14. Yellow Submarine

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FABIANA

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FABIANA

04 de diciembre del 2016

Me despierto e inmediatamente el dolor recorre todo mi cuerpo. La espalda me duele debido a que dormí en el suelo y la cabeza por todo lo que me metí anoche. El efecto de las drogas y el alcohol ya se fueron haciéndome sentir infinitamente miserable. Odio el efecto rebote de todo esto. Me siento incluso peor de lo que me sentía antes de consumir.

Miro mi brazo y veo un nuevo pinchazo en él. ¡Mierda! se supone no consumiría más de esta porquería hasta que me estableciera laboralmente. Me levanto del suelo y siento cómo todo me da vueltas cuando ya estoy en pie.

- Vida hijueputa – exclamo. El dolor de cabeza y las náuseas son inllevables. ¿Por qué siempre tomo tan malas decisiones cuando estoy drogada? ¿O cuando estoy, en general?

- ¿Con esa boca besas a tu madre? – dice Paloma saliendo de la cocina con un vaso de agua y una aspirina.

- No tengo madre, perra – tomo la aspirina y bebo todo el vaso de agua de un solo sorbo. Habría preferido meter una línea para bajar todo el malestar de una vez, pero lo mejor es esto. Sí, esto es lo que haría un adulto responsable.

- Tú y tu maldito humor mañanero – rueda los ojos y se acomoda la bata que cubre su cuerpo... creo que es lo único que tiene puesto. Alguien tuvo diversión anoche, lo cual me hace sonreír de soslayo.

- Tampoco estarías de buenas si te despiertas en el suelo con este dolor – acomodo las tiras de mi blusa, tenía medio seno fuera de ella. Agradezco que aquí todos estén borrachos y/o inconscientes como para haberse dado cuenta de ello, o para detallarme, debo estar espantosa.

Camino al baño y me miro al espejo. Tengo el maquillaje esparcido por todo mi rostro y el cabello enmarañado. Lo peino como puedo y retiro todo el maquillaje. Me veo demasiado pálida y se nota, por la delgadez de mi rostro, que he bajado varios kilos. Trato de rodear uno de mis brazos uniendo mi dedo pulgar e índice y veo que faltan pocos centímetros para que estos logren tocarse alrededor de mi antebrazo. Eso me asusta, nunca había estado tan delgada, a pesar del tiempo que llevo consumiendo.

- ¿Ya estás viendo los efectos de todo lo que metes con claridad? – esa voz. Me volteo y lo veo allí. No se ve mal, pero tampoco tan bien como anoche.

- ¿Y a ti qué? - ¿No puede evitar meterse en lo que no le importa? Se ríe y me dan ganas de golpearlo. Este hombre es realmente exasperante.

- Sé que no es de mi incumbencia – se pone serio y frunce el ceño. Su mirada es intensa, lo que me hace devolvérsela con toda la intensidad que puedo – pero, si necesitas ayuda para controlar esta basura, yo puedo sacarte. Soy voluntario en varios grupos de narcóticos anónimos, si necesitas un padrino, soy perfecto para ello.

- Sí, claro – ahora soy yo la que ríe – no lo ha logrado mi abuela, pero, si tú te crees capaz, buena suerte, guapo – paso a su lado y le golpeo el pecho al pasar. Él me agarra el brazo y me detiene. Yo lo miro con la ceja enarcada.

ADICTION  (#1 Adictos) ✔️Where stories live. Discover now