Capítulo 28: Algo parecido a celos

60 4 0
                                    

Sam.

Comenzaba a creer que su propósito de vida era volverme loca. En serio. Observé a Luka acercarse a mí con una sonrisa demasiado grande plantada en su fea cara. Lo odie por ese segundo, y él definitivamente se dio cuenta.

Saludó con su mano relajadamente. —¡Sam! Que coincidencia encontrarte aquí. -Fruncí el ceño, observando su gorra gris, gafas de sol y luego a la entrada del local de ropa íntima del que acababa de salir. Definitivamente es un imbécil, y suicida además.

Le di una sonrisa forzada, levantando mi dedo índice pidiéndole que me diera un segundo. Giré sobre mis talones entonces, chocando ligeramente con el cuerpo de una señora a quien le susurré una disculpa.

—Es un amigo de la prepa, nada de qué preocuparse. -Le expliqué a Carlitos, quien comenzaba a cortar la distancia que le había pedido para que pasase desapercibido y no diese la impresión de que tengo una niñera vaya a donde vaya, aunque realmente así era.

Esté asintió, retrocediendo.

Me volví hacia Luka de nuevo, quien tenía sus cejas alzadas de la impresión. Hice volar mis ojos antes de darle un rápido abrazo y fingir que en verdad me agradaba su presencia. —¿Hacia dónde vas ahora? -Actuar se le daba demasiado bien, tenía que concedérselo.

Apreté la carpeta violeta contra mi pecho. —Em... Las chicas y yo quedamos en distribuir algunas imágenes de Cindy por si alguien la ha visto. Estaba a punto de empezar cuando me viste. -Me incliné ligeramente hacia él y bajé el tono. —Y te entrometiste.

Volví la cabeza, cerciorándome que Miranda se encuentra lo suficientemente lejos como para no escuchar nuestra conversación. Al menos no parece tener intenciones de llenar a Luka de plomo por el momento, así que creo que se está tragando el cuento.

Luka quitó la gorda carpeta que llevaba en mis manos y que acababa de sacar del coche luego de dejar mi bolsa de compra con cinco sujetadores. Me había dado muchísima vergüenza no comprar nada después de hacerle perder tanto tiempo a esa mujer.

Lo sé, era una idiota.

—¿Qué haces? -Cuestioné, intentando recuperar la carpeta.

Apretó la carpeta y la alejó de mi alcance. —Voy a acompañarte y la llevaré. Me gustaría anotarme para ayudar a encontrar a Cindy. -Su rostro se tornó tan sombrío de un segundo a otro que si no lo conociera ya, me hubiera creído su tristeza por mi amiga. —Espero que no te moleste la compañía.

Respiré profundamente. —Para nada, mientras más personas colaboren mejor. -Le miré mal, por lo menos, estando ambos de espaldas podría hacerle todas las señas obscenas que quisiera sin que Carlitos me viera. —Vamos. -Dije rendida y comenzando mi marcha.

Caminamos durante un considerable rato y a lo largo de toda la avenida que me había correspondido. Le entregaba impresiones a todo el que veía con el rostro de Cindy y el número de contacto de sus padres para cualquier información. Para mi sorpresa, Luka se mostró extremadamente colaborador, además de ir pasándome nuevas hojas cuando notaba que se me iban acabando, él mismo detuvo a transeúntes y repitió las palabras que yo había dicho una y otra vez.

Me crucé de brazos. Dedicándole una mirada aguda. —¿Por qué estás haciendo esto? -Susurré mientras él pegaba una de las impresiones en un poste de electricidad.

Se volvió, inmutado. —Ya te he explicado, Sami. No estoy dispuesto a pagar por el crimen de otro.

Bufé. —Para eso no es necesario que me acompañes toda una tarde repartiendo impresos con la cara de una chica que no conoces y que tampoco te importa.

ObsessionWhere stories live. Discover now