más sensual que tú - él me guiña el ojo y volvemos a reír.
- Ahora, hablando en serio ¿Por qué es imposible? - insisto. No me culpen por querer saber, yo nací por mi madre y moriré por el chisme.
- Soy lesbiana - Paloma se encoge de hombros -. Desde que tengo memoria sólo me gustan las chicas. Así que, este hombre guapo y varonil de acá jamás tendría una oportunidad conmigo - le palmea el pecho y bebe un sorbo de su cóctel.
- Oh, entiendo ¿Y tienes novia? - ella niega con la cabeza.
- Cada semana creo encontrar al amor de mi vida, hasta que a la siguiente conozco a otra chica que me hace cambiar de opinión - se encoge de hombros -. No ha llegado la indicada.
Seguimos tomando y hablando de temas triviales. Sebastián toma una segunda cerveza y para de hacerlo, lo mismo con Fabiana, pero Paloma, dos horas después, está más que contenta. Llegó una chica a la mesa y no ha parado de hablarle acerca las últimas recetas que aprendió en su clase. La desconocida parece encantada por la charla de la pelirroja, a pesar de que casi no se le entiende nada por la rápido que escupe las palabras.